Figura 16-2
Cuadrantes y cola de Spence
de la mama izquierda.
A
NATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
458 Capítulo 16 Mamas y axilas
Niñas Y Adolescentes
La mama va evolucionando en estructura y función a lo largo de la vida. La infancia y la preadolescencia constituyen una fase latente del desarrollo mamario. La telarquia (desarrollo de las mamas)
es un signo inicial de la pubertad en las adolescentes. El proceso de desarrollo se clasifica en virtud
de las cinco etapas de Tanner del desarrollo de la madurez sexual, expuestas en el capítulo 5.
Al usar la clasificación de Tanner para la estadificación del desarrollo mamario, es importante
tener en cuenta las relaciones temporales. Es raro que el inicio de la menstruación se produzca
antes de la etapa 3. En torno al 25% de las adolescentes tienen su primera menstruación en esta
etapa, mientras que aproximadamente el 75% empiezan a menstruar en la etapa 4, en la que se
establece el ciclo menstrual regular. En torno al 10% de las mujeres jóvenes no comienzan la
menstruación hasta la etapa 5. El intervalo medio transcurrido desde la aparición de los botones
mamarios (etapa 2) hasta la menarquia es de 2 años. Las mamas se desarrollan a velocidad diferente en una misma adolescente, lo que en ocasiones da lugar a asimetría.
Mujeres Gestantes
Durante el embarazo, se producen cambios sustanciales en las mamas. En respuesta a las hormonas
lúteas y placentarias, los conductos laticíferos proliferan y los alvéolos aumentan considerablemente en tamaño y número, por lo que las mamas pueden llegar a duplicar o triplicar sus
dimensiones en relación con las anteriores a la gestación. El incremento del tejido glandular desplaza el tejido conjuntivo, y las mamas se tornan más blandas y laxas. Hacia el final del embarazo,
a medida que aumenta la actividad secretora epitelial, se empieza a producir calostro, que se
acumula en las células acinares (alvéolos).
VARIANTES
FÍSICAS
Tamaño de las mamas
En la adolescencia, las
mujeres suelen pensar en el
tamaño de las mamas. Las
mujeres asiáticas presentan
en general mamas más
pequeñas que las de raza
blanca, aunque no se dispone
de datos sobre mujeres de
otras razas.
Datos tomados de Alagaratnam
and Wong, 1985.
Figura 16-3
Drenaje linfático de la mama. Los
ganglios que aparecen en negrita
son sensibles a la palpación.
Área de la mama Drenaje
SUPERFICIAL
Cuadrante externo superior Escapular, braquial, ganglios intermedios hacia los ganglios axilares
Porción medial Cadena mamaria interna hacia la mama opuesta y el abdomen
PROFUNDA
Pared torácica y posición posteriores Ganglios axilares posteriores (subescapulares) del brazo
Pared torácica anterior Ganglios axilares anteriores (pectorales)
Brazo superior Ganglios axilares laterales (braquiales)
Área retroareolar Ganglios interpectorales (de Rotter) hacia la cadena axilar
ARÉOLA Y PEZÓN Ganglios medioaxilares, infraclaviculares y supraclaviculares
TABLA 16-1 Patrones de drenaje linfático
Capítulo 16 Mamas y axilas 459
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Re
visión D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
Las aréolas ven incrementados su pigmentación y su diámetro. Los pezones se hacen más
prominentes, oscuros y eréctiles. Con frecuencia, los tubérculos de Montgomery se desarrollan a
medida que las glándulas sebáceas se hipertrofian.
Asimismo, aumenta la vascularización mamaria, lo que hace que se incremente la irrigación
de las mamas, por lo que una red vascular azulada se hace visible bajo la piel.
Mujeres Lactantes
En los días posteriores al parto, las mamas secretan pequeñas cantidades de calostro, que contiene
más proteínas y minerales que la leche madura. Cuenta, asimismo, con anticuerpos y otros factores
de resistencia frente al huésped. La producción de la leche que sustituye al calostro comienza entre
2 y 4 días después del parto, en respuesta a los crecientes niveles de prolactina, a la disminución
de los niveles de estrógenos y a la estimulación de la succión. A medida que se llenan los alvéolos
y los conductos laticíferos, las mamas suelen llenarse y estar más tensas. Ello, combinado con el
edema tisular y el retraso de los reflejos de eyección efectiva, da lugar a congestión mamaria.
Al final de la lactancia, tiene lugar una involución, que dura aproximadamente 3 meses. El
tamaño de las mamas disminuye, sin que se produzca una pérdida de componentes lobulares o
alveolares. Las mamas no suelen recuperar el tamaño previo a la lactancia.
Adultos Mayores
Después de la menopausia, el tejido glandular se atrofia gradualmente y es sustituido por grasa. El surco
inframamario situado por debajo del borde inferior de la mama se engrosa. Las mamas tienden a ser
más colgantes de la pared torácica debido a los cambios tisulares y a la relajación de los ligamentos
suspensorios. Los pezones se hacen más pequeños y pierden parte de su capacidad eréctil.
La piel puede adoptar una textura más seca y fina. También se registra pérdida de vello
axilar.
Revisión De Los Antecedentes Relacionados
Para cada uno de los síntomas o trastornos examinados en la presente sección, se enumeran una
serie de puntos a considerar en los antecedentes de la enfermedad actual. Las respuestas a las
preguntas referidas a dichos puntos ofrecen elementos que permiten orientar la exploración física
y el desarrollo de una evaluación diagnóstica apropiada. Para cada alteración, también se destacan
preguntas que aluden al uso de fármacos (preparados de venta con y sin prescripción), así como
los tratamientos complementarios y alternativos.
Antecedentes De La Enfermedad Actual
◆ Molestias/dolor en las mamas
◆ Secuencia temporal: desarrollo gradual o repentino; tiempo de presencia de los síntomas;
síntomas intermitentes o continuos
◆ Relación con la menstruación: cronología, intensidad
◆ Carácter: punzante, desgarrante, urente, penetrante, persistente, pulsátil, unilateral o bilateral; localización, irradiación
◆ Síntomas asociados: bulto o masa, secreción en el pezón
◆ Factores contribuyentes: irritación de la piel bajo las mamas por contacto intertisular por
roce de la ropa interior, actividad física intensa; lesión mamaria reciente
◆ Fármacos: hormonas u hormonas bioidénticas
◆ Masas o bultos mamarios
◆ Secuencia temporal: tiempo transcurrido desde que se notó el bulto; presencia del bulto
intermitente o continua; relación con la menstruación
◆ Síntomas: sensibilidad dolorosa o dolor (caracterizados según se ha descrito anteriormente),
depresiones o cambios en el contorno
◆ Cambios en el bulto: tamaño, carácter, relación con la menstruación (cronología y gravedad)
◆ Síntomas asociados: secreción o retracción del pezón, ganglios linfáticos sensibles
◆ Fármacos: hormonas u hormonas bioidénticas
460 Capítulo 16 Mamas y axilas
Re
visión D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
◆ Secreción del pezón
◆ Carácter: espontánea o provocada; unilateral o bilateral, inicio gradual, duración, color,
consistencia, olor, cantidad
◆ Síntomas asociados: retracción del pezón; bulto o molestias mamarias
◆ Factores asociados: relación con la menstruación o con otros procesos; lesión mamaria
reciente
◆ Fármacos: anticonceptivos; hormonas, fenotiacinas, digitálicos, diuréticos, esteroides
◆ Agrandamiento mamario en hombres
◆ Antecedentes de hipertiroidismo, tumor testicular, síndrome de Klinefelter
◆ Fármacos: cimetidina, omeprazol, espironolactona, finasterida, algunos antihipertensivos,
algunos antipsicóticos
◆ Tratamiento del cáncer de próstata con antiandrógenos o análogos de la hormona liberadora de gonadotropina
◆ Drogas: esteroides anabólicos, marihuana
Antecedentes Médicos
◆ Enfermedad previa de la mama: cáncer, fibroadenoma, cambios fibroquísticos
◆ BRCA1, BRCA2 u otras mutaciones genéticas conocidas; síndrome canceroso hereditario
(cáncer colorrectal no polipósico hereditario [CCNPH], síndrome de Li-Fraumeni
o de Cowden)
◆ Otros cánceres relacionados previos: ovárico, colorrectal, endometrial
◆ Cirugía: biopsias, aspiraciones, implantes, reducciones o reconstrucciones de mama,
ovariectomía
◆ Cualquier tipo de cambio en las características de la mama: dolor, sensibilidad, bultos, secreción, alteraciones cutáneas, cambios de tamaño o forma
◆ Cambios en la mama que se producen durante el ciclo menstrual: sensibilidad, inflamación,
dolor, ganglios engrosados
◆ Factores de riesgo (v. cuadro «Factores de riesgo» en pág. 461)
◆ Mamografía y otros antecedentes de imagen mamaria: frecuencia, fecha de la última prueba
de imagen, resultados (cuadro 16-1)
CUADRO 16-1
Recomendaciones de cribado del cáncer de mama
El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres en EE. UU. y la segunda causa de muerte por cáncer en ellas. La detección precoz
mediante cribado es esencial para el oportuno establecimiento del tratamiento y para prevenir el fallecimiento de la paciente. Las
autoridades y las organizaciones sanitarias no se muestran de acuerdo en lo que respecta a la necesidad, la frecuencia y la cronología de
dicho cribado (v. cuadro «Práctica basada en evidencias», pág. 466). La exploración clínica de mama (ECM), la mamografía, la resonancia
magnética (RM), y la autoexploración y el autoconocimiento de las mamas (AEM y ACM,respectivamente) son los mecanismos de los que
actualmente se dispone para la detección sistemática en mujeres asintomáticas.
Resumen de recomendaciones
ECM
• Menos de 40 años de edad: cada 1-3 años
• Más de 40 años: anualmente
Mamografía
• Anual, comenzando a los 40 años y continuando mientras la mujer presente un buen estado de salud
RM
• Mujeres con alto riesgo (mutación BRCA conocida; riesgo vital superior al 20%): RM anual (además de la mamografía)
• Considérese la RM complementaria en mujeres expuestas a radiación de manto previa
AEM/ACM
• AEM opcional
• Mensual, comenzando entre los 20 y los 30 años
• La mujer debe estar familiarizada con sus mamas para referir al médico cualquier posible cambio
Capítulo 16 Mamas y axilas 461
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Re
visión D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
◆ Antecedentes menstruales: primer día del último período menstrual; edad de la menarquia y
de la menopausia; longitud del ciclo, duración del flujo y cantidad del mismo, regularidad;
síntomas mamarios asociados (secreción del pezón, dolor o molestias)
◆ Embarazo: edad en cada gestación, duración de cada embarazo, fecha del parto o del fin de la
gestación
◆ Lactancia: número de hijos que han recibido lactancia materna; duración de la misma; fecha
de la conclusión de la última lactancia; fármacos empleados en la finalización de la lactancia
◆ Menopausia: inicio, evolución, problemas asociados, problemas residuales
◆ Uso de fármacos hormonales: nombre y dosis, razones de su uso (anticoncepción, control
menstrual, alivio de síntomas de la menopausia), duración del tratamiento con hormonas,
fecha de la finalización del tratamiento
◆ Otros fármacos: con o sin receta; hormonas (estrógenos, progesterona), moduladores selectivos
de los receptores de estrógenos (MSRE) (tamoxifeno, raloxifeno), inhibidores de la aromatasa
(p. ej., anastrozol, letrozol, exemestano)
Factores de riesgo
Cáncer de mama
FACTORES NO MODIFICABLES
Edad: el riesgo aumenta con la edad.
Sexo: mujer. El cáncer de mama se desarrolla más en las mujeres que en los hombres.
Factores de riesgo genético: las mujeres con una mutación BRCA1 o BRCA2 hereditaria
presentan un riesgo de desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida comprendido entre
el 35 y el 85%.
Antecedentes personales de cáncer de mama: el cáncer en una mama aumenta el riesgo
de que se desarrolle en la otra.
Antecedentes familiares de cáncer de mama: el hecho de que un familiar de primer
grado (madre, hermana o hija) haya padecido un cáncer de mama duplica aproximadamente el
riesgo de que una mujer lo padezca también; sí son dos las familiares con cáncer, el riesgo se
quintuplica.
Biopsias de mama previas: la hiperplasia atípica o el cáncer lobular in situ (CLIS) aumentan
sustancialmente el riesgo de que se desarrolle cáncer de mama. Los cambios fibroquísticos sin
enfermedad mamaria proliferativa no afectan a dicho riesgo.
Raza: las mujeres de raza blanca presentan un riesgo más alto que las de otros grupos étnicos.
Irradiación previa de la mama: la radioterapia del área torácica para tratar otro cáncer
(como la enfermedad de Hodgkin o el linfoma no hodgkiniano) aumenta de forma significativa
el riesgo de presentar cáncer de mama.
Períodos menstruales: la menarquia antes de los 12 años o la menopausia después de los
55 aumenta ligeramente el riesgo.
Densidad de la mama: el tejido mamario puede ser denso o graso. Las mujeres de edad avanzada
que en las mamografías presentan más tejido denso están expuestas a un riesgo mayor.
Tratamiento con dietilestilbestrol (DES): las mujeres que entre los años cuarenta y
sesenta del pasado siglo fueron tratadas durante el embarazo con DES presentan un riesgo
ligeramente elevado.
FACTORES MODIFICABLES/RELACIONADOS CON EL ESTILO DE VIDA
Partos: la nuliparidad y el nacimiento del primer hijo después de los 30 años se relacionan con
un aumento del riesgo.
Tratamientos hormonales: el uso combinado de terapia hormonal sustitutiva (THS) con
estrógenos y progesterona después de la menopausia (durante más de 4 años) aumenta el riesgo.
Consumo de alcohol: el riesgo se incrementa en función de la cantidad de alcohol consumida.
Obesidad y dietas ricas en grasas: la obesidad se asocia a un aumento del riesgo, en especial
en las mujeres posmenopáusicas. La mayor cantidad de tejido graso puede incrementar los
niveles de estrógenos y la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
Falta de actividad física: las mujeres físicamente inactivas a lo largo de su vida están
expuestas a un mayor riesgo de padecer cáncer de mama.
Tomado de la American Cancer Society, 2009; National Cancer Institute, 2007.
462 Capítulo 16 Mamas y axilas
Re
visión D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
Antecedentes Familiares
◆ Cáncer de mama: parientes de primer y segundo grado; tipo de cáncer; edad en el momento
de la manifestación de la enfermedad; tratamiento y resultados; presencia conocida de BRCA1,
BRCA2 u otras mutaciones genéticas
◆ Otros cánceres: ovárico, colorrectal, síndromes de cáncer hereditario conocidos (síndrome de
cáncer de mama-ovario, CCNPH, síndrome de Li-Fraumeni o de Cowden)
◆ Otras enfermedades mamarias en familiares de ambos sexos: tipo de enfermedad; tiempo en
el que se manifestó, tratamiento y resultados
Antecedentes Personales Y Sociales
◆ Edad
◆ Prendas de sujeción de las mamas durante la realización de ejercicio y actividades deportivas
◆ Cantidad de cafeína ingerida; impacto sobre el tejido mamario
◆ Autocuidados/autoexploración de las mamas: frecuencia; momento del ciclo menstrual en el
que se llevan a cabo (cuadro 16-2); véase el cuadro «Promoción de la salud: Autocuidados y
autoexploración de la mama»
◆ Consumo de alcohol; cantidades diarias
◆ Consumo de esteroides anabólicos o marihuana
Mujeres Gestantes
◆ Sensaciones: inflamación, cosquilleo, sensibilidad
◆ Presencia de calostro y conocimiento de los cuidados que se han de aplicar a las mamas y a los
pezones durante la gestación
◆ Sujetador de soporte
◆ Conocimientos e información sobre la lactancia materna
◆ Planes de dar de mamar al bebé, experiencias, expectativas
Mujeres Lactantes
◆ Procedimientos de higiene de las mamas: uso de productos jabonosos que puedan eliminar
los lubricantes naturales y frecuencia de empleo de los mismos; preparados para el cuidado
de los pezones
◆ Uso de sujetador de soporte
◆ Pezones: sensibilidad, dolor, agrietamiento, hemorragia, retracción; problemas relacionados
con las tomas; exposición al aire
◆ Problemas asociados: congestión, escapes, taponamiento de conductos (sensibilidad y bultos
localizados), fiebre, infección; tratamiento y resultados; lactante con infección candidiásica
◆ Rutinas en las tomas: duración, frecuencia, alternancia de mamas, posiciones utilizadas
Promoción de la salud
Autocuidados y autoexploración de la mama
La autoexploración de la mama (AEM) continúa siendo una herramienta importante para la
detección del cáncer de mama. Se han de comentar a las pacientes los beneficios y las limitaciones
de esta maniobra. Las mujeres pueden observar cambios cuando son conscientes de cuáles son
sus percepciones en el tejido mamario normal y, en consecuencia, pueden notar modificaciones en
él o, también, cuando optan por autorrealizarse una exploración por etapas siguiendo una pauta
específica. La principal deducción de un reciente ensayo clínico aleatorizado es que la enseñanza
intensiva de la AEM no mejora su eficacia (Thomas et al., 2002).Todas las mujeres deben estar
familiarizadas con el estado normal de sus mamas, a fin de poder identificar de inmediato
cualquier alteración significativa y comunicarla a su médico. La American Cancer Society
recomienda que la AEM empiece a efectuarse en la tercera década de vida. La técnica para su
realización se expone en el cuadro 16-2. Cuando comente la AEM con las pacientes, es
conveniente que dedique un tiempo a repasar las recomendaciones aceptadas sobre detección
precoz del cáncer (v. cuadro 16-1) y a analizar las diversas cuestiones relacionadas con ella.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 463
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
◆ Utilización de sacaleches, frecuencia de uso
◆ Condicionantes culturales relacionados con la lactancia
◆ Alimentos y agentes medioambientales que puedan afectar a la lactancia (p. ej., chocolates,
contacto con disolventes utilizados en fotografía)
◆ Fármacos que pueden atravesar la barrera hematoencefálica (p. ej., cimetidina, clemastina,
tiouracilo); deben evaluarse los potenciales efectos secundarios sobre el lactante de todos los
fármacos, con o sin prescripción.
ADULTOS MAYORES
◆ Irritación de la piel bajo mamas colgantes, por contacto intertisular o por roce con la ropa
interior; tratamiento
◆ Tratamiento hormonal de la menopausia o durante la misma: nombre y dosis del fármaco;
duración del tratamiento
EXPLORACIÓN Y HALLAZGOS
EQUIPO
◆ Almohada pequeña o toalla doblada
◆ Regla
◆ Linterna con transiluminador
◆ En caso de secreción en los pezones, portaobjetos y fijador citológico
CUADRO 16-2
Autoexploración y autoconocimiento de las mamas
Algunas mujeres se sienten seguras procediendo a la autoexploración de la mama (AEM) de
manera regular, lo que supone la realización de un examen sistemático paso a paso del aspecto
de las mamas y las percepciones en ellas. Para otras es suficiente el autoconocimiento de las
mamas (ACM), que se basa en la observación y en la percepción, de manera menos sistemática,
al ducharse o al vestirse, o con una exploración ocasional más completa. El objetivo tanto de
la AEM como de la ACM es la detección precoz de cualquier alteración.Aunque muchos
cambios mamarios no implican la existencia de cáncer, cualquier modificación que persista
durante más de 2 semanas ha de ser comunicada al médico.
Las siguientes instrucciones para la AEM ofrecen un marco sistemático para la detección
de cambios:
1. Sitúese frente a un espejo e inspeccione ambas mamas en busca de alteraciones, como
enrojecimiento cutáneo, secreción de los pezones, arrugas, depresiones o descamación de la piel.
Los siguientes dos pasos se orientan a la observación de cambios en la forma o el contorno
de las mamas. Al abordarlos, debe percibir los músculos torácicos tensos.
2. Permaneciendo cerca del espejo, junte las manos por detrás del cuello y proyecte los codos
hacia delante.
3. A continuación, coloque las manos sobre las caderas presionando firmemente e inclínese un
poco hacia el espejo, proyectando los hombros y los codos hacia delante.
Algunas mujeres realizan la siguiente parte de la exploración en la ducha. Los dedos
humedecidos en agua jabonosa permiten apreciar mejor la textura de la piel.
4. Levante su brazo izquierdo. Utilice tres o cuatro dedos de la mano derecha para explorar la
mama izquierda con firmeza, pero suavemente y sobre toda su superficie. Comenzando en el
borde externo, presione lentamente con la parte plana de los dedos en pequeños círculos,
cubriendo poco a poco toda la mama. Proceda de modo gradual hacia el pezón.Asegúrese
de que cubre toda la superficie de la mama. Preste especial atención al área comprendida
entre la mama y la axila, incluyendo esta. Localice cualquier posible bulto o masa bajo la piel.
5. El paso 4 debe repetirse en posición tumbada. Échese de espaldas y levante el brazo izquierdo
sobre la cabeza, colocando una almohada o una toalla doblada bajo su hombro izquierdo.
Esta postura aplana la mama y facilita la exploración. Utilice el mismo movimiento circular
antes descrito.
6. Repita la operación en la mama derecha.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
464 Capítulo 16 Mamas y axilas
Una iluminación idónea es esencial para poner de manifiesto las sombras y los sutiles cambios
en el color y en la textura de la piel. Asimismo, es fundamental una adecuada exposición, la cual
requiere que la paciente se descubra hasta la cintura, ya que es necesario observar simultáneamente
ambas mamas para detectar diferencias menores que, en ocasiones, pueden resultar significativas.
Tenga en cuenta los condicionantes de pudor de la paciente y explíquele los motivos que hacen
necesaria la exposición completa. La presencia de otra persona que acompañe a la paciente en
ocasiones ayuda a facilitar la exploración y da seguridad tanto a la paciente como al médico.
Inspección
Mamas
Con el paciente sentado con los brazos apoyados suavemente sobre las caderas, inspeccione las
dos mamas, comparando el tamaño, la simetría, el contorno y el color y la textura de la piel, los
patrones venosos y las lesiones. Esta fase de la exploración se realiza tanto en las mujeres como
en los hombres. En las mujeres, levante la mano con las yemas de los dedos, inspeccionando las
caras inferior y lateral para determinar los cambios de textura y color en la piel.
La forma de las mamas femeninas es variable, de tal modo que pueden ser convexas, péndulas
o cónicas; a menudo una de ellas es ligeramente más pequeña que la otra (fig. 16-4). Las masculinas, en cambio, suelen ser uniformes a la altura de la pared torácica, aunque en algunos casos,
sobre todo en sujetos con sobrepeso, pueden presentar forma convexa.
La textura de la piel debe ser lisa, y el contorno ha de aparecer sin interrupciones. Las alteraciones de este se aprecian mejor si se comparan ambas mamas. Las retracciones y las depresiones
son indicativas de contracción de tejido fibrótico, que se produce, por ejemplo, en el carcinoma.
El aspecto de piel de naranja se asocia a edema de la mama causado por bloqueo del drenaje
Figura 16-4
Variaciones en el tamaño y contorno de la mama. A. Cónica. B. Convexa. C. Péndula. D. Grande y
péndula. E. Derecha mayor que izquierda.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 465
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
linfático en el carcinoma avanzado o inflamatorio (fig. 16-5). La piel aparece engrosada, con poros
agrandados y acentuación de las marcas cutáneas. En ocasiones, la piel sana presenta un aspecto
similar si los poros son grandes.
La red venosa puede ser visible, aunque sólo es pronunciada en las mamas de mujeres obesas
o gestantes. Los patrones venosos de ambas mamas suelen ser similares. Los que son unilaterales
a veces se deben a la dilatación de las venas superficiales, como consecuencia del flujo sanguíneo
que irriga una neoplasia maligna. Este hallazgo ha de someterse a ulteriores investigaciones.
Otras marcas o nevos presentes desde hace tiempo, sin cambios y no sensibles son de escasa
significación. Las alteraciones o las lesiones de reciente aparición han de ser estudiadas en
profundidad.
Pezones y aréolas
Inspeccione las aréolas y los pezones, tanto en las mujeres como en los hombres. Las aréolas han
de aparecer redondeadas u ovales y deben ser bilateralmente simétricas o casi. El color varía del
rosado al negro. En mujeres de piel clara, suelen adquirir una coloración marrón en el primer
embarazo, y después del mismo mantienen la tonalidad oscura. En mujeres de piel oscura, la aréola
es de color pardo/marrón antes del embarazo. Los tubérculos de Montgomery, dispersos, no sensibles y no supurantes constituyen un hallazgo habitual (fig. 16-6). Si estos no se presentan, la
superficie areolar ha de ser lisa. La piel de naranja asociada a carcinoma con frecuencia se observa
en primer lugar en la aréola.
La mayor parte de los pezones están evertidos, aunque en ocasiones los dos están invertidos
hacia el interior de la mama (fig. 16-7). Es estos casos, se debe preguntar si la inversión es un rasgo
permanente. La inversión unilateral reciente de un pezón previamente evertido es un indicio de
neoplasia maligna.
Figura 16-5
Textura de piel de naranja por
edema. (Tomado de Gallager, 1978.)
Figura 16-6
Tubérculos de Montgomery.
A. Mujer de piel clara. B. Mujer
de piel oscura. (A, tomado de
Mansel and Bundred, 1995.)
Figura 16-7
A. Pezón izquierdo invertido; pezón derecho evertido. B. Primer plano de pezón invertido. (Tomado de Lemmi and
Lemmi, 2000.)
MNEMOTECNIA
Las cinco D relacionadas
con los pezones
D Discharge
(«secreción»)
D Depression or inversion
(«depresión o
inversión»)
D Discoloration
(«decoloración»)
D Dermatologic changes
(«cambios
dermatológicos»)
D Desviation
(«desviación»):
compare los lados
opuestos
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
466 Capítulo 16 Mamas y axilas
Para detectar la retracción o la desviación de los pezones es necesaria una inspección bilateral
simultánea. La retracción se aprecia como un aplanamiento o una depresión del pezón y de la
aréola, que es indicativo de un efecto de tracción hacia el interior por la presencia de tejido
inflamatorio o neoplásico (fig. 16-8; v. también fig. 16-21). El tejido fibrótico del carcinoma
también puede modificar el eje del pezón y hacer que se oriente en una dirección distinta a la del
otro.
Los pezones tienen que ser de color homogéneo y similar al de las aréolas. Su superficie puede
ser lisa o rugosa, pero debe carecer de costras, grietas o secreción. El color de la aréola varía del
rosa claro al marrón muy oscuro o negro (fig. 16-9). La inflamación de las glándulas sebáceas de
la aréola a veces da lugar a quistes de retención, con sensibilidad dolorosa y supuración.
Práctica basada en evidencias en la exploración física
Cribado del cáncer de mama
¿Son eficaces la autoexploración mamaria (AEM), la exploración clínica de la mama (ECM), la
mamografía y la resonancia magnética (RM) en el cribado sistemático del cáncer de mama? A este
respecto es importante establecer una neta distinción entre el cribado en mujeres asintomáticas
y la valoración clínica de pacientes que presentan síntomas. Las evidencias aportadas por estudios
recientes son controvertidas y diversas.
AEM
En un ensayo controlado aleatorizado sobre instrucciones impartidas para la AEM, la incidencia
del cáncer de mama resultó ser similar en las pacientes que recibieron tales instrucciones y en
las que no las recibieron. No obstante, mujeres de ambos grupos realizaron la AEM y detectaron
en ella bultos mamarios. Las mujeres del grupo que recibió instrucciones detectaron un mayor
número de lesiones benignas.
ECM
La sensibilidad de la ECM en la detección del cáncer de mama oscila entre el 40 y el 69%,
mientras que su especificidad varía del 88 al 99%. No hay estudios en los que se hayan comparado
los resultados de la ECM y la ausencia de realización de pruebas de cribado. En un ensayo en el
que se compararon la ECM y la mamografía anuales con la mamografía sola, el riesgo relativo de
muerte registrado parecía indicar que la mamografía aporta un escaso beneficio adicional a una
ECM cuidadosa y detallada. La tasa de reducción de la mortalidad registrada en los estudios
sobre ECM y mamografía es similar a la obtenida en los estudios con mamografía sola.
MAMOGRAFÍA
Las estimaciones sobre la sensibilidad y la especificidad de la mamografía en el cribado del cáncer
de mama son variables. La sensibilidad es inferior en mujeres menores de 50 años, con mamas
más densas o sometidas a terapia hormonal sustitutiva. La especificidad aumenta para intervalos
de cribado más cortos y con disponibilidad de mamografías anteriores. Según las evidencias
registradas, la mamografía en mujeres de entre 40 y 70 años de edad reduce la mortalidad por
cáncer de mama. Los beneficios son mayores en pacientes de edad avanzada.
RM
La RM de mama es más sensible que la mamografía en el cribado del cáncer, pero también es
menos específica (con mayor tasa de falsos positivos).Actualmente no existen datos que
demuestren que la RM es eficaz como sistema de cribado en mujeres expuestas a un riesgo medio.
Así pues, en ellas, la RM se reserva para la evaluación diagnóstica. El papel de la RM en el cribado
de cáncer de mama en mujeres de riesgo alto o muy alto (como las portadoras de BRCA1/2) aún
no se conoce con exactitud, ya que no se dispone de datos sobre mejora de la mortalidad en
estas poblaciones. Sin embargo, el cribado con RM está recomendado en determinados casos de
alto riesgo (v. cuadro 16-1), debido a su elevada sensibilidad en la detección del cáncer.
Hasta que se disponga de datos más concluyentes, es importante que las pacientes conozcan
la probabilidad y la significación de los resultados falsos positivos y falsos negativos, así como
abordar con ellas la problemática relacionada con la incertidumbre, la ansiedad y el coste
económico.
Datos tomados de Humphrey et al., 2002; NCI, 2008.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 467
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Los pezones supernumerarios, más frecuentes en las mujeres de raza negra que en las caucásicas, aparecen en forma de uno o más pezones adicionales localizados a lo largo del surco
mamario embrionario (la «línea láctea») (fig. 16-10). Estos pezones y las aréolas pueden ser rosas
o marrones, normalmente son pequeños, y suelen confundirse con lunares (fig. 16-11). En raras
ocasiones, estos pezones pueden ir acompañados de tejido glandular. A veces se asocian a anomalías congénitas renales o cardíacas, en especial en las mujeres blancas.
Reinspección en distintas posiciones
Reinspeccione las mamas de la mujer en las siguientes posiciones:
◆ Sentada, con los brazos sobre la cabeza o flexionados detrás del cuello: esta postura aumenta
la tensión en el ligamento suspensorio, acentúa las posibles depresiones y pone de manifiesto
variaciones en el contorno y en la simetría (fig. 16-12, A).
◆ Sentada, con las manos presionadas contra las caderas y con los hombros rotados hacia delante
(o, alternativamente, presionando las palmas de las manos una contra la otra): esta postura
contrae los músculos pectorales, lo que puede poner de manifiesto desviaciones del contorno
y de la simetría (fig. 16-12, B y C).
◆ Sentada e inclinada hacia delante desde la cintura: esta postura también induce tensión sobre
los ligamentos suspensorios. Las mamas deben colgar a la misma altura. Esta maniobra puede
resultar particularmente útil en la valoración del contorno y de la simetría de mamas grandes,
ya que en ella estas cuelgan sueltas de la pared torácica. Cuando la paciente se incline, sujétela
de las manos (fig. 16-12, D).
En todas las posiciones, las mamas deben presentar simetría bilateral y un contorno uniforme,
y no deben observarse depresiones, retracción o desviación.
Vídeo/animación
Puede encontrar un vídeo
de las mamas y las axilas
(inspección de las mamas
en diferentes posiciones) en
Figura 16-8
Retracción lateral e inflamación
bajo la mama derecha en una
mujer asiática con cáncer de
mama. (Tomado de Mansel and
Bundred, 1995.)
Figura 16-9
Variaciones en el color de la aréola. A. Rosado. B. Marrón. C. Negro.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
468 Capítulo 16 Mamas y axilas
Figura 16-11
A. Pezón supernumerario sin tejido glandular. B. Mama y pezón
supernumerario en el lado izquierdo, y pezón supernumerario solo
en el lado derecho. (B, tomado de Mansel and Bundred, 1995.)
Figura 16-12
Inspeccione la mama en las siguientes posiciones. A. Con los brazos extendidos sobre la cabeza. B. Con las
manos presionadas sobre las caderas. C. Presionando una mano contra la otra (que es una manera alternativa
de flexionar los músculos pectorales). D. Con la paciente inclinada hacia delante desde la cintura.
Figura 16-10
A lo largo de la «línea láctea», que es un
surco embrionario, pueden aparecer
pezones y tejido supernumerarios.
(Tomado de Thompson et al., 1997.)
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 469
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Palpación
Después de una minuciosa inspección, proceda a la palpación sistemática de las mamas, de las
axilas y de las regiones supraclaviculares e infraclaviculares. La palpación de las mamas masculinas
suele ser breve, aunque no debe omitirse.
Paciente en posición sedente
«Barrido» de la pared torácica. Indique a la paciente que se coloque con los brazos sueltos
a los costados. Sitúe la palma de su mano derecha entre la clavícula derecha y el esternón de la
paciente. Deslice la mano hacia abajo desde la clavícula al pezón para percibir posibles bultos
superficiales. Repita el movimiento hasta cubrir toda la pared torácica y realice la misma operación
en el lado izquierdo con la mano izquierda (fig. 16-13).
Palpación digital bimanual. Coloque una mano, con la superficie palmar hacia arriba, bajo
la mama derecha de la paciente. Sitúe su mano de forma que sirva como superficie plana contra
la que comprimir el tejido mamario. Con los dedos de la otra mano, pase sobre el tejido de la
mama para localizar posibles bultos, comprimiéndolo entre los dedos y la mano extendida. Repita
la operación en la otra mama (fig. 16-14).
Palpación de ganglios linfáticos. Palpe los ganglios linfáticos tanto en las mujeres como en los
hombres. Para palpar las axilas, haga que el paciente se siente con los brazos flexionados por los codos.
Sujete la parte inferior del brazo del paciente con su mano izquierda mientras explora la axila con la
derecha, según se ilustra en la figura 16-15. Con la superficie palmar de los dedos penetre en profundidad en la cavidad axilar, presionando con firmeza de modo que pueda palpar rotando con suavidad
el tejido blando contra la pared torácica y los músculos de la axila. Palpe desde la punta en sentido
descendente a lo largo de la línea del sujetador, así como a lo largo de la cara interna de la parte superior
del brazo hasta el codo. Vuelva a posicionar los dedos para palpar la cara medial a lo largo de la caja
Vídeo/animación
Puede encontrar un
vídeo de las mamas y
las axilas (palpación de
ganglios linfáticos cerca
de las mamas) en
Figura 16-13
Barrido de la pared torácica. Pase la palma de la mano
desde la clavícula hasta el pezón, cubriendo el área
comprendida entre el esternón y la línea medioaxilar.
Figura 16-14
Palpación bimanual digital. Pase los dedos sobre el
tejido mamario, comprimiéndolo contra la superficie
palmar de la otra mano.
Figura 16-15
Palpación de la axila para evaluar los
ganglios linfáticos.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
470 Capítulo 16 Mamas y axilas
torácica y hacia la pared anterior, siguiendo los músculos pectorales. Recoloque los dedos a fin de palpar
la pared posterior a lo largo del borde de la escápula. Repita las mismas maniobras en sentido especular
en la otra axila.
Palpe las áreas supraclavicular e infraclavicular para detectar la presencia de ganglios agrandados. Introduzca los dedos en forma de gancho sobre la clavícula, y rótelos sobre la fosa supraclavicular en su totalidad. Haga que el paciente gire la cabeza hacia el lado que está siendo palpado
y que eleve el hombro de ese mismo lado, para que sus dedos puedan penetrar más profundamente
en la fosa. Indique al paciente que incline la cabeza hacia delante para relajar el músculo esternocleidomastoideo. Estos ganglios se consideran ganglios centinela (ganglios de Virchow), por lo que
cualquier agrandamiento de los mismos es altamente significativo. Los ganglios centinela son
indicadores de invasión de los vasos linfáticos por un carcinoma. Desplace sus dedos al área
infraclavicular y palpe a lo largo de la clavícula con un movimiento rotatorio de los dedos.
Los ganglios linfáticos no suelen ser palpables en el adulto sano. Los que sí lo son pueden ser
consecuencia de un proceso inflamatorio o maligno. Sitúe sus dedos en el área infraclavicular y
palpe a lo largo de la clavícula con un movimiento rotatorio de los dedos. Los ganglios detectados
deben describirse en función de su localización, tamaño, forma, consistencia, sensibilidad, fijación
y delineación de los bordes (v. capítulo 9).
Paciente en posición supina
Haga que la paciente levante un brazo y que lo coloque por detrás de la cabeza; a continuación,
ponga una pequeña almohada o una toalla doblada bajo el hombro, a fin de que el tejido mamario
se extienda más uniformemente sobre la pared del tórax (fig. 16-16). La posición más idónea para
la exploración es aquella en la que el pezón apunta hacia arriba en perpendicular. En ocasiones,
las mujeres con mamas grandes tienen que doblarse hacia atrás ligeramente para alcanzar esta
posición. Palpe cada mama por separado.
Proceda a la palpación de las áreas de tejido mamario para percibir posibles bultos o ganglios
(cuadro 16-3). Recuerde que el tejido mamario se extiende desde la segunda o la tercera costilla
hasta la sexta o la séptima, y desde el borde esternal hasta la línea medioaxilar. Es esencial incluir
la cola de Spence en la palpación. Debe tener en cuenta que la mayoría del tejido glandular se
localiza en el cuadrante superior externo de la mama y que el tejido se extiende desde este cuadrante hasta la axila, formando la cola de Spence.
Palpe con las yemas de los dedos, ya que son más sensibles que las puntas. Realice una palpación
sistemática, presionando suave pero firmemente sobre la pared torácica, al tiempo que rota sus
dedos en sentido horario o antihorario. En cada punto, mientras procede a la rotación de los dedos,
presione hacia dentro utilizando tres niveles de profundidad de palpación: leve, a continuación
media y, finalmente, profunda. La selección exacta de la secuencia de palpación no es fundamental,
aunque un planteamiento sistemático a este respecto ayuda a garantizar que todas las porciones de
la mama son exploradas. La figura 16-17 ilustra los tres métodos que suelen utilizarse. En la técnica
de la banda vertical, comience por la parte superior de la mama y palpe toda la extensión vertical de
la mama, primero hacia abajo y después hacia arriba. En la técnica de círculos concéntricos, se
comienza en el borde exterior del tejido mamario y se van realizando movimientos en espiral hacia
el pezón. En cuanto al método de cuña, en él se palpa desde el centro de la mama en sentido radial
y se vuelve a la aréola para iniciar cada desplazamiento hacia el exterior. Independientemente del
Vídeo/animación
Puede encontrar un
vídeo de las mamas y las
axilas (pautas para la
palpación de mamas) en
Figura 16-16
Posición supina para la palpación.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 471
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 16-17
Diferentes métodos para la palpación de la mama. A. De arriba abajo, en desplazamientos verticales.
B. Palpación en círculos concéntricos. C. Palpación desde el centro con desplazamientos radiales.
CUADRO 16-3
Documentación de masas mamarias
Si se percibe una masa mamaria, debe determinarse su localización, tamaño, forma,
consistencia, sensibilidad, movilidad, delineación de bordes y retracción (v. figs. 16-21 y 16-22).
En determinadas masas, puede emplearse transiluminación para confirmar la presencia de
líquido. Estas características no son diagnósticas por sí mismas pero, junto con una anamnesis
detallada, ofrecen una información clínica importante para establecer correlaciones con los
hallazgos de las pruebas diagnósticas.
Describa cualquier masa o bulto, especificando las siguientes características:
• Localización: con referencias a la esfera de un reloj y con indicación de la distancia al pezón
• Tamaño: en centímetros: longitud anchura, grosor
• Forma: redondeada, discoide, lobular, estrellada, regular o irregular
• Consistencia: firme, blanda, dura
• Sensibilidad dolorosa
• Movilidad: móvil (¿en qué direcciones?) o fija en la piel o la fascia subyacente
• Bordes: bien o mal definidos
• Retracción: presencia o ausencia de depresión; contorno alterado
En todas las masas de nueva detección, solitarias o dominantes, se han de realizar las
pertinentes pruebas diagnósticas.
Promoción de la salud
¿Puede prevenirse el cáncer de mama?
Hasta la fecha no se dispone de un medio para prevenir con ciertas garantías el cáncer de
mama. La mejor estrategia preventiva es reducir la exposición a factores de riesgo siempre que
sea posible. Mantener un peso idóneo, hacer ejercicio con regularidad, reducir la ingesta de
alcohol a no más de una bebida al día para las mujeres y evitar los tratamientos hormonales
combinados posmenopáusicos son medidas que contribuyen a aminorar el riesgo.
En mujeres con riesgo elevado de padecer la enfermedad se puede considerar la
quimioprevención. Se ha demostrado que el tamoxifeno reduce ese riesgo en más del 50%
(Fisher et al., 1998). El raloxifeno es igualmente efectivo en la reducción del riesgo de padecer
cáncer de mama invasivo (Vogel et al., 2006). Las pacientes con tasas de riesgo muy elevadas
pueden optar por una mastectomía profiláctica, que hace disminuir el riesgo en un 90%
(Hartmann et al., 2001).
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
472 Capítulo 16 Mamas y axilas
método empleado, deslice siempre sus dedos de un punto a otro. No los levante de la superficie del
tejido mamario, ya que al hacerlo puede dejar de explorar una parte del mismo.
A veces las lesiones iniciales son muy pequeñas, y sólo son detectables mediante una técnica
de exploración meticulosa. Si se percibe una masa, se deben observar sus características y palpar
sus dimensiones, su consistencia y su movilidad (figs. 16-18 y 16-19; v. cuadro 16-3). La transiluminación puede utilizarse para confirmar la presencia de líquido en determinadas masas. Véase
también el cuadro «Promoción de la salud» de la página 471.
Después de concluir la exploración, vuelva al pezón y, con dos dedos, presione levemente hacia
dentro el tejido hasta una zona situada por debajo de la aréola. Sus dedos y el tejido deben desplazarse con facilidad hacia dentro (fig. 16-20).
Figura 16-18
A. Palpación para valorar la consistencia de una lesión mamaria. B. Palpación para delimitar los bordes de una
masa mamaria. C. Palpación para evaluar la movilidad de la masa mamaria.
Figura 16-19
A. Signos clínicos de cáncer. B. Retracción del pezón y depresión de la piel. (B, tomado de Lemmi and Lemmi, 2000.)
Figura 16-20
Depresión del pezón por debajo
de la aréola.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 473
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
La compresión de los pezones sólo debe realizarse cuando la paciente refiera secreción espontánea en ellos. Determine si la misma es bilateral o unilateral. Utilice una lente de aumento para
observar el pezón de cerca y poder precisar si dicha secreción procede de un solo conducto o de
varios. Entre los rasgos que pueden ser motivo de preocupación se cuenta la secreción espontánea
unilateral de un solo conducto. La figura 16-21 muestra diversos tipos de secreción del pezón.
Tome una muestra sobre un portaobjetos para proceder a su evaluación citológica.
Mujeres. El tejido mamario de la mujer adulta se percibe denso, firme y elástico. Entre las
variaciones esperadas cabe citar la percepción lobular del tejido glandular (bultos blandos ni
aislados dispersos de forma difusa por dicho tejido) y la percepción granular fina del tejido
mamario en mujeres mayores. En ocasiones, a lo largo del margen inferior de la mama se detecta
un reborde transversal firme de tejido comprimido (el borde inframamario). Es fácil que este se
confunda con una masa. El patrón cíclico de agrandamiento mamario, aumento de la nodularidad
y sensibilidad dolorosa es una respuesta característica a los cambios hormonales que se producen
durante el ciclo menstrual. Considere cuándo presenta la mujer este ciclo, ya que es más probable
que los cambios se registren antes de la menstruación y durante la misma. En la semana siguiente
a ella es cuando son menos manifiestos. La técnica de exploración de las pacientes que han sido
sometidas a mastectomía se describe en el cuadro 16-4.
Hombres. En la mayoría de los hombres cabe prever la percepción de una fina capa de tejido
graso sobre el músculo. Los pacientes obesos presentan una capa adiposa más gruesa, que da a la
mama un aspecto engrosado. En algunos hombres se percibe un disco de tejido glandular firme.
INFORMACIÓN CLÍNICA
Compresión del pezón
La compresión del pezón
para provocar secreción
ya no forma parte de la
exploración clínica de
rutina de la mama. Muchas
circunstancias benignas,
como la lactancia previa o
la estimulación de los
pezones en la actividad
sexual, pueden inducir
secreción del pezón al
comprimirlo.
LACTANTES
Las mamas de numerosos recién nacidos sanos, tanto niños como niñas, aparecen agrandadas
durante un breve período. El agrandamiento puede notarse en el nacimiento y se debe a la transferencia pasiva de estrógenos por parte de la madre. Si se comprime con suavidad el botón
mamario, a veces se exprime una pequeña cantidad de líquido transparente o lechoso que se
Figura 16-21
Tipos de secreción del pezón. A. Secreción lechosa. B. Secreción pegajosa de diferentes colores. C. Secreción purulenta.
D. Secreción acuosa. E. Secreción serosa. F. Secreción serosanguinolenta. (Tomado de Gallager, 1978.)
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
474 Capítulo 16 Mamas y axilas
conoce como «leche de bruja». Este engrosamiento rara vez tiene un diámetro superior a 1-1,5 cm
y puede palparse con facilidad por debajo del pezón. Suele desaparecer en 2 semanas y muy pocas
veces persiste más allá de los 3 meses de vida.
ADOLESCENTES
Las mamas derecha e izquierda de la joven adolescente a veces no se desarrollan a la misma
velocidad. Indique a la joven que esta asimetría es normal y que su desarrollo mamario es el
adecuado. En el capítulo 5 se describen las etapas de dicho desarrollo. El tejido mamario de la
adolescente se percibe homogéneo, denso, firme y elástico. Aunque las neoplasias malignas en este
grupo de edad son poco frecuentes, la exploración de rutina constituye un excelente medio para
instruir a la joven sobre la forma de realizarla y para reforzar su confianza en este contexto.
Comenzar a practicar la autoexploración sirve, además, para fomentar la instauración de un hábito
que debe mantenerse durante toda la vida.
CUADRO 16-4
Exploración de la paciente sometida a mastectomía
• La paciente sometida a mastectomía presenta requerimientos de exploración especiales.
Además de explorar la mama no afectada según el procedimiento habitual, debe examinar
la localización de la mastectomía, con particular atención a la cicatriz. Si la neoplasia maligna
recidiva, ello puede suceder en la cicatriz.Tenga en cuenta que una mujer mastectomizada
a veces se siente incómoda al quitarse el sujetador o la prótesis, si la utiliza.
• Inspeccione el sitio de la mastectomía y la axila para detectar signos de inflamación, bultos,
engrosamientos, enrojecimiento, cambios de color, exantema o irritación de la cicatriz.
Observe la presencia de posible pérdida de músculo o de linfedema, que pueden registrarse
en función del tipo y el alcance de la cirugía.
• Palpe la cicatriz quirúrgica con dos dedos realizando pequeños movimientos circulares para
detectar inflamación, bultos, engrosamiento o sensibilidad dolorosa.A continuación, palpe la
pared torácica con tres o cuatro dedos, con un movimiento de barrido del área, cuidando
de no pasar por alto cualquier posible mancha. Puede haber tejido mamario residual
intercostal. Coloque los dedos a los lados de cada costilla y desplácelos a lo largo de las
costillas anteriores, mediante un movimiento de frotamiento. Utilice las yemas de los dedos,
no las puntas; por último, palpe para detectar ganglios linfáticos en las regiones axilar,
supraventricular e infraventricular.
• Si la paciente se ha sometido a una reconstrucción o a un aumento de mama o a una
mastectomía, proceda a la exploración mamaria según el procedimiento habitual, con
especial atención a las cicatrices y a las nuevas formaciones de tejido.
• Indique a la paciente que demuestre su conocimiento de la manera de realizar la
autoexploración. La autoexploración mensual regular es un elemento esencial del programa
de salud general de estas pacientes.
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 475
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
En la pubertad, muchos hombres adolescentes presentan masas subareolares unilaterales o
bilaterales. Estas aparecen firmes, a veces con sensibilidad dolorosa, por lo que suelen ser motivo
de preocupación para el joven y sus padres. Indíqueles que estos botones mamarios desaparecen
espontáneamente, en general en el plazo de 1 año. Rara vez aumentan de tamaño hasta el punto
de constituir un condicionante estético.
Sin embargo, los hombres pubescentes presentan en ocasiones ginecomastia, un agrandamiento
inhabitual e inesperado de las mamas, que sí resulta significativo. Afortunadamente, suele ser
transitoria y benigna, y remite de manera espontánea. Cuando el agrandamiento es exagerado,
puede corregirse quirúrgicamente, en virtud de criterios psicológicos o estéticos. En casos poco
habituales se hace necesaria la biopsia, a fin de descartar la presencia de cáncer. La ginecomastia
a veces se asocia al consumo de fármacos o drogas, y en tal caso sus síntomas remiten tras la
interrupción del mismo.
MUJERES GESTANTES
Durante el embarazo, son múltiples los cambios que se registran en las mamas. La mayoría se
hacen patentes en el primer trimestre. La gestante puede experimentar una sensación de hinchazón, con cosquilleo, sensibilidad y aumento bilateral de tamaño. Es importante asegurarse de
que la paciente utiliza un soporte suficiente, con un sujetador idóneo. A medida que el aumento
del tamaño mamario avanza, es necesario adaptar el tamaño y el tipo de sujetador.
Generalmente, los pezones se engrosan y están más eréctiles de lo normal. A medida que avanza
el embarazo, los pezones pueden quedar aplanados o invertidos. A veces se hace evidente una
costra sobre los mismos, producida por el calostro seco. Al inspeccionar las mamas, es previsible
que las aréolas aparezcan más anchas y oscuras de lo habitual. Los tubérculos de Montgomery son
frecuentes (fig. 16-22).
La palpación revela modularidad gruesa, y las mamas se perciben como lobulares, debido a la
hipertrofia de los alvéolos mamarios. Las venas subcutáneas dilatadas pueden crear una red de
trazados azulados sobre las mamas.
En ocasiones, durante el segundo trimestre se desarrollan arañas vasculares en la parte superior
del tórax, en los brazos, en el cuello y en la cara, como consecuencia de los elevados niveles de
estrógenos circulantes. Las arañas son de tono azulado y no desaparecen cuando se presionan.
Puede haber estrías derivadas del estiramiento inducido por el aumento del tamaño mamario.
Figura 16-22
Cambios mamarios durante la
gestación. A. Obsérvense la red
venosa, la aréola y los pezones
oscurecidos, y la araña vascular.
B. Aumento de la pigmentación y
desarrollo de glándulas sebáceas
elevadas conocidas como
tubérculos de Montgomery.
C. Pigmentación manifiesta
en una mujer de piel oscura.
(B y C, tomados de Symonds and
Macpherson, 1994.)
EXPLORACIÓN Y HALLAZG
O
S
476 Capítulo 16 Mamas y axilas
Resúmenes de
exploración en
formato audio
Puede encontrar una
revisión de los pasos necesarios
para llevar a cabo una exploración
física de las mamas y las axilas
en http://evolve.elsevier.
com/Seidel, en formato PDF
imprimible u otros formatos
descargables.
MUJERES LACTANTES
Durante la lactancia, es importante valorar si las mamas cuentan con un soporte suficiente,
aportado por un sujetador adecuadamente ajustado. Palpe las mamas para determinar su consistencia. Las que están inflamadas, firmes, densas y ligeramente engrosadas a veces pueden
quedar congestionadas. Si ocurre esto, se percibirán duras, calientes, agrandadas, lustrosas y
doloridas. La congestión no es un hallazgo infrecuente en las primeras 24 a 48 h después de que
las mamas se llenen de leche; no obstante, si se desarrolla más tarde puede ser un indicio de una
posible mastitis.
Los conductos laticíferos obstruidos se registran con relativa frecuencia en las mujeres lactantes.
La obstrucción puede ser consecuencia de un vaciamiento inapropiado de la mama o del uso de
un sujetador demasiado ajustado. El conducto obstruido da lugar a la aparición de una mancha
oscura, que a veces se percibe como abultada y caliente. Las tomas frecuentes y/o la expresión de
la leche, además de la aplicación de calor, contribuyen a abrir el conducto. Una obstrucción de un
conducto que no sea adecuadamente atendida es una causa potencial de mastitis.
Explore los pezones para detectar signos de irritación (enrojecimiento y sensibilidad dolorosa)
y ampollas o petequias, que son precursoras de un agrietamiento manifiesto. Los pezones agrietados se muestran doloridos y a veces sangran. Los de color claro no son más propensos a presentar
lesiones debidas a la lactancia que los más oscuros. Las lesiones asociadas a la lactancia se relacionan con la colocación del pezón en la boca del lactante.
Después del embarazo y de la lactancia se produce una regresión de estas alteraciones. Las
aréolas y los pezones tienden a mantener la coloración oscura, y las mamas quedan menos firmes
que antes de la gestación.
ADULTOS MAYORES
En mujeres posmenopáusicas, las mamas pueden aparecer aplanadas, alargadas o péndulas sobre
la pared torácica, debido a la atrofia del tejido glandular y a la relajación de los ligamentos suspensorios. Una percepción granular fina a la palpación reemplaza a la percepción lobular en el
tejido glandular. El borde inframamario se engrosa y a veces se nota fácilmente. Los pezones se
hacen más pequeños y aplanados.
En ocasiones, la terapia hormonal sustitutiva da lugar al desarrollo de quistes mamarios llenos
de líquido, que pueden ser dolorosos.
Muestra de documentación
Anamnesis y exploración física
SUBJETIVA
Una mujer de 42 años de edad notó un bulto en la mama derecha la semana pasada. No
refiere secreción del pezón ni cambios cutáneos.Afirma que una mamografía que le fue
realizada hace 2 años fue normal. Nunca había presentado bultos mamarios con anterioridad.
En ese momento está en los últimos días del ciclo menstrual. Sintió sensibilidad dolorosa en
las mamas antes de la menstruación, pero hoy no siente dolor. Sin antecedentes familiares de
cáncer de mama o cánceres relacionados.
OBJETIVA
Mamas: tamaño moderado, de forma cónica, la izquierda algo mayor que la derecha. Sin
lesiones cutáneas. Contorno regular sin depresiones ni retracción; patrón venoso
simétrico. Pezones simétricos, sin secreción; tubérculos de Montgomery bilaterales. Tejido
denso, en especial en los cuadrantes superiores; masa blanda de 3 × 3 × 2 cm en el
cuadrante inferior izquierdo de la mama derecha, a 5 cm del pezón. Móvil, no sensible,
con bordes uniformes. No se obtiene secreción al presionar el pezón. Sin Linfoadenopatía
supraclavicular, infraclavicular o axilar.
Para una muestra de documentación adicional, véase el capítulo 26.
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 477
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ANOMALÍAS
BULTOS MAMARIOS
Véase el cuadro «Diagnóstico diferencial» para obtener detalles sobre las distinciones entre cambios fibroquísticos, fibroadenomas y
cáncer de mama
Cambios fibroquísticos
Formación de quistes benignos llenos de líquido debidos a engrosamiento de los conductos
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Habitualmente bilaterales y múltiples
◆ Más frecuentes en mujeres de entre
30 y 55 años de edad
◆ Asociados a prolongación de las fases
folicular o lútea del ciclo menstrual
◆ Mamas sensibles y dolorosas y/o bultos
palpables que fluctúan con la
menstruación
◆ Suelen empeorar premenstrualmente
◆ Masas redondeadas, blandas o firmes, móviles
y con bordes bien delimitados
◆ Habitualmente sensibles
◆ Normalmente bilaterales
◆ Múltiples o aislados
Fibroadenoma
Tumor benigno compuesto por elementos estromales y epiteliales representativos de un proceso hiperplásico o proliferativo en una
sola unidad de los conductos terminales
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se desarrolla en chicas y en mujeres de
cualquier edad durante sus años
reproductivos
◆ Después de la menopausia, los tumores
remiten con frecuencia
◆ Bultos indoloros que no fluctúan con
el ciclo menstrual
◆ Pueden ser asintomáticos, y son
descubiertos en la exploración clínica
de la mama o en la mamografía
◆ Masas redondeadas o discoides, firmes,
elásticas y móviles con bordes bien perfilados
◆ Habitualmente no sensibles
◆ Normalmente bilaterales
◆ Aislados; pueden ser múltiples
◆ Es común realizar una biopsia para descartar
un carcinoma
Diagnóstico diferencial
Signos y síntomas de las masas mamarias
Cambios
fibroquísticos Fibroadenoma Cáncer
Intervalo de edad
(años)
De 20 a 49 De 15 a 55 De 30 a 80
Presentación Habitualmente bilateral Habitualmente bilateral Habitualmente unilateral
Número Múltiples o únicos Único; en ocasiones,
múltiple
Único
Forma Redondeada Redondeada o discoide Irregular o estrellada
Consistencia Blanda o firme; tensa Firme, elástica Dura, pétrea
Movilidad Móviles Móvil Fijo
Signos de retracción Ausentes Ausentes A menudo presentes
Sensibilidad
dolorosa
Habitualmente
sensibles
Habitualmente no sensible Habitualmente no
sensible
Bordes Bien perfilados Bien perfilados Mal perfilados,
irregulares
Variación en la
menstruación
Sí No No
A
N
O
MALÍA
S
478 Capítulo 16 Mamas y axilas
Tumores de mama malignos
El carcinoma ductal se desarrolla a partir del revestimiento epitelial de los conductos; el lobular se origina en el tejido glandular
de los lóbulos
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Las mutaciones normales dan lugar a
una división celular descontrolada y a la
formación de tumor; a medida que este
crece e infiltra los tejidos circundantes,
aparecen metástasis en los sistemas
linfático y vascular
◆ Máxima incidencia entre los 40 y los
75 años de edad; la mayoría de los
tumores se registran en mujeres
mayores de 50 años
◆ Bulto indoloro; cambia el tamaño, la forma
o el contorno de la mama
◆ Si se ven afectados los ganglios linfáticos,
la axila puede presentar sensibilidad
dolorosa
◆ Pueden ser asintomáticos y son
descubiertos en la exploración clínica de
la mama o en la mamografía
◆ Puede haber una masa palpable,
generalmente aislada; unilateral, de forma
irregular o estrellada, con bordes mal
perfilados; fija, dura o pétrea y no sensible
◆ La mama puede presentar depresiones,
retracción o vasculatura prominente
◆ En ocasiones, la piel aparece como piel de
naranja o engrosada
◆ El pezón puede estar invertido o desviado
(fig. 16-23)
Necrosis grasa
Bulto mamario benigno que se desarrolla en respuesta a una lesión local
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Grasa y residuos celulares necróticos
que se hacen fibróticos y pueden
contraerse y formar una cicatriz
◆ Antecedentes de traumatismo mamario
(incluida cirugía)
◆ Bulto indoloro
◆ Masa firme irregular, que a menudo aparece
como un área de decoloración (fig. 16-24)
◆ Puede asemejarse a una neoplasia maligna
de mama en la exploración clínica o en
radiografías de mama, y en tal caso es
necesario realizar una biopsia diagnóstica
Figura 16-23
A. Paciente con bulto y retracción del pezón en la mama izquierda. B. Paciente con alteración de la elevación del pezón por
cáncer en la mama izquierda. (Tomado de Mansel and Bundred, 1995.)
Figura 16-24
Necrosis grasa presentada como masa
dura en la mama tras un episodio
traumático, suficiente para causar un
hematoma. (Tomado de Mansel and
Bundred, 1995.)
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 479
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
PEZONES Y ARÉOLAS
Papilomas intraductales y papilomatosis
Tumores benignos de los conductos subareolares que inducen secreción en los pezones
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La hiperplasia epitelial produce un tumor
de tipo verrugoso en un conducto
laticífero
◆ De 2 a 3cm de diámetro
◆ Los tumores pueden ser aislados o
múltiples
◆ Secreción espontánea del pezón
◆ Habitualmente unilateral
◆ Normalmente serosa o sanguinolenta
◆ Secreción unilateral de un solo conducto
provocada en la exploración física
◆ Puede estar presente o no una masa por
detrás del pezón
◆ Pueden ser o no necesarias la escisión y la
exploración de la masa par descartar una
neoplasia maligna
Ectasia de los conductos
Alteración benigna de los conductos areolares que produce secreción ductal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Los conductos subareolares se dilatan
y se bloquean con epitelio secretor
descamante, residuos necróticos y células
inflamatorias crónicas
◆ Se produce sobre todo en mujeres
posmenopáusicas
◆ Secreción espontánea de los pezones,
unilateral o bilateral
◆ Frecuentemente de color pardo o
verdoso
◆ Puede ser pegajosa
◆ Secreción de los pezones de un solo
conducto o multiductal, unilateral o bilateral,
provocada por la exploración física
◆ Puede aparecer o no una masa debajo del
pezón
◆ Las mamas pueden ser o no sensibles
◆ En ocasiones, hay retracción de los pezones
Galactorrea
Lactancia no asociada a maternidad
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Niveles elevados de prolactina, que da
lugar a producción de leche, y se produce
como consecuencia de la interrupción de
la comunicación entre la hipófisis y el
hipotálamo
◆ Entre las causas frecuentes se cuentan
tumores secretores hipofisarios,
enfermedades sistémicas, numerosos
fármacos y productos herbales, trastornos
fisiológicos o procesos locales
◆ Secreción espontánea de los pezones,
generalmente bilateral y serosa o
lechosa
◆ Posible relación con antecedentes
médicos: amenorrea, embarazo,
postaborto, hipotiroidismo, síndrome
de Cushing, insuficiencia renal crónica
◆ Posibles antecedentes farmacológicos:
fenotiacinas, antidepresivos tricíclicos,
algunos antihipertensivos, estrógenos,
bloqueadores de los receptores de
hidrógeno, marihuana, anfetaminas,
opiáceos
◆ Posibles antecedentes fisiológicos:
lactancia, estrés, deshidratación,
ejercicio, estimulación del pezón
◆ Secreción multiductal de los pezones, que
puede ser o no provocada por la exploración
física (fig. 16-25)
◆ Sin masas
Figura 16-25
Galactorrea producida por un tumor hipofisario secretor de
prolactina. (Tomado de Mansel and Bundred, 1995.)
A
N
O
MALÍA
S
480 Capítulo 16 Mamas y axilas
Enfermedad de Paget
Manifestaciones superficiales de carcinoma ductal subyacente
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Aspereza en los pezones, las aréolas y la
piel circundante
◆ Parcheamiento rojizo, escamoso y costroso
en los pezones, las aréolas o la piel
circundante (fig. 16-26)
◆ Puede ser unilateral o bilateral
◆ Parece eccematoso, aunque se diferencia
del eccema por no responder a los
esteroides
Mastitis
Inflamación e infección del tejido mamario
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La mayor parte de las infecciones son
estafilocócicas, a menudo por
Staphylococcus aureus
◆ Es más frecuente en mujeres lactantes
después del establecimiento de la leche,
generalmente en la segunda o tercera
semana después del parto; no obstante,
puede producirse en cualquier momento
◆ En ocasiones se forma un absceso
◆ Se caracteriza por el desarrollo repentino
de inflamación, sensibilidad dolorosa,
enrojecimiento y calor en la mama
◆ Habitualmente, se acompaña de escalofríos
y fiebre
◆ Sensibilidad dolorosa, masa mamaria dura,
con un área de fluctuación eritema y calor
◆ Puede haber secreción de pus (supuración)
◆ Absceso lleno de pus subyacente que
puede dar lugar a coloración azulada en la
piel (fig. 16-27)
Figura 16-26
Enfermedad de Paget. (Tomado de Habif, 2004.)
Figura 16-27
Mastitis. (Tomado de Lemmi and Lemmi, 2000.)
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 16 Mamas y axilas 481
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Ginecomastia
Agrandamiento mamario en los hombres
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Debida a un aumento de la grasa corporal;
a un desequilibrio hormonal en la
pubertad o durante el envejecimiento; a
tumores testiculares, hipofisarios o
secretores de hormonas; a insuficiencia
hepática o a diversos fármacos y drogas,
entre los que se cuentan esteroides
anabólicos, marihuana, ciertos
antihipertensivos y antipsicóticos o
agentes que contienen estrógenos o
antiandrógenos
◆ Cuando los niveles de testosterona están
bajos en comparación con los de
estrógenos, el crecimiento mamario es
mayor o más patente
◆ El aumento de la grasa corporal, que da
lugar a incremento de los estrógenos,
también puede inducir un mayor
desarrollo mamario
◆ Agrandamiento mamario (figs. 16-28 y
16-29)
◆ Antecedentes destacables de consumo
de fármacos
◆ Disco blando de tejido mamario, uniforme,
firme y móvil, localizado tras la aréola
◆ Generalmente no es sensible
◆ Puede ser unilateral o bilateral
◆ La cantidad de tejido mamario es variable: en
ocasiones se trata de una pequeña
proliferación en torno a la aréola y al pezón,
mientras que otras veces es posible que se
desarrollen mamas más grandes de apariencia
«femenina»
NIÑOS
TELARQUIA PREMATURA
Agrandamiento de las mamas en niñas antes de la pubertad
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Causa desconocida
◆ Las mamas continúan desarrollándose
lentamente durante la infancia hasta
alcanzar su plena evolución durante la
adolescencia
◆ Agrandamiento mamario ◆ El grado de agrandamiento puede ser muy
pequeño o equivalente al desarrollo mamario
pleno
◆ Suele ser bilateral
◆ Los demás signos de maduración sexual a
veces están ausentes
Figura 16-28
Ginecomastia del adulto. (Tomado de Mansel and Bundred, 1995.)
Figura 16-29
Ginecomastia prepuberal, pequeña y subareolar.
(Por cortesía de Wellington Hung, MD, Children’s
National Medical Center, Washington, DC.)
482
Capítulo
© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
La exploración abdominal se realiza como parte de la exploración física completa o cuando un paciente
consulta con síntomas o signos de una enfermedad abdominal. Supone las habilidades de exploración
fundamentales en una secuencia particular: inspección, auscultación, percusión y palpación. Se utilizan otras técnicas para detectar enfermedad abdominal grave. Durante la exploración abdominal se
debe prestar mucha atención al nivel de comodidad y al grado de sufrimiento del paciente.
Abdomen 17
Media link
Pueden encontrarse vídeos, listas de comprobación, resúmenes de exploración y otros recursos
útiles en la página web complementaria: http://evolve.elsevier.com/Seidel.
• Audios y videos de exploración física
• Impresos para la práctica: guías para la
educación del paciente
• Guías de evaluación
• Listas de comprobación de los antecedentes
y de la exploración física
• Pruebas interactivas
• Cuadros de información clínica
• Guías de factores de riesgo
• Resúmenes de exploración descargables
para PDA, imprimibles y en formato audio
• Calculadoras instantáneas
Sinopsis de exploración física
A continuación puede leer una sinopsis de los pasos necesarios para llevar a cabo una exploración física del abdomen.
Estos procedimientos se explican detalladamente en este
capítulo y están disponibles en (http://evolve.elsevier.
com/Seidel) en formato PDF imprimible o en formatos descargables
para PDA, iPod o Smartphone.
ABDOMEN
1. Inspeccione el abdomen para determinar lo siguiente (v. págs.
493-496):
• Características de la piel
• Patrones de retorno venoso
• Simetría
• Movimiento superficial
2. Inspeccione los músculos abdominales cuando el paciente levanta
la cabeza para detectar la presencia de lo siguiente (v. pág. 496):
• Masas
• Hernias
• Separación de los músculos
3. Ausculte con el diafragma del estetoscopio para determinar lo
siguiente (v. págs. 496-497):
• Ruidos intestinales
4. Ausculte con la campana del estetoscopio para determinar lo
siguiente (v. pág. 497):
• Soplos sobre las arterias aorta, renales y femorales
5. Percuta el abdomen para determinar lo siguiente (v. págs. 497-499):
• Tono en los cuatro cuadrantes (o las nueve regiones)
• Bordes del hígado para estimar su amplitud
• Matidez esplénica en la línea medioaxilar izquierda
• Burbuja aérea gástrica
6. Palpe superficialmente en todos los cuadrantes o regiones para
determinar lo siguiente (v. págs. 499-501):
• Resistencia muscular
• Dolor a la palpación
• Masas
7. Realice palpación profunda para determinar lo siguiente (v. págs.
501-505):
• Protrusiones y masas alrededor del ombligo y del anillo umbilical
• Borde hepático en el borde costal derecho
• Vesícula biliar debajo del borde hepático en el borde lateral del
músculo recto
• Bazo en el borde costal izquierdo
• Riñones derecho e izquierdo
• Pulsación aórtica en la línea media
• Otras masas
8. Con el paciente sentado, percuta los ángulos costovertebrales
izquierdo y derecho para detectar dolor renal a la palpación
(v. pág. 499).
A
NATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 17 Abdomen 483
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
La cavidad abdominal contiene algunos de los órganos vitales del cuerpo (fig. 17-1). El peritoneo,
una membrana serosa, tapiza la cavidad y forma una cubierta protectora para muchas de las
estructuras abdominales. Los dobles pliegues del peritoneo alrededor del estómago constituyen
los epiplones mayor y menor. El mesenterio, un pliegue del peritoneo con forma de abanico,
recubre la mayor parte del intestino delgado y lo ancla a la pared abdominal posterior.
Tubo digestivo
El tubo digestivo es un tubo de aproximadamente 8,3 m de longitud que va desde la boca hasta
el ano e incluye el esófago, el estómago y los intestinos delgado y grueso. Su función es ingerir y
digerir el alimento; absorber nutrientes, electrólitos y agua; y excretar productos de desecho. El
alimento y los productos de la digestión se desplazan a lo largo del tubo digestivo por el peristaltismo bajo el control del sistema nervioso autónomo.
El esófago es un tubo plegable de aproximadamente 25 cm de longitud que conecta la faringe
con el estómago. El esófago desciende por la cavidad mediastínica inmediatamente posterior a la
tráquea, atraviesa el diafragma y entra en el estómago en el orificio cardial.
El estómago está en posición transversa en la cavidad abdominal superior, inmediatamente
debajo del diafragma. Está formado por tres secciones: el fondo, que está por encima y a la
izquierda del orificio cardial; los dos tercios medios, o cuerpo; y el píloro, la porción más distal,
que se estrecha y acaba en el orificio pilórico. El estómago secreta ácido clorhídrico y enzimas
digestivas que escinden las grasas y las proteínas. La pepsina digiere las proteínas, mientras que la
lipasa gástrica actúa sobre las grasas emulsionadas. En el estómago se produce poca absorción.
El intestino delgado, de aproximadamente 6,4 m de longitud, comienza en el píloro. Enroscado
en la cavidad abdominal, se une al intestino grueso en la válvula ileocecal. Los primeros 30 cm del
intestino delgado, el duodeno, forman una curva en forma de C alrededor de la cabeza del páncreas. El colédoco y el conducto pancreático se abren en el duodeno en la papila duodenal,
aproximadamente 7,5 cm distal al píloro gástrico. Los siguientes 2,4 m del intestino, el yeyuno, se
hacen cada vez más grandes y gruesos. El íleon supone los 3,7 m restantes del intestino delgado.
La válvula ileocecal entre el íleon y el intestino grueso impide el flujo retrógrado de material
fecal.
El intestino delgado realiza la digestión por la acción de enzimas pancreáticas, bilis y otras
diversas enzimas. Los nutrientes se absorben por la mucosa del intestino delgado, cuya área
superficial funcional aumenta mucho por sus pliegues circulares y vellosidades.
El intestino grueso comienza en el ciego, un fondo de saco ciego de aproximadamente 5 a
7,5 cm de longitud. El contenido del íleon se vacía en el ciego a través de la válvula ileocecal, y el
apéndice vermiforme se extiende desde la base del ciego. El colon ascendente sube desde el ciego
a lo largo de la pared abdominal posterior hasta la superficie inferior del hígado, girando hacia la
línea media (la flexura hepática) y transformándose en el colon transverso. El colon transverso
atraviesa la cavidad abdominal hacia el bazo, girando hacia abajo en la flexura esplénica. El colon
descendente continúa a lo largo de la pared abdominal izquierda hasta el borde de la pelvis, donde
gira en dirección medial e inferior para formar el colon sigmoide, en forma de S. El recto se
extiende desde el colon sigmoide hasta los músculos del suelo de la pelvis, continúa como canal
anal y finaliza en el ano.
El intestino grueso mide aproximadamente 1,4-1,8 m de longitud y tiene un diámetro de
6,3 cm. Sus principales funciones son absorber agua y transportar productos de desecho. Hay
glándulas mucosas que secretan grandes cantidades de moco alcalino que lubrican el contenido
intestinal y neutralizan los ácidos que forman las bacterias intestinales. Bacterias vivas descomponen los residuos de alimentos no digeridos, los aminoácidos no absorbidos, deshechos celulares
y bacterias muertas mediante un proceso de putrefacción.
Hígado
El hígado está en el cuadrante superior derecho (CSD) del abdomen, inmediatamente debajo del
diafragma y encima de la vesícula biliar, del riñón derecho y de la flexura hepática del colon.
Anatomía y fisiología
Vídeo/animación
Puede encontrar
una animación sobre
la digestión en
A
NATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
484 Capítulo 17 Abdomen
Figura 17-1
Estructuras anatómicas de la cavidad abdominal.
A
NATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 17 Abdomen 485
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
El hígado, que es el órgano más pesado del cuerpo, pesa aproximadamente 1,4 kg en el adulto.
Está formado por cuatro lóbulos que contienen lobulillos, las unidades funcionales. Cada lobulillo
está formado por células hepáticas que irradian alrededor de una vena central. Las ramas de la
vena porta, la arteria hepática y la vía biliar penetran en la periferia de los lobulillos. La bilis
secretada por las células hepáticas drena desde las vías biliares hacia el conducto hepático, que se
une con el conducto cístico procedente de la vesícula biliar para formar el colédoco.
La arteria hepática transporta sangre hasta el hígado directamente desde la aorta, y la vena
porta transporta sangre desde el tubo digestivo y el bazo hacia el hígado. La ramificación repetida
de ambos vasos hace que el hígado sea un órgano muy vascularizado. Tres venas hepáticas transportan sangre desde el hígado y drenan en la vena cava inferior.
El hígado tiene una función importante en el metabolismo de hidratos de carbono, grasas y
proteínas. La glucosa se convierte en glucógeno y se almacena como tal hasta que, en respuesta
a concentraciones variables de insulina y de otras hormonas reguladoras, se reconvierte y se
vuelve a liberar como glucosa. El hígado también puede convertir los aminoácidos en glucosa
(gluconeogenia). Las grasas, que llegan al hígado en forma de ácidos grasos, son oxidadas para
obtener compuestos de dos carbonos como preparación para su entrada en el ciclo del ácido
tricarboxílico. El hígado utiliza el colesterol para formar sales biliares. En el hígado también se
produce síntesis de grasas a partir de hidratos de carbono y proteínas. Estas son degradadas a
aminoácidos mediante hidrólisis, y sus productos de desecho se convierten en urea para su
excreción.
Otras funciones del hígado son el almacenamiento de diversas vitaminas y hierro, la destoxificación de sustancias potencialmente perjudiciales, la producción de anticuerpos, la conjugación
y excreción de hormonas esteroideas y la producción de protrombina, fibrinógeno y otras sustancias para la coagulación de la sangre. El hígado es responsable de la producción de la mayoría
de las proteínas que circulan por el plasma. Actúa como órgano excretor mediante la síntesis de
bilis, la secreción de productos de desecho orgánicos hacia esta y la conversión de desechos
liposolubles en materias hidrosoluble para su excreción renal.
Vesícula biliar
La vesícula biliar es un órgano similar a un saco y con forma de pera de aproximadamente 10 cm
de longitud que está en una excavación en la superficie inferior del hígado. Concentra y almacena
la bilis procedente del hígado. En respuesta a la colecistocinina, una hormona producida en el
duodeno, la vesícula biliar expulsa bilis hacia el conducto cístico, que, junto al hepático, forma
el colédoco. La contracción de la vesícula biliar impulsa la bilis a lo largo del colédoco y hacia el
duodeno en la papila duodenal. La bilis, formada por colesterol, sales biliares y pigmentos, sirve
para mantener el pH alcalino del intestino delgado y permitir la emulsificación de las grasas para
que se puedan absorber los lípidos.
Páncreas
El páncreas está detrás y debajo del estómago, con la cabeza apoyada en la curva del duodeno, y
la punta se extiende a través de la cavidad abdominal hasta casi tocar el bazo. Como glándula
exocrina, las células acinares del páncreas producen jugos digestivos y contienen enzimas inactivas
para la degradación de proteínas, grasas e hidratos de carbono. Los conductos colectores transportan el jugo hacia el conducto pancreático (conducto de Wirsung), que recorre el órgano. El
conducto pancreático drena en el duodeno en la papila duodenal, junto al colédoco. Una vez en
el duodeno, las enzimas digestivas son activadas. Como glándula endocrina, las células insulares
dispersas por todo el páncreas producen las hormonas insulina y glucagón.
Bazo
El bazo se localiza en el cuadrante superior izquierdo, encima del riñón izquierdo e inmediatamente debajo del diafragma. La pulpa blanca (tejido linfático) constituye la mayor parte del
órgano y actúa como parte del sistema reticuloendotelial para filtrar sangre y fabricar linfocitos y
monocitos. La pulpa roja del bazo contiene una red capilar y un sistema de senos venosos que
permite el almacenamiento y la liberación de sangre, lo que deja que el bazo pueda contener hasta
varios cientos de mililitros de una sola vez.
A
NATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
486 Capítulo 17 Abdomen
Riñones, uréteres y vejiga
Los dos riñones, los órganos excretores responsables de la eliminación de los productos de desecho
hidrosolubles, se encuentran en el espacio retroperitoneal del abdomen superior. Cada uno de
ellos se extiende desde aproximadamente el nivel vertebral T12 hasta L3. Habitualmente, el riñón
derecho está ligeramente más bajo que el izquierdo, probablemente debido a que tiene el hígado,
grande y pesado, por encima. Los dos riñones están recubiertos por grasa y fascia, que anclan y
protegen estos órganos. Cada uno contiene más de un millón de nefronas, las unidades estructurales y funcionales de los riñones. Las nefronas están formadas por un penacho de capilares, el
glomérulo, un túbulo contorneado proximal, el asa de Henle, y otro distal. El túbulo distal se
continúa en el túbulo colector.
Cada riñón recibe aproximadamente la octava parte del gasto cardíaco a través de la arteria
renal. Los glomérulos filtran sangre a una velocidad de aproximadamente 125 y 110 ml/min en el
hombre y en la mujer adultos, respectivamente. La mayor parte del material filtrado, como electrólitos, glucosa, agua y proteínas pequeñas, se reabsorbe activamente en el túbulo proximal.
Algunos ácidos orgánicos también se secretan activamente en el túbulo distal. El volumen urinario
está controlado cuidadosamente por la hormona antidiurética (ADH) para mantener un volumen
constante de líquido corporal total. La orina pasa hacia la pelvis renal por los túbulos colectores
y después hacia el uréter, y es impulsada por ondas peristálticas hacia la vejiga urinaria, que tiene
una capacidad de aproximadamente 400-500ml en el adulto.
El riñón también actúa como glándula endocrina responsable de la producción de renina, que
controla la secreción de aldosterona. Es la principal fuente de producción de eritropoyetina en
adultos, por lo que influye en la masa eritrocítica corporal. Además de sintetizar varias prostaglandinas, el riñón produce la forma biológicamente activa de la vitamina D.
Musculatura y tejidos conjuntivos
Los músculos rectos del abdomen por delante y los oblicuos internos y externos en la zona lateral
forman y protegen la cavidad abdominal. La línea blanca, una banda tendinosa, está localizada en
la línea media del abdomen, entre los músculos rectos de este. Se extiende desde la apófisis xifoides
hasta la sínfisis del pubis y contiene el ombligo. El ligamento inguinal (ligamento de Poupart) se
extiende desde la espina ilíaca anterosuperior a ambos lados hasta el pubis.
Vasculatura
La porción abdominal de la aorta descendente atraviesa el diafragma hacia la cavidad abdominal,
inmediatamente a la izquierda de la línea media. Aproximadamente a la altura del ombligo la aorta
se ramifica en las dos arterias ilíacas comunes. Las arterias esplénica y renales, que vascularizan
sus órganos respectivos, también se ramifican en el interior del abdomen.
Lactantes
Los esbozos pancreáticos, el hígado y la vejiga biliar comienzan a formarse durante la semana 4 de
la gestación, momento en el que el intestino ya existe como un tubo único. La motilidad del tubo
digestivo se desarrolla en dirección cefalocaudal, lo que permite que se degluta líquido amniótico
a las 17 semanas de la gestación. La producción de meconio, un producto final del metabolismo
fetal, comienza poco después. A las 36-38 semanas de la gestación, el tubo digestivo es capaz de
adaptarse a la vida extrauterina; sin embargo, siguen desarrollándose su elasticidad, su musculatura
y sus mecanismos de control, y alcanza los niveles funcionales del adulto a los 2-3 años de edad.
Durante la gestación, el hígado comienza a formar células sanguíneas aproximadamente en la
semana 6, a sintetizar glucógeno en la semana 9 y a producir bilis en la semana 12. La función del
hígado como órgano metabólico y de almacenamiento de glucógeno explica su gran tamaño en
el momento del nacimiento y, tras el mismo, sigue siendo el órgano más pesado del cuerpo.
Las células insulares pancreática se desarrollan a las 12 semanas de la gestación y comienzan a
producir insulina. El bazo es activo en la formación de sangre durante el desarrollo fetal y el primer
año de vida. Posteriormente, el bazo contribuye a la destrucción de células sanguíneas y actúa
como órgano linfático para la respuesta inmunitaria.
La nefrogenia comienza durante el segundo mes del desarrollo embrionario. A las 12 semanas
el riñón puede producir orina, y la vejiga se expande como un saco. El desarrollo de nuevas
Vídeo/animación
Puede encontrar
una animación sobre
la anatomía y la
función renales en
A
NATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 17 Abdomen 487
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
nefronas finaliza a las 36 semanas de la gestación. Después del nacimiento, el riñón se hace más
grande debido al aumento de las nefronas existentes y de los túbulos adyacentes. La tasa de filtración glomerular es de aproximadamente 0,5 ml/min antes de las 34 semanas de la gestación, y
aumenta de forma gradual con un patrón lineal hasta la tasa del adulto.
Mujeres gestantes
A medida que el útero aumenta de tamaño, los músculos de la pared abdominal se distienden y
pierden tono. Durante el tercer trimestre se pueden separar los músculos rectos del abdomen, lo
que permite que el contenido del mismo protruya en la línea media.
El ombligo se aplana o protruye. El contorno abdominal cambia cuando se produce el encajamiento (aproximadamente 2 semanas antes del término de la gestación en una nulípara), y la
presentación fetal desciende hacia la pelvis verdadera. Se pueden formar estrías a medida que se
distiende la piel. Con frecuencia aparece una línea de pigmentación en la línea media (línea negra)
(fig. 17-2). Los músculos abdominales tienen menos tono y son menos activos. Después de la
gestación, los músculos recuperan gradualmente su tono, aunque puede persistir la separación de
los músculos rectos del abdomen (diástasis de los rectos).
Durante el segundo trimestre, se produce una disminución de la presión del esfínter esofágico
inferior. También se reduce la velocidad de las ondas peristálticas del esófago distal. El vaciado
gástrico parece ser normal; sin embargo, el tiempo de tránsito gastrointestinal está prolongado en
el segundo y el tercer trimestres, lo que produce estreñimiento. La incompetencia del esfínter
pilórico puede producir reflujo alcalino de contenido duodenal hacia el estómago. La pirosis es
un síntoma frecuente.
La vesícula biliar se puede distender, y puede haber una disminución del tiempo de vaciado y
un cambio del tono. La combinación de estasis de la vesícula biliar y secreción de bilis litógena
aumenta la formación de cristales de colesterol y la aparición de cálculos biliares. Estos son más
frecuentes en el segundo y el tercer trimestres.
Los riñones aumentan ligeramente de tamaño (aproximadamente 1 cm de longitud) durante
la gestación. La pelvis renal y los uréteres se dilatan por los efectos de las hormonas y la presión
por el aumento del tamaño del útero. La dilatación del uréter es mayor en el lado derecho que en
el izquierdo, probablemente porque se ve afectado por el desplazamiento del útero hacia la derecha
por un aumento del tamaño de la vena ovárica derecha. Los uréteres también se alargan y forman
curvas únicas y dobles de tamaños y angulaciones variables. Estos cambios pueden producir estasis
urinaria y pielonefritis en mujeres grávidas con bacteriuria asintomática. La función renal tiene
su máxima eficiencia si la mujer está en decúbito lateral, que impide la compresión de la vena
cava y de la aorta. Estos cambios pueden durar hasta 3 o 4 meses después del parto.
Se observa un aumento de la sensibilidad de la vejiga, que también es comprimida durante la
gestación, lo que produce polaquiuria y tenesmo durante el primer y el tercer trimestres. A partir
del cuarto mes, el aumento del tamaño del útero, la hiperemia que afecta a todos los órganos
pélvicos y la hiperplasia de los tejidos muscular y conjuntivo elevan el trígono vesical, lo que da
lugar a un engrosamiento del borde posterior. Este proceso produce una marcada profundización
y un ensanchamiento del trígono al final de la gestación, y puede originar microhematuria.
Durante el tercer trimestre, la compresión también puede deberse al descenso del feto hacia la
Figura 17-2
Línea negra en el tercer trimestre
de la gestación.
488 Capítulo 17 Abdomen
Re
visi
ó
n D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
pelvis; esto, a su vez, produce sensación de tenesmo y/o incontinencia, incluso con una cantidad
pequeña de orina en la vejiga.
El colon está desplazado lateralmente, hacia arriba y hacia atrás; la actividad peristáltica puede
disminuir, y aumenta la absorción de agua. En consecuencia, se produce una reducción de los
ruidos intestinales y son más frecuentes el estreñimiento y el meteorismo. El apéndice está desplazado hacia arriba y en dirección lateral, lejos del punto de McBurney. El flujo sanguíneo de la
pelvis aumenta, al igual que la presión venosa, lo que contribuye a la formación de hemorroides.
En el período posparto, el útero involuciona rápidamente. Inmediatamente después del parto
el útero tiene aproximadamente el tamaño de una gestación de 20 semanas (palpable al nivel del
ombligo). Al final de la primera semana tiene el tamaño aproximado de una gestación de 12 semanas,
palpable en la sínfisis del pubis. Los músculos del suelo de la pelvis y los soportes de la pelvis
recuperan gradualmente su tono en el período posparto, a lo largo de unas 6-7 semanas. La distensión de la pared abdominal durante la gestación puede producir estrías persistentes y diástasis
de los músculos rectos.
Adultos mayores
El proceso de envejecimiento produce cambios de las capacidades funcionales del tubo digestivo.
La motilidad del intestino es la que se afecta con más gravedad; la secreción y la absorción se ven
afectadas en menor grado. La alteración de la motilidad puede estar producida por cambios de
las neuronas del sistema nervioso central inducidos por el envejecimiento y por cambios de las
propiedades del colágeno que aumentan la resistencia de la pared intestinal a la distensión. Con
frecuencia, la reducción de la circulación hacia el intestino es secundaria a cambios en otros sistemas asociados a hipoxia e hipovolemia. Por tanto, puede disminuir la capacidad funcional del
intestino de forma secundaria a alteraciones en otras partes del adulto mayor.
Como consecuencia de la atrofia epitelial, la secreción de enzimas digestivas y de moco protector en el tubo digestivo está reducida. Elementos particulares de las células mucosas muestran
un grado menor de diferenciación y se asocian a una reducción de su capacidad secretora. Estas
células son también más susceptibles a los agentes químicos y físicos, como los carcinógenos
ingeridos. La flora bacteriana del intestino puede experimentar cambios cualitativos y cuantitativos, así como tener menos actividad biológica. Tales cambios pueden reducir la capacidad digestiva y, por tanto, producen intolerancias alimenticias en los adultos mayores.
El tamaño del hígado disminuye después de los 50 años de edad, lo que es paralelo a la disminución de la masa corporal magra. Asimismo, se produce una reducción del flujo sanguíneo hepático,
como consecuencia de la disminución del gasto cardíaco asociada al envejecimiento. El hígado
pierde cierta capacidad de metabolizar determinados fármacos. La cada vez más frecuente obesidad y la aparición de diabetes mellitus de tipo 2 también hacen que el hígado tenga riesgo de
presentar esteatohepatitis no alcohólica.
El tamaño del páncreas no se ve afectado por el envejecimiento, aunque el conducto pancreático principal y sus ramas se ensanchan. Con el envejecimiento, hay un aumento del tejido
fibroso y del depósito graso con atrofia de las células acinares; sin embargo, la gran reserva del
órgano hace que no haya cambios fisiológicos significativos.
Puede haber un aumento de los lípidos biliares, específicamente de los fosfolípidos y del colesterol, lo que da lugar a la formación de cálculos biliares.
Revisión De Los Antecedentes Relacionados
Para cada uno de los síntomas o trastornos que se discuten en esta sección se señalan los temas
que se deben incluir en los antecedentes de la enfermedad actual. Las respuestas a estas preguntas
aportan datos para orientar la exploración física y elaborar una valoración diagnóstica adecuada.
Las preguntas sobre el uso de fármacos (preparados de venta con y sin prescripción), además de
las terapias complementarias y alternativas, son importantes para cada uno de estos aspectos.
Antecedentes de la enfermedad actual
◆ Dolor abdominal
◆ Inicio y duración: cuándo comenzó, súbito o gradual, persistente, recurrente o intermitente
Capítulo 17 Abdomen 489
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Re
visi
ó
n D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
◆ Características: sordo, súbito, quemante, lacerante, en puñalada, retortijón, cólico
◆ Localización: inicial, cambio de localización durante el tiempo, irradiación a otra zona,
superficial o profundo
◆ Síntomas asociados: vómitos, diarrea, estreñimiento, expulsión de gas, eructos, ictericia,
cambio del perímetro abdominal, pérdida o aumento de peso
◆ Relación con: ciclo menstrual, menstruación anómala, micción, defecación, inspiración,
cambio de posición corporal, ingesta de alimentos alcohol, estrés, hora del día,
traumatismo
◆ Características de las heces recientes: color, consistencia, olor, frecuencia
◆ Características de la orina: frecuencia, color, volumen compatible con la ingesta de líquidos,
fuerza del chorro, facilidad de inicio del mismo, capacidad de vaciar la vejiga
◆ Fármacos: dosis elevadas de ácido acetilsalicílico, esteroides, antiinflamatorios no esteroides
(AINE)
◆ Indigestión
◆ Características: sensación de repleción, pirosis, molestia, eructos excesivos, flatulencia,
pérdida de apetito, dolor intenso
◆ Localización: localizada o general, irradiada a los brazos o a los hombros
◆ Relación con: cantidad, tipo y hora de la ingesta de alimentos; fecha de la última regla
◆ Inicio de los síntomas: hora del día o de la noche, súbitos o graduales
◆ Alivio sintomático con antiácidos, reposo, actividad
◆ Fármacos: antiácidos
◆ Náuseas: asociadas a vómitos; estímulos particulares (olores, actividades, hora del día, ingesta
de alimentos); fecha de la última regla
◆ Fármacos: antieméticos
◆ Vómitos
◆ Características: naturaleza (color, sangre roja brillante o poso de café, biliosos, partículas de
alimento no digeridas), cantidad, duración, frecuencia, capacidad de mantener líquido o
alimento en el estómago
◆ Relación con: comida previa, cambio de apetito, diarrea o estreñimiento, fiebre, pérdida de
peso, dolor abdominal, fármacos, cefalea, náuseas, fecha de la última regla
◆ Fármacos: antieméticos
◆ Diarrea
◆ Características: acuosa, copiosa, explosiva; color; presencia de sangre, moco, alimento no
digerido, aceite o grasa; olor; número de deposiciones al día, duración; cambio del
patrón
◆ Síntomas asociados: fiebre, escalofríos, sed, pérdida de peso, dolor o calambres abdominales,
incontinencia fecal
◆ Relación con: cantidad, tipo y hora de ingesta de alimentos, episodios vitales estresantes
como agentes estresantes cotidianos
◆ Antecedente de viajes y/o contactos con enfermos
◆ Fármacos: laxantes o reblandecedores de las heces; antidiarreicos
◆ Estreñimiento
◆ Características: presencia de sangre roja brillante, aspecto negro o alquitranado de las heces;
alternancia de diarrea y estreñimiento; acompañado por dolor o molestia abdominal
◆ Patrón: última deposición, dolor con la defecación, cambio del patrón o el tamaño de las
heces
◆ Dieta: cambio reciente de la dieta, inclusión de alimentos ricos en fibra
◆ Fármacos: laxantes, reblandecedores de las heces, hierro, diuréticos
◆ Incontinencia fecal
◆ Características: características de las heces, momento de aparición en relación con las
comidas, número de episodios al día; aparece con o sin sensación de aviso
◆ Asociada a: uso de laxantes, presencia de enfermedad subyacente (cáncer, enfermedad
inflamatoria intestinal, diverticulitis, colitis, proctitis, neuropatía diabética)
◆ Relación con: ingesta de líquidos y alimentos, inmovilización
◆ Fármacos: laxantes, reblandecedores de las heces, hierro, diuréticos
◆ Ictericia
◆ Inicio y duración
◆ Color de las heces y la orina
◆ Asociada a dolor abdominal, escalofríos, fiebre
490 Capítulo 17 Abdomen
Re
visi
ó
n D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
◆ Exposición a hepatitis, consumo de drogas, actividad sexual de riesgo elevado
◆ Fármacos: dosis elevadas de paracetamol; antiepilépticos
◆ Disuria
◆ Características: localización (suprapúbica, uretra distal), dolor o quemazón, cambios de
frecuencia o volumen
◆ Fiebre asociada u otros signos sistémicos de enfermedad: infección bacteriana, tuberculosis,
infección fúngica o vírica, infección parasitaria
◆ Aumento de la frecuencia de las relaciones sexuales
◆ Cantidad de la ingesta diaria de líquidos
◆ Polaquiuria
◆ Cambio del patrón y/o del volumen habitual
◆ Asociada a disuria o a otras características urinarias: tenesmo, hematuria, incontinencia,
nicturia
◆ Cambio del chorro urinario; goteo
◆ Fármacos: diuréticos
◆ Incontinencia urinaria
◆ Características: cantidad y frecuencia, constante o intermitente, goteo o incontinencia
franca
◆ Asociada a: tenesmo, cirugía previa, tos, estornudos, subir escaleras, nicturia, menopausia
◆ Fármacos: diuréticos
◆ Hematuria
◆ Características: color (rojo brillante, marrón oxidado, color de refresco de cola); presente al
comienzo, al final o durante toda la micción
◆ Síntomas asociados: dolor en el flanco o costovertebral, expulsión de coágulos vermiformes,
dolor al orinar
◆ Otras posibilidades: ingestión de alimentos que contienen colorantes vegetales rojos (pueden
producir pigmento urinario rojo); ingestión de laxantes que contienen fenolftaleína
◆ Fármacos: ácido acetilsalicílico, AINE, anticoagulantes, diuréticos, antibióticos
Factores de riesgo
Personas con riesgo de hepatitis vírica
Factor de riesgo Hepatitis A Hepatitis B Hepatitis C
Personas que viven o mantienen relaciones sexuales con una persona infectada √ √ √
Hombres que mantienen relaciones homosexuales √ √ √
Personas que tienen múltiples parejas sexuales √ √
Viajeros internacionales, particularmente viajeros no inmunizados que van a
países en desarrollo
√ √
Personas que viven en áreas en las que no se vacuna sistemáticamente a los
niños y en las que los brotes son más probables
√
Niños y empleados de centros de día, durante los brotes √
Lactantes nacidos de madres infectadas √ √
Personas que recibieron factores de coagulación antes de 1987 √
Personas que recibieron transfusiones de sangre o hemoderivados antes de 1987 √
Personas que recibieron transfusiones de sangre o hemoderivados antes de julio
de 1992
√
Pacientes en hemodiálisis √ √
Consumidores de drogas inyectadas y no inyectadas √
Consumidores de drogas inyectadas √ √
Profesionales sanitarios √ √
Modificado de Centers for Disease Control and Prevention, 2008.
Capítulo 17 Abdomen 491
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Re
visi
ó
n D
e
L
o
s An
teceden
tes
Relaci
o
n
a
d
o
s
Antecedentes médicos
◆ Trastorno digestivo: úlcera péptica, pólipos, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del
intestino irritable, obstrucción intestinal, pancreatitis, hiperlipidemia
◆ Hepatitis o cirrosis hepática
◆ Cirugía o lesión abdominal o urinaria
◆ Infección urinaria (IU): número de episodios, tratamiento
◆ Enfermedad grave: cáncer, artritis (uso de corticoides, AINE o ácido acetilsalicílico), nefropatía,
cardiopatía
◆ Transfusiones sanguíneas
◆ Vacunaciones (hepatitis A y B)
◆ Cáncer colorrectal u otros cánceres relacionados: mama, ovario, endometrio
Antecedentes familiares
◆ Cáncer colorrectal y síndromes de cáncer colorrectal familiar: poliposis adenomatosa familiar,
cáncer colorrectal no poliposo hereditario
◆ Enfermedad de la vesícula biliar
◆ Nefropatía: litiasis renal, enfermedad poliquística, acidosis tubular renal, carcinoma renal o
vesical
◆ Síndrome de malabsorción: fibrosis quística (FQ), enfermedad celíaca
◆ Enfermedad de Hirschsprung, megacolon aganglionar
◆ Fiebre mediterránea familiar (peritonitis periódica)
Antecedentes personales y sociales
◆ Nutrición: recordatorio de la ingesta de 24 h; preferencias de alimentos y aversiones; alimentos
étnicos, restricciones religiosas de alimentos, intolerancia a alimentos, efectos del estilo de vida
sobre la ingesta de alimentos, uso de probióticos o suplementos dietéticos; aumento o pérdida
de peso voluntario e involuntario
◆ Primer día de la última regla
◆ Ingesta de alcohol: frecuencia, tipo y cantidades habituales
◆ Episodios vitales estresantes graves recientes o estresantes cotidianos crónicos: cambios físicos
y psicológicos
◆ Exposición a enfermedades infecciosas: hepatitis, gripe; antecedente de viajes; exposición
laboral o ambiental
◆ Traumatismo: por el tipo de trabajo, actividad física, maltrato físico o emocional, violencia de
pareja
◆ Consumo de drogas por vía no intravenosa o intravenosa
◆ Consumo de tabaco (tabaquismo): frecuencia, cantidad, duración, cajetillas-años
Lactantes
◆ Edad gestacional y peso al nacimiento (los recién nacidos pretérmino y los que pesan menos
de 1.500 g tienen mayor riesgo de enterocolitis necrosante)
◆ Eliminación del primer meconio en las primeras 24 h
◆ Ictericia: en el período neonatal; exanguinotransfusión, uso prolongado de nutrición parenteral
total, fototerapia; lactancia materna; aparición posterior en el primer mes de vida
◆ Vómitos: aumento de cantidad o frecuencia, vigorosos o en proyectil, ausencia de aumento de
peso, apetito insaciable, sangre en el vómito (estenosis pilórica por reflujo gastroesofágico);
asociados a dolor abdominal intermitente o a la elevación de las piernas (invaginación)
◆ Diarrea, cólico, ausencia de aumento de peso, pérdida de peso, esteatorrea (malabsorción)
◆ Aumento aparente del tamaño del abdomen (con o sin dolor), estreñimiento o diarrea
Niños
◆ Estreñimiento: métodos de entrenamiento en el uso del inodoro; dieta; manchado de la ropa
interior; diarrea; distensión abdominal; pica; tamaño, forma, consistencia y hora de la última
deposición; hemorragia rectal; dolor con la deposición
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
492 Capítulo 17 Abdomen
◆ Dolor abdominal: inmovilización del movimiento abdominal, resistente al movimiento, mantiene flexionadas las rodillas
◆ Agentes estresantes psicosociales: hogar, escuela e iguales
Mujeres gestantes
◆ Síntomas urinarios: polaquiuria, tenesmo, nicturia (frecuente al comienzo y al final de la gestación); quemazón, disuria, color (signos de infección)
◆ Dolor abdominal: semanas de gestación (esta puede alterar la localización habitual del
dolor)
◆ Movimiento fetal
◆ Contracciones: inicio, frecuencia, duración, intensidad; síntomas acompañantes; dolor lumbar;
salida de líquido, hemorragia vaginal
Adultos mayores
◆ Síntomas urinarios: nicturia, cambio del chorro, goteo, incontinencia
◆ Cambio del patrón intestinal: estreñimiento, diarrea, incontinencia fecal
◆ Hábitos dietéticos: inclusión de fibra en la dieta, cambio de la capacidad de tolerar determinados alimentos, cambio de apetito, ingesta diaria de líquidos
Factores de riesgo
Cáncer de colon
• Edad mayor de 50 años
• Antecedentes familiares de cáncer de colon sindrómico, incluyendo poliposis adenomatosa
familiar (PAF), cáncer colorrectal no poliposo hereditario (CCNPH) familiar, síndrome de
Peutz-Jeghers y poliposis juvenil
• Antecedente personal de cáncer de colon, pólipos intestinales, enfermedad inflamatoria
intestinal crónica (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa), PAF, CCNPH
• Antecedentes personales de cáncer de ovario o endometrio
• Procedencia étnica: origen judío askenazí
• Dieta pobre en fibra y rica en grasa
• Escasa ingesta de frutas y verduras
• Obesidad
• Tabaquismo (cigarrillos)
• Ausencia de actividad física frecuente
• Ingesta de alcohol: el riesgo es mayor al aumentar la cantidad
Exploración y hallazgos
Equipo
◆ Estetoscopio
◆ Regla y cinta métrica en centímetros
◆ Marcador
Preparación
Para realizar la exploración abdominal necesitará una buena fuente de luz, la exposición completa
del abdomen, tener las manos calientes y las uñas cortas e, idealmente, que el paciente se sienta
cómodo y relajado. Pídale que vacíe la vejiga antes de comenzar la exploración; si estuviera llena,
interferiría en la exploración exacta de los órganos próximos y haría que la exploración fuese
incómoda. Coloque al paciente en decúbito supino con los brazos a ambos lados. Acérquese a él
desde el lado derecho. La musculatura abdominal del paciente debe estar relajada para poder
acceder a las estructuras subyacentes. Puede ser útil colocar una pequeña almohada debajo de la
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 493
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
cabeza del paciente y otra debajo de las rodillas flexionadas ligeramente. Coloque una toalla o una
sábana sobre el tórax del paciente para calentarlo y para mantener su privacidad. Aproxímese al
paciente de forma lenta y suave, evitando movimientos súbitos. Pida al paciente que señale
cualquier zona dolorosa, y explórela en último lugar.
Para la exploración, se puede dividir el abdomen en cuatro cuadrantes o en nueve regiones.
Para dividirlo en cuatro cuadrantes, trace una línea imaginaria desde el esternón hasta el pubis a
través del ombligo. Dibuje una segunda línea imaginaria perpendicular a la primera y horizontal
en el abdomen que pase por el ombligo (fig. 17-3). Las nueve regiones se crean con las siguientes
líneas imaginarias: dos líneas horizontales, una a través del límite inferior del borde costal y otra
en el borde de la cresta ilíaca; y dos líneas verticales que pasan bilateralmente por la línea medioclavicular hasta el punto medio del ligamento de Poupart, acercándose a los bordes laterales de
los músculos rectos del abdomen (fig. 17-4). Elija uno de estos métodos de cartografía y utilícelo
de forma constante. El método de los cuadrantes es el más frecuente de los dos. El cuadro 17-1
presenta el contenido del abdomen en cada uno de los cuadrantes y de las regiones. Acostúmbrese
a visualizar mentalmente los órganos y estructuras subyacentes en cada una de las zonas a medida
que realice la exploración. Otras marcas anatómicas son útiles para describir la localización del
dolor, la sensibilidad y otros hallazgos. Estas marcas anatómicas se ilustran en la figura 17-5.
Inspección
Características superficiales
Siéntese a la derecha del paciente para comenzar a inspeccionarlo. Esta posición ofrece una perspectiva tangencial que refuerza las sombras y los contornos. Observe el color de la piel y las características de la superficie. La piel del abdomen está sometida a las mismas variaciones esperadas de
color y de las características superficiales que el resto del cuerpo. La piel puede ser algo más pálida
si no ha estado expuesta al sol. Con frecuencia se ve una fina red venosa. Encima del ombligo, el
retorno venoso debe dirigirse hacia la cabeza; por debajo de él, hacia los pies (fig. 17-6, A). Para
determinar la dirección del retorno venoso, utilice la siguiente técnica. Coloque los dedos índices de
ambas manos uno al lado del otro y perpendicularmente sobre una vena. Apriete y separe los dedos,
exprimiendo una sección de la vena. Libere un dedo y determine el momento de aparición del
relleno. Repita esto con el otro dedo. El flujo de la sangre venosa se dirige hacia el lugar del llenado
más rápido. Los patrones del flujo están alterados en algunas enfermedades (fig. 17-6, B y C).
Figura 17-3
Cuatro cuadrantes del abdomen. CID, cuadrante inferior
derecho; CII, cuadrante inferior izquierdo; CSD, cuadrante
superior derecho; CSI, cuadrante superior izquierdo. (Tomado de
Wilson and Giddens, 2009.)
Figura 17-4
Nueve regiones del abdomen: 1, epigástrica 2, umbilical;
3, hipogástrica; 4 y 5, hipocondrios derecho e izquierdo;
6 y 7, lumbares derecha e izquierda; 8 y 9, inguinales
derecha e izquierda. (Modificado de Wilson and Giddens,
2009.)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
494 Capítulo 17 Abdomen
Entre los hallazgos inesperados se encuentran los cambios generalizados del color, como ictericia y cianosis. Un aspecto brillante y tenso indica ascitis. Inspeccione para detectar hematomas
y alteraciones localizadas de la coloración. Las áreas de enrojecimiento pueden implicar inflamación. Una coloración periumbilical azulada (signo de Cullen) es indicativa de hemorragia intraabdominal. Las estrías con frecuencia se deben a la gestación o a un aumento de peso. Las estrías de
origen reciente son de color rosa o azul, aunque con el tiempo se vuelven plateadas. Los tumores
abdominales y la ascitis pueden producir estrías. Las de la enfermedad de Cushing son de color
púrpura.
Inspeccione para detectar cualquier lesión, particularmente nódulos. Las lesiones tienen mucha
importancia, ya que las enfermedades digestivas suelen producir cambios cutáneos secundarios.
Un ganglio umbilical aumentado de tamaño y similar a una perla puede indicar un linfoma
intraabdominal. Las lesiones cutáneas y digestivas pueden originarse por la misma causa o pueden
aparecer sin relación entre sí.
INFORMACIÓN
CLÍNICA
Cicatrices
Observe cualquier cicatriz y
dibuje su localización,
configuración y tamaño
relativo en una ilustración
del abdomen. Si no se
explicó la causa de una
cicatriz durante la anamnesis,
ahora es un buen momento
para obtener esa
información. La presencia de
cicatrices lo debe alertar
sobre la posibilidad de
adherencias internas.
CUADRO 17-1
Marcas anatómicas para la exploración abdominal
Correlatos anatómicos de los cuatro cuadrantes del abdomen
Cuadrante superior derecho (CSD) Cuadrante superior izquierdo (CSI)
Hígado y vesícula biliar
Píloro
Duodeno
Cabeza del páncreas
Glándula suprarrenal derecha
Parte del riñón derecho
Flexura hepática del colon
Porciones del colon ascendente y transverso
Lóbulo izquierdo del hígado
Bazo
Estómago
Cuerpo del páncreas
Glándula suprarrenal izquierda
Parte del riñón izquierdo
Flexura esplénica del colon
Porciones del colon transverso y descendente
Cuadrante inferior derecho (CID) Cuadrante inferior izquierdo (CII)
Polo inferior del riñón derecho
Ciego y apéndice
Parte del colon ascendente
Vejiga (si está distendida)
Ovario y trompa
Útero (si está aumentado de tamaño)
Cordón espermático derecho
Uréter derecho
Polo superior del riñón izquierdo
Colon sigmoide
Parte del colon descendente
Vejiga (si está distendida)
Ovario y trompa
Útero (si está aumentado de tamaño)
Cordón espermático izquierdo
Uréter izquierdo
Correlatos anatómicos de las nuevas regiones del abdomen
Hipocondrio derecho Epigástrica Hipocondrio izquierdo
Lóbulo hepático del hígado Píloro Estómago
Vesícula biliar Duodeno Bazo
Parte del duodeno Páncreas Cola del páncreas
Flexura hepática del colon Parte del hígado Flexura esplénica del colon
Parte del riñón derecho Polo superior del riñón izquierdo
Glándula suprarrenal derecha Umbilical Glándula suprarrenal izquierda
Epiplón
Lumbar derecha Mesenterio Lumbar izquierda
Colon ascendente Parte inferior del duodeno Colon descendente
Mitad inferior del riñón derecho Yeyuno e íleon Mitad inferior del riñón izquierdo
Partes del duodeno y yeyuno Partes de yeyuno y el íleon
Hipogástrica (pública)
Inguinal derecha Íleon Inguinal izquierda
Ciego Vejiga Colon sigmoide
Apéndice
Parte inferior del íleon
Útero (si está aumentado
de tamaño)
Uréter izquierdo
Cordón espermático izquierdo
Uréter derecho Ovario izquierdo
Cordón espermático derecho
Ovario derecho
Modificado de Barkauskas et al., 1998.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 495
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Contorno
Inspeccione el abdomen para determinar su contorno, simetría y movimiento superficial, utilizando luz tangencial para iluminar el contorno y el peristaltismo visible. El contorno es el perfil
del abdomen desde el borde costal hasta el pubis, visto en el plano horizontal. Los contornos
esperados se pueden describir como planos, redondeados o escafoideos. Los planos son frecuentes
en los adultos atléticos con buena musculatura. Los contornos redondeados convexos son característicos de los niños pequeños, aunque en adultos se debe a la presencia de grasa subcutánea o
de un tono muscular escaso. El abdomen debe ser redondeado de forma homogénea, con la
máxima altura de la convexidad en el ombligo. Los contornos escafoideos o cóncavos se observan
en adultos delgados.
Observe la localización y el contorno del ombligo. Debe estar en una localización central, sin
desplazamiento hacia arriba, hacia abajo ni lateralmente. El ombligo puede estar invertido o puede
protruir ligeramente, aunque no debe tener inflamación, tumefacción ni protrusión que puedan
ser indicativas de una hernia.
Siéntese a la derecha del paciente y proceda a la inspección para determinar la simetría.
Después, si es posible, sitúese detrás de la cabeza del paciente en una posición de bipedestación.
Las áreas contralaterales del abdomen deben tener un aspecto y un contorno simétricos. Busque
cualquier distensión y protrusión.
Se puede producir distensión simétrica generalizada como consecuencia de obesidad, de un
aumento del tamaño de órganos y de la presencia de líquido o gas. La distensión desde el ombligo
INFORMACIÓN
CLÍNICA
Distensión abdominal
Piense en un paciente
cuyo abdomen está
distendido significativamente
y cuyos ruidos intestinales
son hipoactivos o incluso
están ausentes. No hay dolor
particular y no se palpan
masas. Los reflejos son
hipoactivos. Sabe que el
paciente recibió diuréticos
como tratamiento de la
hipertensión. Piense en
hipopotasemia. Diuréticos/
distensión/deficiencia de K+
.
Los esteroides pueden tener
el mismo efecto.
Figura 17-6
Patrones venosos abdominales.
A. Esperado. B. Hipertensión
portal. C. Obstrucción de la vena
cava inferior.
Figura 17-5
Marcas anatómicas del abdomen.
(Tomado de Wilson and Giddens,
2009.)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
496 Capítulo 17 Abdomen
hasta la sínfisis puede estar producida por un tumor ovárico, por una gestación, por fibroides
uterinos o por distensión vesical. La de la mitad superior, por encima del ombligo, se puede deber
a un carcinoma, a un quiste pancreático o a la dilatación gástrica. La distensión o protrusión
asimétrica puede indicar hernia, tumor, quiste, obstrucción intestinal, hematoma muscular o de
tejido blando, o un aumento del tamaño de los órganos abdominales.
Pida al paciente que haga una inspiración profunda y que la aguante. El contorno debe seguir
siendo liso y simétrico. Esta maniobra baja el diafragma y comprime los órganos de la cavidad
abdominal, lo que puede hacer que aparezcan protrusiones o masas no vistas previamente.
A continuación, pida al paciente que levante la cabeza de la camilla. Esto hará que los músculos
rectos del abdomen se contraigan, lo que produce una prominencia muscular en los adultos
delgados o atléticos. Las masas superficiales de la pared abdominal se pueden hacer visibles. Si hay
una hernia, el aumento de la presión abdominal puede hacer que protruya.
Una hernia incisional está producido por un defecto de la musculatura abdominal después de
una incisión quirúrgica. La hernia protruirá en la zona de la cicatriz quirúrgica. La protrusión del
ombligo indica una hernia umbilical. La hernia de tipo adulto aparece durante la gestación, en la
ascitis de larga evolución o cuando hay aumentos repetidos de la presión intratorácica, como en
las neumopatías crónicas. También pueden aparecer hernias en la línea media del epigastrio
(hernias de la línea alba). Este tipo de hernia contiene algo de grasa y se percibe como un nódulo
pequeño y doloroso a la palpación. La mayoría de las hernias son reducibles, lo que significa que
el contenido del saco herniario se recoloca con facilidad. En caso negativo, la hernia no puede ser
reducida o está incarcerada. Una hernia incarcerada con obstrucción de la vascularización del
contenido que protruye precisa una intervención quirúrgica inmediata.
Además de las hernias, cuando el paciente eleva la cabeza de la camilla se puede observar
separación de los músculos rectos del abdomen. La diástasis de los rectos se produce con más
frecuencia en la gestación y en el posparto. Esta alteración tiene poca importancia clínica.
Movimiento
Con la cabeza del paciente apoyada de nuevo en la mesa, inspeccione el abdomen para explorar
su movimiento. Debe haber un movimiento suave y homogéneo con la respiración. Con la respiración, se observa, principalmente, movimiento abdominal en los hombres y costal en las mujeres.
Una disminución del movimiento abdominal asociado a la respiración en los hombres adultos
puede indicar peritonitis. En personas delgadas se puede observar movimiento superficial por el
peristaltismo, que se ve como un movimiento ondulante en una parte del abdomen, aunque puede
ser un signo de obstrucción intestinal. Las pulsaciones de la aorta abdominal que se visualizan en
la parte superior de la línea media con frecuencia se ven en personas delgadas. Puede haber pulsaciones marcadas como consecuencia de un aumento de la presión del pulso o de un aneurisma
de la aorta abdominal.
Auscultación
Cuando haya finalizado la inspección, el paso siguiente es la auscultación. Utilice esta técnica para
evaluar la motilidad intestinal y para descubrir ruidos vasculares. Al contrario de la secuencia
habitual, la auscultación del abdomen siempre precede a la percusión y a la palpación, porque
estas maniobras pueden alterar la frecuencia y la intensidad de los ruidos intestinales.
Ruidos intestinales
Tras haberlo calentado, coloque el diafragma del estetoscopio sobre el abdomen, con una presión
muy ligera. (Algunos médicos dicen que prefieren utilizar la campana; en realidad, tienden a tensar
la piel con ella y en la práctica hacen un diafragma.) Un estetoscopio frío, igual que las manos
frías, puede iniciar la contracción de los músculos del abdomen. Escuche los ruidos intestinales y
anote su frecuencia y sus características. Habitualmente, se oyen como chasquidos y borboteos
que aparecen de forma irregular, y su frecuencia va de 5 a 35 por minuto. Los ruidos intestinales
son generalizados, por lo que la mayoría de las veces se pueden evaluar adecuadamente auscultando una zona. Los borboteos prolongados e intensos se denominan borborigmos (rugido del
estómago). Puede producirse un aumento de los ruidos intestinales en la gastroenteritis, en las
primeras fases de la obstrucción intestinal y en situaciones de hambre. Los ruidos de tintineo de
Vídeo/animación
Puede encontrar
una animación sobre
el aneurisma de la
aorta abdominal en
Vídeo/animación
Puede encontrar
un vídeo del
abdomen (auscultación
del abdomen) en
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 497
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
tono elevado indican la presencia de líquido y aire a presión en el intestino, como en las primeras
fases de la obstrucción. En la peritonitis y en el íleo paralítico hay disminución de los ruidos intestinales. En caso de dudas, ausculte los cuatro cuadrantes. La ausencia de ruidos intestinales, que
se refiere a la imposibilidad de oír algún ruido intestinal después de 5min de escucha continua,
habitualmente se asocia a dolor abdominal y rigidez, y es una urgencia quirúrgica.
Otros ruidos y soplos
Escuche con el diafragma para detectar roces sobre el hígado y el bazo. Los roces tienen tono elevado
y se oyen con la respiración. Aunque los roces en el abdomen son infrecuentes, indican inflamación
de la superficie peritoneal del órgano por tumor, infección o infarto. Un soplo es un ruido auscultatorio intermitente rudo o musical, que puede reflejar la presencia de turbulencia del flujo sanguíneo e indicar vasculopatía. Ausculte con la campana del estetoscopio en la región epigástrica y busque
soplos en las arterias aorta, renales, ilíacas y femorales. Los ruidos vasculares suelen estar bien
localizados. Tenga en mente las localizaciones específicas cuando ausculte en esas zonas (fig. 17-7).
Con la campana del estetoscopio, proceda a auscultar la región epigástrica y alrededor del ombligo
para detectar un zumbido venoso, que es suave, de tono bajo y continuo. Se produce zumbido venoso
en el aumento de circulación colateral entre los sistemas venosos portal y sistémico.
Percusión
La percusión (habitualmente indirecta) se utiliza para evaluar el tamaño y la densidad de los
órganos del abdomen, así como para detectar la presencia de líquido (como en la ascitis), aire
(como en la distensión gástrica) y masas llenas de líquido o sólidas. La percusión se utiliza
independiente o simultáneamente con la palpación mientras se evalúan órganos específicos, y
puede validar los hallazgos de la palpación. En aras de la sencillez, se abordan por separado la
percusión y la palpación.
En primer lugar, percuta todos los cuadrantes o las regiones del abdomen para tener una
sensación del timpanismo y la matidez globales (tabla 17-1). El timpanismo es el ruido predominante porque hay aire en el estómago y en los intestinos. Se oye matidez sobre los órganos y las
masas sólidas. La distensión vesical produce matidez en la zona suprapúbica. Diseñe una ruta
sistemática para la percusión.
Longitud del hígado
Ahora, percuta individualmente el hígado, el bazo y el estómago. Inicie la percusión del hígado en
la línea medioclavicular derecha sobre una zona de timpanismo. Comience siempre en una zona de
Figura 17-7
Zonas para auscultar soplos:
arterias renales e ilíacas, aorta y
femorales. (Modificado de Wilson
and Giddens, 2009.)
Vídeo/animación
Puede encontrar un
vídeo del abdomen
(valoración de la
longitud del hígado) en
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
498 Capítulo 17 Abdomen
timpanismo y avance hasta una zona de matidez, porque es más fácil detectar ese cambio de sonido.
Percuta hacia arriba a lo largo de la línea medioclavicular, como se muestra en la figura 17-8, para
determinar el borde inferior del hígado. La zona de matidez suele oírse en el borde costal o ligeramente debajo del mismo. Marque el borde con un rotulador. Un borde hepático bajo que está más
de 2-3cm por debajo del borde costal puede ser indicativo de un aumento del tamaño del órgano
o de un desplazamiento inferior del diafragma por enfisema o por otra neumopatía.
Para determinar el borde superior del hígado, comience la percusión en la línea medioclavicular
derecha en una zona de resonancia pulmonar. Continúe hacia abajo hasta que el tono de percusión
cambie a matidez; esto marca el borde superior del hígado. Marque la localización con el rotulador.
El borde superior habitualmente comienza en el quinto al séptimo espacios intercostales. Un borde
superior debajo de este nivel puede indicar un desplazamiento inferior o una atrofia hepática. La
matidez que se extiende por encima del quinto espacio intercostal es sugestiva de un desplazamiento superior por líquido o masas abdominales.
Mida la distancia entre las marcas para estimar la longitud vertical del hígado. Habitualmente,
esta es de unos 6 a 12 cm. Una longitud mayor puede indicar un aumento del tamaño del hígado,
mientras que un valor menor es sugestivo de atrofia. La edad y el sexo influyen en el tamaño del
hígado. La longitud del hígado suele ser mayor en los hombres y en las personas altas.
La percusión ofrece una estimación aproximada del tamaño del hígado. Puede haber errores
en la estimación de la longitud del hígado cuando la matidez de un derrame pleural o de una
consolidación pulmonar oscurece el borde superior del hígado, lo que conduce a una sobrestimación del tamaño. De forma similar, la presencia de gas en el colon puede dar lugar a timpanismo
en el CSD y oscurecer la matidez del borde hepático inferior, lo que produce una infraestimación
del tamaño hepático.
Tabla 17-1 Notas de percusión del abdomen
Nota Descripción Localización
Timpanismo Nota musical de tono más elevado que
la resonancia
Sobre vísceras llenas de aire
Hiperresonancia El tono está entre el timpanismo y la
resonancia
Base del pulmón izquierdo
Resonancia Nota mantenida de tono moderado Sobre el tejido pulmonar y en
ocasiones sobre el abdomen
Matidez Nota corta y de tono elevado con poca
resonancia
Sobre órganos sólidos adyacentes
a estructuras llenas de aire
Modificado de A.H. Robins Co.
Figura 17-8
Trayectos para la percusión del
hígado a lo largo de las líneas
medioclavicular y medioesternal.
(Modificado de Wilson and Giddens,
2009.)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 499
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Si se sospecha un aumento del tamaño del hígado, otras maniobras de percusión pueden
aportar más información. Percuta hacia arriba y después hacia abajo en la línea medioaxilar
derecha. Habitualmente, la matidez hepática se detecta en el quinto al séptimo espacios intercostales. La matidez más allá de estos límites indica un problema. También puede percutir a lo largo
de la línea medioesternal para estimar la longitud del hígado en la zona medioesternal. Percuta
hacia arriba desde el abdomen y hacia abajo desde los pulmones, marcando los borde superior e
inferior de la matidez. La longitud habitual en la línea medioesternal es de 4 a 8 cm. Los valores
mayores de 8 cm son indicativos de un aumento del tamaño del hígado.
Para evaluar el descenso del hígado, pida al paciente que haga una respiración profunda y que
la aguante mientras percute de nuevo hacia arriba desde el abdomen en la línea medioclavicular
derecha. El área de matidez del borde inferior se debe mover hacia debajo 2-3 cm. Esta maniobra
guiará la palpación posterior del órgano.
Bazo
Percuta el bazo inmediatamente detrás de la línea medioaxilar en el lado izquierdo. Hágalo en
varias direcciones, como se muestra en la figura 17-9, comenzando en las zonas de resonancia
pulmonar. Puede oír una pequeña zona de matidez esplénica desde la sexta hasta la décima costillas. Una gran zona de matidez indica aumento del tamaño del bazo; sin embargo, el estómago
lleno y el intestino lleno de heces pueden simular la matidez del aumento del tamaño del bazo.
La matidez de un bazo sano con frecuencia queda oscurecida por el timpanismo del gas colónico.
En general, tampoco es posible distinguir entre la matidez del flanco posterior y la del bazo. Se ha
encontrado que la matidez a la percusión en el espacio de Traube, definido por la sexta costilla por
arriba, la línea medioaxilar lateralmente y el borde costal izquierdo por abajo, tiene unos valores
moderados de sensibilidad y especificidad para detectar esplenomegalia (Barkun et al., 1991). Otro
método utilizado habitualmente es percutir el espacio intercostal más bajo en la línea axilar
anterior izquierda antes y después de que el paciente haga una inspiración profunda. Esta zona
debe permanecer timpánica. Cuando se produce un aumento del tamaño del bazo, el timpanismo
cambia a matidez a medida que el bazo asciende y desciende con la inspiración (signo de la percusión esplénica).
Burbuja gástrica
Percuta para detectar la burbuja gástrica de aire en la zona de la parrilla costal anterior inferior
izquierda y la región epigástrica izquierda. El timpanismo que produce la burbuja gástrica tiene
un tono más bajo que el del intestino.
Riñones
Para evaluar los riñones para detectar dolor a la presión, pida al paciente que se siente. Coloque
la palma de la mano sobre el ángulo costovertebral (ACV) derecho y golpee la mano con la
superficie cubital del puño de la otra. Repita la maniobra en el ACV izquierdo (fig. 17-10, A).
También se puede aplicar puñopercusión directa con el puño sobre los dos ángulos costovertebrales (fig. 17-10, B). El paciente debe percibir el golpe como sordo, aunque no debe producir
dolor. Para mejorar la eficiencia del tiempo y del movimiento, esta maniobra se realiza cuando se
explora la espalda, y no el abdomen.
INFORMACIÓN CLÍNICA
Evaluación del tamaño
del hígado
Se debe describir el tamaño
del hígado de dos formas:
por su longitud, determinada
por la percusión de los
bordes superior e inferior,
y por la extensión de su
proyección por debajo del
borde costal. Cuando es
importante el tamaño del
hígado de un paciente para
evaluar la situación clínica, la
proyección por debajo del
borde costal de forma
aislada no aporta
información comparativa
suficiente.Asegúrese de
especificar qué marcas
anatómicas se han utilizado
para futuras mediciones
comparativas (p. ej., línea
medioclavicular).
Figura 17-9
Percusión del bazo. (Tomado de
Wilson and Giddens, 2009.)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
500 Capítulo 17 Abdomen
Palpación
Utilice la palpación para evaluar los órganos de la cavidad abdominal y para detectar espasmo
muscular, masas, líquido y zonas de dolor a la palpación. Evalúe los órganos abdominales para
determinar su tamaño, forma, movilidad y consistencia. Póngase de pie a la derecha del paciente
con este en decúbito supino. Intente conseguir que esté lo más cómodo y relajado posible; tener
las manos calientes y doblar las rodillas del paciente puede ayudar a relajar los músculos abdominales. Las cosquillas pueden plantear dificultades (cuadro 17-2).
Palpación superficial
Comience con una palpación superficial sistemática de los cuatro cuadrantes, o de las nueve
regiones, evitando inicialmente cualquier zona que ya se haya identificado como problemática.
Apoye la palma de la mano ligeramente sobre el abdomen, con los dedos extendidos y aproximados
(fig. 17-11). Con la superficie palmar de los dedos, apriete la pared abdominal no más de 1 cm
Figura 17-10
Puñopercusión del ángulo
costovertebral para detectar
dolor renal a la palpación.
A. Percusión indirecta.
B. Percusión directa.
Figura 17-11
Palpación superficial del abdomen.
Con los dedos extendidos y
aproximados, no apriete más de
1 cm.
CUADRO 17-2
Exploración del abdomen en un paciente con cosquillas
Las cosquillas de un paciente a veces pueden dificultar que la palpación del abdomen sea
satisfactoria; sin embargo, hay métodos para superar este problema. Pida al paciente que realice
autopalpación, y coloque las manos sobre las de él, sin tocar el propio abdomen. Después de
algún tiempo deje que sus dedos se deslicen suavemente sobre el abdomen mientras sigue
apoyándose principalmente sobre los dedos del paciente. A pesar de todo puede aprender
mucho, y las cosquillas pueden ser menos problemáticas.También puede utilizar el diafragma
del estetoscopio (asegurándose de que esté suficientemente caliente) como instrumento de
palpación. Esto sirve como punto de partida, y una vez más sus dedos se pueden deslizar
sobre el borde de diafragma y palpar sin producir una excesiva respuesta de cosquillas. La
aplicación de un estímulo a otra parte menos sensible del cuerpo con la mano que no realiza
la palpación también puede reducir la respuesta de cosquillas. En algunos casos las de algún
paciente no se podrán superar y, simplemente, tendrá que palpar lo mejor que pueda.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 501
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
con un movimiento circular compresivo ligero y uniforme. Evite los golpes cortos y rápidos. El
abdomen debe ser liso y blando de forma homogénea. El abdomen del paciente se puede tensar
si aprieta demasiado, si sus manos están frías, si el paciente tiene cosquillas o si hay inflamación.
La defensa, la tensión de la musculatura abdominal para proteger las vísceras inflamadas, le debe
alertar para que realice cuidadosamente el resto de la exploración.
La palpación superficial es útil para identificar resistencia muscular y áreas de dolor a la palpación. En la superficial se puede detectar una masa grande o una estructura distendida como
una sensación de resistencia. Si hay resistencia, determine si es voluntaria o involuntaria de la
siguiente forma: coloque una almohada debajo de las rodillas del paciente y pídale que respire
lentamente por la boca a la vez que palpa para detectar la relajación de los músculos rectos del
abdomen en espiración. Si persiste la tensión, probablemente sea una respuesta involuntaria a una
rigidez localizada o generalizada. La rigidez es la dureza similar a una tabla de la pared abdominal
que recubre zonas de irritación peritoneal.
Palpación moderada
Continúe la palpación con la misma posición de la mano con la misma técnica utilizada para la
palpación ligera, ejerciendo presión moderada como paso intermedio para acercarse gradualmente
a la palpación profunda. El dolor a la palpación no provocado con la moderada puede ser evidente
con una presión más profunda. Se realiza una maniobra adicional de palpación moderada con el
borde de la mano (fig. 17-12). Esta maniobra es útil para evaluar órganos que se mueven con la
respiración, en concreto el hígado y el bazo. Palpe durante todo el ciclo respiratorio; cuando el
paciente inspira, el órgano se desplaza hacia abajo, y puede notarlo cuando golpea suavemente
contra su mano.
Palpación profunda
La palpación profunda es necesaria para definir por completo los órganos abdominales y detectar
masas menos evidentes. Utilice la superficie palmar de los dedos extendidos, apretando la pared
abdominal en profundidad y de forma homogénea (fig. 17-13). Palpe los cuatro cuadrantes o las
nueve regiones moviendo los dedos de un lado a otro sobre el contenido abdominal. Con frecuencia, es posible palpar los bordes de los músculos rectos del abdomen, la aorta y algunas partes del
colon. Puede ser evidente el dolor a la palpación que no se produjo con la ligera a moderada. La
presión profunda también puede producir dolor a la palpación en la persona sana sobre el ciego,
el colon sigmoide, la aorta y la línea media cerca de la apófisis xifoides. Si la palpación profunda
resulta complicada debido a obesidad o resistencia muscular, puede utilizar una técnica bimanual,
con una mano sobre otra, como se muestra en la figura 17-14. Ejerza presión con la mano superior
mientras se concentra en la sensibilidad con la otra. Algunos exploradores prefieren utilizar la
técnica bimanual en todos los pacientes.
Figura 17-12
Palpación moderada utilizando el lado de la mano.
Figura 17-13
Palpación profunda del abdomen. Apriete en profundidad
y de forma homogénea con la superficie palmar de los
dedos extendidos.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
502 Capítulo 17 Abdomen
Masas
Identifique cualquier masa y estudie las siguientes características: localización, tamaño, forma,
consistencia, dolor a la palpación, pulsación, movilidad y movimiento con la respiración. Para
determinar si una masa es superficial (es decir, localizada en la pared abdominal) o intraabdominal, pida al paciente que eleve la cabeza de la camilla de exploración, con lo que se contraerán los
músculos abdominales. Las masas de la pared abdominal seguirán siendo palpables, pero las que
están en la cavidad abdominal serán más difíciles de percibir porque quedan oscurecidas por la
musculatura abdominal. La presencia de heces en el colon, que suelen confundirse con una masa
abdominal, se puede percibir como una masa blanda, redondeada y de consistencia pastosa en el
ciego y en el colon ascendente, descendente y sigmoide. Otras estructuras que en ocasiones se
confunden con masas son los bordes laterales de los músculos rectos del abdomen, el útero,
la aorta, el promontorio sacro y la arteria ilíaca común (fig. 17-15). Si visualiza mentalmente la
situación de las estructuras abdominales, puede distinguir entre lo que debería estar y un hallazgo
inesperado.
Anillo umbilical
Palpe el anillo umbilical y la zona periumbilical. La zona debe estar libre de protrusiones, nódulos
y granulación. El anillo umbilical debe ser redondo y no debe tener irregularidades. Observe si es
incompleto o blando en el centro, lo que indica la posibilidad de herniación. El ombligo puede
estar ligeramente invertido o evertido, pero no debe protruir.
Palpación de órganos y estructuras específicos
Hígado. Coloque la mano izquierda debajo del paciente en las costillas undécima y duodécima,
y apriete hacia arriba para llevar el hígado hacia la pared abdominal. Coloque la mano derecha
del abdomen, con los dedos señalando hacia la cabeza y extendidos, de modo que las puntas estén
sobre la línea medioclavicular derecha por debajo del nivel de la matidez hepática, como se
muestra en la figura 17-16, A. De forma alternativa, puede colocar la mano derecha paralela al
borde costal derecho, como se muestra en la figura 17-16, B. En ambos casos, apriete con la mano
derecha suavemente pero en profundidad hacia dentro y hacia arriba. Pida al paciente que respire
con normalidad varias veces y que después haga una respiración profunda. Intente palpar el borde
del hígado cuando el diafragma lo empuja hacia abajo hasta encontrarse con las puntas de sus dedos.
Habitualmente el hígado no se puede palpar, aunque se puede percibir en algunas personas delgadas
sin enfermedades. Si percibe el borde hepático, este debe ser firme, suave, liso y no doloroso a la
MNEMOTECNIA
Causas de estreñimiento:
CONSTIPATED
(«estreñido»)
Tomado de Shipman, 1984.
C Congénitas:
enfermedad de
Hirschsprung
O Obstrucción
N Neoplasias
S Estenosis del colon
T Tópicas: hemorroides
dolorosas o fisura
I Impactación fecal
P Prolapso rectal
A Anorexia y depresión
T Temperatura elevada,
deshidratación
secundaria
E Endocrinas:
hipotiroidismo
D Dieta, diverticulitis y
fármacos
Figura 17-14
Palpación bimanual profunda.
Figura 17-15
Estructuras abdominales que con frecuencia se perciben como masas.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 503
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
palpación. Palpe para detectar nódulos, dolor a la palpación e irregularidad. Si el hígado es palpable, repita la maniobra en las zonas medial y lateral hasta el borde costal para evaluar el contorno
en la superficie del hígado.
Hígado: técnicas alternativas. Una técnica alternativa es doblar los dedos sobre el borde
costal derecho debajo del borde de la matidez hepática, como se muestra en la figura 17-17.
Colóquese de pie a la derecha del paciente mirando hacia sus pies. Empuje con los dedos hacia
dentro y hacia arriba, hacia el borde costal, y pida al paciente que haga una respiración profunda.
Intente palpar el borde del hígado cuando desciende hasta encontrarse con sus dedos.
Si el abdomen está distendido o los músculos abdominales están tensos, las técnicas habituales
para determinar el borde inferior del hígado pueden no ser productivas, y puede ser útil la técnica
del rascado (fig. 17-18). Esta técnica utiliza la auscultación para detectar las diferencias de transmisión del sonido sobre órganos sólidos y huecos. Coloque el diafragma del estetoscopio sobre el
hígado y con un dedo de la otra mano rasque ligeramente la superficie del abdomen, moviéndose
hacia el borde del hígado. Cuando encuentre el hígado, el sonido que oiga se intensificará.
Para detectar dolor a la palpación en el hígado cuando no se puede palpar el hígado, utilice
puñopercusión indirecta. Coloque la superficie palmar de una mano sobre la caja costal inferior
derecha, y después golpee la mano con la superficie cubital del puño de la otra mano. El hígado
sano no produce dolor a la percusión.
Vesícula biliar. Palpe debajo del borde hepático en el borde lateral del músculo recto del
abdomen para detectar la vesícula biliar. La vesícula biliar sana no se podrá palpar. Una vesícula
palpable y dolorosa a la palpación indica colecistitis, mientras que el aumento no doloroso de
tamaño es sugestivo de obstrucción del colédoco. Si sospecha colecistitis, pida al paciente que haga
una respiración profunda durante la palpación profunda. Cuando la vesícula inflamada entra en
contacto con los dedos del explorador, el paciente tendrá dolor e interrumpirá súbitamente la
inspiración (signo de Murphy).
Figura 17-16
Palpación del hígado. A. Los
dedos de la mano están
extendidos, con las puntas en la
línea medioclavicular derecha
debajo del nivel de la matidez
hepática y dirigidas hacia la
cabeza. B. Método alternativo
para la palpación del hígado con
los dedos paralelos al borde
costal.
Figura 17-17
Palpación del hígado con los dedos curvados sobre
el borde costal.
Figura 17-18
Técnica de rascado para auscultar el hígado. Con el
estetoscopio sobre el hígado, rasque ligeramente la
superficie abdominal, moviéndose hacia el hígado.
El sonido se intensificará sobre este.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
504 Capítulo 17 Abdomen
Bazo. Mientras sigue de pie a la derecha del paciente, inclínese hacia el otro lado y coloque la
mano izquierda debajo del paciente sobre el ACV izquierdo. Empuje hacia arriba con esa mano
para elevar el bazo en dirección anterior hacia la pared abdominal. Coloque la superficie palmar
de la mano derecha con los dedos extendidos sobre el abdomen del paciente debajo del borde
costal izquierdo (fig. 17-19, A). Utilice los hallazgos de la percusión como guía. Apriete las puntas
de los dedos hacia dentro, en dirección al bazo, a la vez que pide al paciente que haga una respiración profunda. Intente palpar el borde del bazo moviéndose hacia abajo, en dirección a sus dedos.
Habitualmente, en un adulto no es posible palpar el bazo; si se puede, probablemente esté
aumentado de tamaño (cuadro 17-3). Asegúrese de palpar con los dedos debajo del borde costal,
para no pasar por alto el borde inferior de un bazo aumentado de tamaño. Realice la palpación
suavemente porque hay un pequeño riesgo de rotura esplénica en pacientes con esplenomegalia
por mononucleosis infecciosa.
Repita la palpación con el paciente en decúbito lateral derecho con las caderas y las rodillas
flexionadas (fig. 17-19, B). Todavía de pie a la derecha del paciente, apriete hacia dentro con la
mano izquierda para ayudar a la gravedad a llevar el bazo hacia adelante. Apriete hacia dentro con
las puntas de los dedos de la mano derecha y palpe el borde del bazo. Una vez más, normalmente
no será posible palparlo; si se puede, probablemente estará aumentado de tamaño.
Riñón izquierdo. De pie a la derecha del paciente, inclínese con la mano izquierda como
hizo en la palpación del bazo y coloque la mano sobre el flanco izquierdo. Sitúe la mano derecha
en el borde costal izquierdo del paciente. Pídale que haga una respiración profunda y que, después,
eleve el flanco izquierdo con la mano; palpe en profundidad (debido a la posición retroperitoneal
del riñón) con la mano derecha (fig. 17-20). Intente palpar el polo inferior del riñón con las puntas
de los dedos cuando el paciente inspire. Habitualmente no se puede palpar el riñón izquierdo.
Otro abordaje es «capturar» el riñón. Muévase hacía el lado izquierdo del paciente y coloque
las manos como antes, con la izquierda sobre el flanco izquierdo del paciente y la derecha en el
borde costal izquierdo. Pida al paciente que haga una respiración profunda. En inspiración
máxima, apriete los dedos de las dos manos para juntarlos, para «capturar» el riñón entre los
dedos. Indique al paciente que expulse el aire y que aguante la respiración mientras usted libera
suavemente los dedos (fig. 17-21). Si ha «capturado» el riñón, puede notar cómo se desliza debajo
Vídeo/animación
Puede encontrar un
vídeo del abdomen
(palpación del riñón) en
Figura 17-19
Palpación del bazo. A. Apriete
hacia arriba con la mano izquierda
en el ángulo costovertebral
izquierdo del paciente. Palpe el
bazo con la mano derecha debajo
del borde costal izquierdo.
B. Palpación del bazo con el
paciente en decúbito lateral.
Apriete hacia dentro con la mano
izquierda y las puntas de los
dedos de la mano derecha.
CUADRO 17-3
¿Aumento del tamaño del bazo o del riñón izquierdo?
Cuando se puede palpar un órgano debajo del borde costal izquierdo, puede ser difícil
diferenciar el aumento del tamaño del bazo del producido en el riñón izquierdo. La percusión
debe ayudar a distinguir entre los dos órganos. La nota de percusión sobre el bazo aumentado
de tamaño es mate porque este órgano desplaza al intestino. El área habitual de matidez
esplénica estará aumentada hacia abajo y hacia la línea media. La nota de percusión sobre un
riñón aumentado de tamaño es resonante porque el riñón está en una situación profunda
detrás del intestino.Además, el borde del bazo es más afilado que el del riñón. Una escotadura
palpable en el borde medial indica un aumento del tamaño del bazo, y no del riñón.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 505
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
de sus dedos cuando se mueve de nuevo hacia su lugar. Aunque el paciente puede notar la captura
y la liberación, la maniobra no debe ser dolorosa. Una vez más, el riñón izquierdo raras veces es
palpable.
Riñón derecho. Colóquese de pie a la derecha del paciente, poniendo una mano debajo del
flanco derecho y la otra en el borde costal derecho. Realice las mismas maniobras que para el riñón
izquierdo. Debido a la localización anatómica del riñón derecho, se puede palpar con más frecuencia que el izquierdo. Si se palpa, debe ser liso, firme y no doloroso. Puede ser difícil distinguir
el riñón del borde hepático. Este tiende a ser afilado, mientras que el riñón es más redondeado.
El hígado también se extiende más en las direcciones medial y lateral, y no se puede capturar.
Aorta. Palpe en profundidad ligeramente hacia la izquierda de la línea media e intente detectar
la pulsación aórtica. Si la pulsación es prominente, intente determinar la dirección de la misma.
Una pulsación lateral prominente indica un aneurisma aórtico. Si no puede percibir el pulso en
la palpación profunda, puede ser útil una técnica alternativa. Coloque la superficie palmar de las
manos con los dedos extendidos en la línea media. Aplique los dedos en profundidad hacia dentro
a ambos lados de la aorta y palpe la pulsación. En personas delgadas puede utilizar una mano,
colocando el pulgar a un lado de la aorta y los demás dedos en el otro lado (fig. 17-22).
Práctica basada en evidencias en la exploración física
Detección de aneurismas de la aorta abdominal
Aunque la palpación tiene una sensibilidad global para detectar aneurismas de la aorta
abdominal (AAA) algo baja (es decir, una exploración negativa no descarta el diagnóstico),
tiene una sensibilidad moderada para detectar aneurismas suficientemente grandes para su
derivación a cirugía.
Tomado de Lederle and Simel, 1999.
Vejiga urinaria. La vejiga urinaria no se puede palpar en un paciente sano salvo que la vejiga
esté distendida con orina, en cuyo caso la podrá palpar como una masa suave, redonda y tensa.
Puede determinar el perfil de la vejiga distendida mediante percusión; la vejiga distendida producirá una nota de percusión más baja que el intestino circundante lleno de aire.
Figura 17-20
Palpación del riñón izquierdo. Eleve el flanco izquierdo
con la mano izquierda y palpe en profundidad con la
derecha.
Figura 17-21
Técnica de captura para palpar el riñón (se muestra la
palpación del riñón izquierdo). Cuando el paciente haga
una respiración profunda, apriete los dedos de ambas
manos para unirlos. Cuando el paciente respire, libere
ligeramente la presión y note cómo el riñón se desliza
entre los dedos.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
506 Capítulo 17 Abdomen
Procedimientos adicionales
Evaluación de la ascitis
Se puede sospechar ascitis, un aumento patológico del líquido de la cavidad peritoneal, en un
paciente con factores de riesgo que tenga un abdomen protuberante o protrusión de un flanco
cuando está en decúbito supino. Con el paciente en esta postura, Percuta para detectar áreas de
matidez y resonancia. Como el líquido de la ascitis se deposita en la zona inferior por la gravedad,
espere oír matidez en las partes inferiores del abdomen y timpanismo en las superiores, cuando
el intestino, relativamente más ligero, ha ascendido. Marque los bordes entre timpanismo y
matidez. Se pueden utilizar varias maniobras de exploración física para detectar la presencia de
ascitis.
Desplazamiento de la matidez. Después de identificar los bordes entre timpanismo y
matidez, pida al paciente que se acueste sobre un lado y, una vez, más percuta para detectar
timpanismo y matidez, y marque los bordes. En el paciente sin ascitis los bordes permanecerán
relativamente constantes. En la ascitis, el borde de la matidez se desplaza hacia el lado inferior (se
acerca a la línea media) a medida que el líquido vuelve a posarse con la gravedad (fig. 17-23).
Onda de líquido. Este procedimiento precisa tres manos, por lo que necesitará la ayuda del
paciente o de otro explorador (fig. 17-24). Con el paciente en decúbito supino, pida a este o a otra
persona que apriete con el borde de la mano y el antebrazo firmemente en la línea media vertical
del abdomen. Esta colocación interrumpe la transmisión de una onda a través del tejido adiposo.
Coloque las dos manos a ambos lados del abdomen y golpee un lado bruscamente con las puntas
de los dedos. Palpe para detectar el impulso de una onda de líquido con las puntas de los dedos de
la otra mano. Una onda de líquido detectada fácilmente indica ascitis. Sin embargo, en ocasiones
se puede percibir en personas sin ascitis y, por el contrario, puede no aparecer en otras con ascitis
en fases tempranas.
Figura 17-22
Palpación de la aorta. Coloque el
pulgar a un lado de la aorta y los
otros dedos al otro lado.
Figura 17-23
Prueba para detectar el
desplazamiento de la matidez. La
matidez se desplaza hacia el lado
inferior.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 507
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Práctica basada en evidencias en la exploración física
Detección de la ascitis
Las maniobras más sensibles para detectar ascitis son matidez en el flanco (84%) y protrusión
de los flancos (81%), maniobras que tienen una especificidad del 59%. La prueba más específica
es la presencia de una onda de líquido (90%), aunque su sensibilidad es moderada (62%).
Tomado de McGibbon, 2007.
Evaluación del dolor
El dolor abdominal es un síntoma frecuente, pero muchas veces es difícil de evaluar. ¿Cuál es la
intensidad del dolor? ¿Ha habido un traumatismo reciente? El dolor que es tan intenso como para
que el paciente no quiera moverse, que se acompaña de náuseas y vómitos y que presenta áreas
de dolor localizado a la palpación generalmente indica una enfermedad subyacente. Mientras
explora el abdomen, mire la cara del paciente. La respuesta facial del paciente es tan importante
para su evaluación como la verbal a las preguntas sobre las características y la intensidad del dolor.
Pida al paciente que tosa o que haga una respiración profunda. Evalúe la voluntad del paciente
de saltar o de caminar. ¿El dolor empeora por el movimiento? (cuadro 17-4)
Figura 17-24
Prueba para detectar ondas de
líquido. Golpee un lado del
abdomen bruscamente con las
puntas de los dedos. Perciba el
impulso de una onda líquida con
la otra mano. (Tomado de Wilson
and Giddens, 2009.)
CUADRO 17-4
Datos para diagnosticar el dolor abdominal
Hay muchos tipos de reglas para identificar si el dolor en el abdomen es importante.
A continuación se presentan algunas:
Los pacientes pueden dar una advertencia de «no me toque» (es decir, no toque en una zona
particular); sin embargo, estos pacientes pueden no tener realmente dolor, si tienen la cara
relajada y no preocupada, e incluso sonriente. Cuando usted les toque, podrían retroceder,
pero siguen teniendo una cara no preocupada. (Este signo es útil en otras áreas del cuerpo,
igual que en el abdomen.)
Los sujetos con una causa orgánica de dolor abdominal generalmente no tienen hambre. Es
probable que se obtenga una respuesta negativa a la pregunta «¿Quiere comer algo?»,
particularmente en la apendicitis y en la infección intraabdominal.
Pida al paciente que señale con un dedo la localización del dolor. Si no se dirige al ombligo, sino
que va inmediatamente a un punto fijo, hay mayor probabilidad de que tenga importancia
patológica significativa. Cuanto más lejos del ombligo esté el dolor, más probable es que
tenga un origen orgánico (regla de Apley). Si el dedo va al ombligo y por lo demás le parece
que el paciente está bien, debe incluir causas psicosomáticas en el diagnóstico diferencial.
Los pacientes con dolor abdominal inespecífico pueden mantener los ojos cerrados durante la
palpación abdominal, mientras que aquellos con enfermedad orgánica habitualmente
mantienen abiertos los ojos.
Los sujetos con dolor no significativo tendrán dolor abdominal mientras realiza palpación
manual del abdomen. Sin embargo, si después le dice al paciente que quiere auscultar la
zona dolorosa y empuja con la misma fuerza el estetoscopio y no obtiene respuesta
dolorosa, es probable que el dolor no sea significativo.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
508 Capítulo 17 Abdomen
Las causas frecuentes de dolor abdominal se describen en las tablas 17-2 y 17-3. Una evaluación
cuidadosa de las características (tabla 17-4) y la localización del dolor (cuadro 17-5) habitualmente puede estrechar las posibles causas, y le permitirá seleccionar los estudios diagnósticos
adicionales con mayor eficiencia.
Los hallazgos asociados a irritación peritoneal se resumen en el cuadro 17-6. La tabla 17-5
resume los síntomas que se encuentran en otros sistemas corporales y que ayudan a dirigir la
exploración abdominal. El siguiente cuadro «Práctica basada en evidencias» describe el uso de
la anamnesis y la exploración física para diagnosticar la apendicitis.
Vídeo/animación
Puede encontrar
una animación sobre
la apendicitis en
INFORMACIÓN CLÍNICA
Gestación ectópica
Lamentablemente, la
gestación ectópica con
frecuencia no se diagnostica
antes de su rotura porque
los síntomas son leves. Dato
importante: un cambio
súbito y muy llamativo desde
un dolor abdominal leve,
incluso inespecífico, que no
es particularmente molesto,
hasta el inicio brusco de
dolor abdominal intenso en
la zona hipogástrica,
particularmente en el lado
afectado. La rigidez y el
rebote pueden aparecer en
fases tempranas o tardías.
Punto fundamental: si una
mujer consulta con síntomas
abdominales inespecíficos,
asegúrese de preguntar por
su actividad sexual y sus
antecedentes menstruales,
realice una exploración
pélvica y plantéese solicitar
una prueba de gestación en
orina. No pase por alto el
dolor a la palpación leve que
podría producirse. Intente, al
menos, prever la urgencia de
una rotura.
Práctica basada en evidencias en la exploración física
Diagnóstico de apendicitis
La apendicitis es la indicación más frecuente de cirugía abdominal urgente.Aunque tiene su
máxima incidencia en la segunda década de la vida, cada año en EE. UU. más de 70.000 altas
hospitalarias pediátricas se deben a apendicitis y enfermedades relacionadas (Bundy et al.,
2008). Un diagnóstico exacto basado en la anamnesis y la exploración física puede facilitar la
evaluación quirúrgica inmediata y el tratamiento definitivo, así como evitar el uso innecesario
de estudios radiológicos. En los adultos, los síntomas de la anamnesis que aumentan la
probabilidad de apendicitis son dolor en el cuadrante inferior derecho (CID), dolor
periumbilical inicial con migración hacia el CID y presencia de dolor antes de los vómitos. La
rigidez, el signo del psoas positivo, la fiebre y el dolor de rebote a la palpación son hallazgos
de la exploración física que aumentan la probabilidad de que exista apendicitis. Por el
contrario, la ausencia de dolor en el CID y de migración del dolor, así como la presencia de un
dolor similar anterior son datos de la anamnesis que hacen que la apendicitis sea menos
probable. En la exploración física, la ausencia de dolor en el CID, de rigidez o de defensa hace
que la apendicitis sea menos probable. Los médicos raras veces se basan en un único síntoma
o signo para hacer el diagnóstico; sin embargo, no se ha descrito la precisión y ni la exactitud
de las combinaciones de estos hallazgos. No hay ningún hallazgo que descarte de forma
definitiva la apendicitis (Wagner et al., 1996). En niños, los vómitos, el dolor de rebote a la
palpación, el dolor en el tacto rectal y la fiebre son los datos más útiles, mientras que el dolor
a la palpación en el CID es menos útil (Bundy et al., 2008).
Se han elaborado varias herramientas basadas en la anamnesis, la exploración física y los
datos de laboratorio. La puntuación de Alvarado (también conocida como MANTRELS [del
inglés Migration of pain, Anorexia, Nausea/vomiting, Tenderness in the right lower quadrant,
Rebound pain, Elevation of temperature, Leukocytosis, Shift to the left, «migración del dolor,
anorexia, náusea/vómitos, dolor a la palpación en el cuadrante inferior derecho, dolor de
rebote, elevación de la temperatura, leucocitosis, desviación izquierda»]) se ha validado en
niños y adultos.También se ha utilizado la Appendicitis Score, que utiliza el dolor con la tos o
con los saltos y el dolor de rebote con la percusión en lugar del dolor en el CID. La
puntuación de Ohmann es otra herramienta que ayuda a identificar a los pacientes con riesgo
bajo, moderado y elevado de apendicitis. Los expertos recomiendan la observación de los
pacientes de riesgo bajo, las pruebas diagnósticas y los estudios radiológicos (tomografía
computarizada o ecografía) en los casos de riesgo moderado, y la evaluación quirúrgica urgente
en aquellos de riesgo elevado (Ebell, 2008).
Signos abdominales
Con frecuencia, los signos «clásicos» del dolor abdominal han recibido el nombre de la persona
que los describió por primera vez. En la tabla 17-6 se indican algunos de los signos más frecuentes
y de los signos históricos.
Dolor de rebote a la palpación
Se pueden utilizar varias maniobras para evaluar la inflamación peritoneal (v. cuadro 17-6). El
dolor de rebote a la palpación se identifica de la siguiente manera. Manteniendo la mano con un
ángulo de 90° respecto al abdomen con los dedos extendidos, apriete suave y profundamente en
una región alejada de la zona de la molestia abdominal. Retire rápidamente la mano y los dedos
(fig. 17-25). La vuelta a su posición, o «rebote», de las estructuras que habían estado comprimidas
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 509
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
por los dedos produce un dolor súbito y en puñalada en la zona de la inflamación peritoneal
(signo de Blumberg positivo). El dolor de rebote a la palpación en el punto de McBurney en el
cuadrante inferior derecho indica apendicitis (signo de McBurney positivo). La maniobra para
detectar dolor de rebote a la palpación se debe realizar al final de la exploración, porque una respuesta positiva produce dolor y espasmo muscular que pueden interferir en cualquier exploración
posterior. Como la percusión ligera produce una respuesta localizada leve cuando hay inflamación
peritoneal, muchos exploradores consideran que es innecesario evaluar el dolor de rebote a la
palpación.
Tabla 17-2 Enfermedades frecuentes que producen dolor abdominal agudo
Enfermedad Características habituales del dolor Posibles síntomas y signos asociados
Apendicitis Inicialmente periumbilical o epigástrico; cólico;
posteriormente se localiza en el CID, con frecuencia
en el punto de McBurney
Defensa, pero a la palpación; signos iliopsoas + y
obturador +, hiperestesia de la piel del CID;
anorexia, náuseas o vómitos después del inicio del
dolor; febrícula; signos de Aaron, Rovsing, Markle y
McBurney +*
Peritonitis Inicio súbito o gradual. Dolor generalizado o localizado,
sordo o intenso y continuo; defensa; dolor a la
inspiración profunda
Respiración superficial; signos de Blumberg, Markle y
Ballance +; reducción o ausencia de ruidos
intestinales, náuseas y vómitos; signos obturador +
iliopsoas +
Colecistitis Dolor intenso y continuo en el CSD o epigástrico; se
puede referir en la zona escápula derecha
Dolor a la palpación y rigidez en el CSD, signo de
Murphy +, vesícula biliar palpable, anorexia, vómitos,
fiebre, posible ictericia
Pancreatitis Dolor intenso, súbito y lacerante en el CSI, epigástrico
o umbilical; puede estar presente en uno o en los dos
flancos; se puede referir al hombro izquierdo y
penetra hasta la espalda
Dolor a la palpación en el epigastrio, vómitos, fiebre,
shock; signo de Grey Turner +; signo de Cullen +:
ambos signos aparecen 2-3 días después del inicio
Salpingitis Cuadrante inferior, peor a la izquierda Náuseas, vómitos, fiebre, dolor a la palpación en
zona suprapúbica, abdomen rígido, dolor a la
exploración pélvica
Enfermedad inflamatoria
pélvica
Cuadrante inferior, aumenta con la actividad Dolor a la palpación en los anexos y en el cuello,
secreción cervical, dispareunia
Diverticulitis Epigástrico, irradiado hacia el lado izquierdo del
abdomen, especialmente después de las comidas; se
puede referir en la espalda
Flatulencia, borborigmo, diarrea, disuria, dolor a la
palpación
Úlcera gástrica o duodenal
perforada
Súbito en CSD; se puede referir a los hombros Aire abdominal libre y distensión con aumento de la
resonancia sobre el hígado; sensibilidad en el
epigastrio o en el CSD; pared abdominal rígida,
dolor de rebote a la palpación
Obstrucción intestinal Súbito, intenso, cólico, espasmódico; referido al
epigastrio o al ombligo
Distensión, dolor de rebote a la palpación mínimo,
vómitos, dolor a la palpación localizado,
peristaltismo visible; ausencia de ruidos intestinales
(en la obstrucción paralítica) o ruidos hiperactivos
de tono alto (en la obstrucción mecánica)
Vólvulo Referido al hipogastrio y al ombligo Distensión, náuseas, vómitos, defensa; se puede
palpar un vólvulo de un asa sigmoide
Aneurisma abdominal
fisurado
Dolor en puñalada continuo en la línea media sobre el
aneurisma; puede penetrar hasta la espalda y el flanco
Náuseas, vómitos, masa abdominal, soplo
Litiasis biliar, cólico Episódico e intenso, en el CSD o el epigastrio, desde
15min a varias horas de duración; puede ser más bajo
Dolor a la palpación en el CSD, pared abdominal
blanda, anorexia, vómitos, ictericia, temperatura
menor de lo normal
Litiasis renal Intenso; en el flanco, extendido a la ingle y los genitales;
puede ser episódico
Fiebre, hematuria; signo de Kehr +
Gestación ectópica Cuadrante inferior; referido al hombro; en la rotura es
muy intenso
Dolor a la palpación hipogástrico, síntomas de
gestación, oligometrorragia, menstruación irregular,
masa abdominal blanda, basa en la exploración
pélvica bimanual; rotura: shock, pared abdominal
rígida, distensión; signos de Kehr y Cullen +
Rotura de quiste ovárico Cuadrante inferior, continuo, aumenta con la tos o el
movimiento
Vómitos, febrícula, anorexia, dolor a la palpación en
la exploración pélvica
Rotura esplénica Intenso; en el CSI, irradiado hacia el hombro izquierdo;
puede empeorar a levantar el pie o la cama
Shock, palidez, disminución de la temperatura
CID, cuadrante inferior derecho; CSD, cuadrante superior derecho; CSI, cuadrante inferior izquierdo.
*Véase la explicación de los signos en la tabla 17-6.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
510 Capítulo 17 Abdomen
Tabla 17-4 Características e inicio del dolor abdominal
Característica Posibles enfermedades relacionadas
Quemante Úlcera péptica
Calambre Cólico biliar, gastroenteritis
Cólico Apendicitis con impactación fecal; litiasis renal
Sordo Irritación apendicular
En puñalada Pancreatitis
Desgarrante Disección aórtica
Inicio gradual Infección
Inicio súbito Úlcera duodenal, pancreatitis aguda, obstrucción, perforación
Tabla 17-3 Enfermedades frecuentes que producen dolor abdominal
crónico
Enfermedad Características habituales del dolor Posibles síntomas y signos asociados
Síndrome del intestino
irritable
Dolor hipogástrico; cólico, variable,
infrecuente; asociado a la función
intestinal
Exploración física sin hallazgos
reseñables
Dolor asociado a gas, meteorismo,
distensión; alivio con la eliminación
de gas o heces
Intolerancia a la lactosa Dolor cólico después de beber leche
o de comer productos lácteos
Diarrea asociada; exploración física
sin hallazgos reseñables
Enfermedad diverticular Dolor localizado Dolor abdominal a la palpación, fiebre
Estreñimiento Dolor cólico o sordo y continuo que
no progresa y empeora
Masa fecal palpable, heces en recto
Fibroides uterinos No lo relacionado con menstruación
ni con relaciones sexuales
Mioma palpable
Hernia Dolor localizado que aumenta con el
ejercicio o el levantamiento de pesos
Hernia en la exploración física
Esofagitis/enfermedad
por reflujo
gastroesofágico
Dolor quemante o lacerante en el
epigastrio medio, empeora con el
decúbito y con algunos alimentos
Exploración física sin hallazgos
reseñables
Úlcera péptica Dolor quemante o lacerante Puede haber dolor epigástrico a la
palpación
Gastritis Dolor quemante constante en el
epigastrio
Se puede acompañar por náuseas,
vómitos, diarrea o fiebre
Exploración física sin hallazgos
reseñables
Modificado de Dains et al., 2003.
CUADRO 17-5
Algunas causas de dolor percibido en regiones anatómicas
Cuadrante superior derecho
Úlcera duodenal
Hepatitis
Hepatomegalia
Neumonía del lóbulo inferior
Colecistitis
Cuadrante superior izquierdo
Rotura esplénica
Úlcera gástrica
Aneurisma aórtico
Perforación del colon
Neumonía del lóbulo inferior
Cuadrante inferior derecho
Apendicitis
Salpingitis
Quiste ovárico
Rotura de gestación ectópica
Absceso tuboovárico
Litiasis renal/uretral
Hernia estrangulada
Diverticulitis de Meckel
Ileítis regional
Perforación del ciego
Periumbilical
Obstrucción intestinal
Pancreatitis aguda
Apendicitis temprana
Trombosis mesentérica
Aneurisma aórtico
Diverticulitis
Cuadrante inferior izquierdo
Diverticulitis del sigma
Salpingitis
Quiste ovárico
Rotura de gestación ectópica
Absceso tuboovárico
Litiasis renal/uretral
Hernia estrangulada
Perforación del colon
Ileítis regional
Colitis ulcerosa
Modificado de Judge et al., 1988.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 511
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tabla 17-5 Síntomas o signos provocados en otros sistemas que
se pueden relacionar con la exploración abdominal
Síntoma o signo
Posibles situaciones
patológicas Síntoma o signo
Posibles situaciones
patológicas
Shock Pancreatitis aguda,
rotura de una
gestación tubárica
Dolor a la palpación
en el flanco
Inflamación renal,
pielonefritis
Litiasis renal
Alteración del
estado mental
Hemorragia: úlcera
duodenal
Migraña abdominal
Infarto renal
Trombosis de vena renal
Hipertensión Disección aórtica
Aneurismas de la aorta
abdominal
Infarto renal
Glomerulonefritis
Vasculitis
Edema en la pierna Obstrucción ilíaca, masa
pélvica
Enfermedad renal o
hepática
Hipotensión
ortostática
Hipovolemia: pérdida de
sangre, pérdida de
líquido
Linfoadenopatía Trombosis de vena renal
Hepatitis
Linfoma
Déficit de pulso/
pulsos asimétricos
Disección aórtica
Aneurisma o trombosis
aórtica
Ictericia Mononucleosis
Enfermedad hepatobiliar
Soplos Disección aórtica
Aneurisma aórtico
Disección o aneurisma
de arterias (esplénica,
renales o ilíacas)
Orina de color
amarillo oscuro a
marrón
Hemólisis excesiva
Enfermedad hepatobiliar
Sangre por litiasis renal,
infarto, glomerulonefritis
o pielonefritis
Síntomas de bajo
gasto cardíaco:
fibrilación auricular
Isquemia mesentérica Fiebre (39,4 °C) y
escalofríos
Peritonitis
Infección pélvica
Colangitis
Valvulopatía,
insuficiencia
cardíaca congestiva
Derrame pleural
Embolia
Rotura esofágica
Pancreatitis
Tumor ovárico con
metástasis
Recuento leucocítico
>10.000/mm3
o
desviación izquierda
(más del 80% de
polimorfonucleares)
>20.000 mm3
Pielonefritis
Apendicitis (95%)
Colecistitis aguda (90%)
Peritonitis localizada
Estrangulación intestinal
Infarto intestinal
Modificado de Barkauskas et al., 2002.
CUADRO 17-6
Hallazgos en la irritación peritoneal
• Rigidez involuntaria de los músculos abdominales
• Dolor a la palpación y defensa
• Ausencia de ruidos intestinales
• Prueba del obturador positiva (v. pág. 513)
• Prueba del iliopsoas positiva (v. pág. 512)
• Dolor de rebote a la palpación (signo de Blumberg y signo de McBurney; v. tabla 17-6)
• Dolor abdominal al caminar
• Prueba del golpe en el talón positiva (signo de Markle, v. tabla 17-6)
• Dolor en el cuadrante inferior derecho intensificado por la palpación del cuadrante
abdominal izquierdo (signo de Rovsing positivo, v. tabla 17-6)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
512 Capítulo 17 Abdomen
Prueba del músculo iliopsoas
Esta prueba se realiza cuando se sospecha apendicitis, porque un apéndice inflamado puede
producir irritación del músculo iliopsoas lateral. Pida al paciente que se acueste en decúbito supino
y después coloque la mano sobre la parte inferior del muslo derecho. Indíquele que eleve la pierna
derecha, flexionando la cadera, mientras usted empuja hacia abajo (fig. 17-26). Una técnica
alternativa es colocar al paciente sobre el costado izquierdo y pedirle que eleve la pierna derecha
respecto a la cadera mientras usted la aprieta hacia abajo. Una tercera técnica es hiperextender la
pierna derecha llevándola hacia atrás con el paciente en decúbito lateral izquierdo. Se considera
que el dolor con cualquiera de estas técnicas es un «signo del psoas positivo» e indica irritación
del músculo iliopsoas.
Tabla 17-6 Signos abdominales asociados a alteraciones frecuentes
Signo Descripción Enfermedades asociadas
Aaron Dolor o molestia en el área del corazón
o en el estómago del paciente a la
palpación del punto de McBurney
Apendicitis
Ballance Matidez fija a la percusión en el flanco
izquierdo, y matidez en el derecho que
desaparece al cambiar de posición
Irritación peritoneal
Blumberg Dolor de rebote a la palpación Irritación peritoneal; apendicitis
Cullen Equimosis periumbilical Hemoperitoneo; pancreatitis;
gestación ectópica
Dance Ausencia de ruidos intestinales en el
cuadrante inferior derecho
Invaginación
Grey Turner Equimosis en los flancos Hemoperitoneo; pancreatitis
Kehr Dolor abdominal irradiado al hombro
izquierdo
Rotura esplénica; litiasis renal;
gestación ectópica
Markle (golpe de los
talones)
El paciente está de pie con las rodillas
rectas, después se pone de puntillas, se
relaja, y permite que los talones
golpeen el suelo, lo que retumba en
todo el cuerpo. Esta acción producirá
dolor abdominal si es positiva
Irritación peritoneal; apendicitis
McBurney Dolor de rebote a la palpación y dolor
súbito cuando se palpa el punto de
McBurney
Apendicitis
Murphy Detención súbita de la inspiración al
palpar la vesícula biliar
Colecistitis
Romberg-Howship Dolor por la cara medial del muslo hasta
las rodillas
Hernia obturatriz estrangulada
Rovsing Dolor en el cuadrante inferior derecho
intensificado por la palpación abdominal
del izquierdo
Irritación peritoneal; apendicitis
Figura 17-25
Prueba para detectar dolor
de rebote a la palpación.
A. Comprima el abdomen en
profundidad pero suavemente.
B. Después retire rápidamente
las manos y los dedos.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 513
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Prueba del músculo obturador
Puede realizar esta prueba cuando sospeche rotura del apéndice o de un absceso pélvico, con
irritación del músculo obturador. En decúbito supino, pida al paciente que flexione la cadera y la
rodilla derechas a 90°. Mantenga la pierna inmediatamente por encima de la rodilla, sujete el
tobillo y realice rotación lateral y medial de la pierna (fig. 17-27). El dolor en la región hipogástrica derecha es un signo positivo, que indica irritación del músculo obturador.
Bazuqueo
El bazuqueo es la técnica de palpación que se utiliza para evaluar un órgano o una masa. Para
realizar el bazuqueo abdominal con una mano, coloque los dedos extendidos, con la mano y el
antebrazo en un ángulo de 90° respecto al abdomen. Empuje el órgano o la masa hacia dentro
con la punta de los dedos (fig. 17-28, A). Si la masa se puede mover libremente, flotará hacia arriba
y tocará la punta de los dedos a medida que la maniobra desplaza el líquido y otras estructuras.
Para realizar el bazuqueo bimanual, coloque una mano en la pared abdominal anterior y la otra
sobre el flanco. Comprima la pared abdominal mientras palpa con la mano del flanco para
determinar la presencia y el tamaño de la masa (fig. 17-28, B).
Lactantes y niños
Siempre que sea posible, se debe explorar el abdomen del lactante durante un momento de relajación y tranquilidad. Con frecuencia es mejor hacerlo al comienzo de la exploración general, especialmente antes de realizar cualquier procedimiento que pudiera producir molestias (fig. 17-29).
Un chupete puede ayudar a relajar al lactante. El regazo de un progenitor suele ser la mejor
superficie de exploración, porque el lactante o niño pequeño se sentirá más seguro. Siéntese
mirando al progenitor, con las rodillas en contacto, y realice la exploración abdominal totalmente
sobre el regazo del progenitor. Esto es adecuado durante los primeros meses de vida, y con frecuencia hasta los primeros 2-3 años de vida (fig. 17-30).
Figura 17-26
Prueba del músculo iliopsoas.
A. El paciente eleva la pierna
respecto a la cadera mientras el
explorador la empuja hacia abajo.
B. Técnica alternativa. El
explorador hiperextiende la
pierna derecha tirando de ella
hacia atrás con el paciente en
decúbito lateral izquierdo.
(B, tomado de Swartz, 2006.)
Figura 17-27
Prueba del músculo obturador. Con la extremidad
inferior derecha flexionada en la cadera y la rodilla,
gire la pierna en dirección medial y lateral. (Tomado
de Swartz, 2006.)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
514 Capítulo 17 Abdomen
Inspección
Inspeccione el abdomen y observe su forma, contorno y movimiento con la respiración. Debe ser
redondeado y con forma de cúpula porque la musculatura abdominal no se ha desarrollado por
completo. Identifique cualquier repleción localizada. Los movimientos abdominales y torácicos
deben ser sincrónicos, con una ligera protrusión del abdomen al comienzo de la respiración. Observe
si el abdomen protruye por encima del nivel del tórax o si es escafoideo. Si está distendido o presenta
protrusión, puede deberse a la presencia de heces, a una masa o a un aumento del tamaño de un
órgano. Un abdomen escafoideo indica que el contenido abdominal está desplazado hacia el tórax.
Observe cualquier pulsación sobre el abdomen. Las pulsaciones en el área epigástrica son
frecuentes en recién nacidos y lactantes. Habitualmente, las venas superficiales se pueden ver en
el lactante delgado; sin embargo, las distendidas en todo el abdomen son un hallazgo inesperado,
indicativo de obstrucción vascular, distensión abdominal u obstrucción. Los nevos aracniformes
pueden indicar hepatopatía.
Inspeccione el cordón umbilical del recién nacido y cuente el número de vasos. Debe haber
dos arterias y una vena. Una arteria umbilical única le debe alertar sobre la posibilidad de malformaciones congénitas. La presencia de una estructura intestinal en el cordón umbilical o su
protrusión hacia la zona umbilical, visible a través de una membrana gruesa y transparente, indica
un onfalocele.
El área del muñón umbilical debe estar seca y no debe tener olor. Inspecciónela para detectar
secreción, enrojecimiento, induración y calor cutáneo. Una vez que se haya separado el muñón,
habitualmente a las 2 semanas de vida, una secreción serosa o serosanguinolenta puede ser un
indicio de un granuloma cuando no haya otros signos de infección. Inspeccione todos los pliegues
Figura 17-30
Colocación para la exploración de un niño pequeño en el
regazo de un progenitor.
Figura 17-28
Técnica de bazuqueo.
A. Bazuqueo con una mano.
Empuje hacia dentro con un
ángulo de 90°. Si el objeto se
mueve libremente, flotará hacia
arriba hasta tocar la punta de los
dedos. B. Bazuqueo bimanual:
P, mano que ejerce presión;
R, mano receptora.
Figura 17-29
Colocación para la exploración del abdomen del lactante.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 515
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
cutáneos del ombligo para detectar un nódulo de tejido granulomatoso. Si el drenaje persiste
después de la separación del cordón, plantéese la posibilidad de que haya un quiste o un resto del
uraco permeable.
Observe cualquier protrusión a través del ombligo o de los músculos rectos del abdomen
cuando el lactante haga fuerza. El ombligo habitualmente se invierte. Una hernia umbilical
pequeña (es decir, la protrusión de epiplón e intestino a través de la abertura umbilical, que forma
una protrusión visible y palpable) es un hallazgo frecuente en lactantes (fig. 17-31). Las hernias
umbilicales pueden ser muy grandes e impresionantes. Suele ser fácil reducirlas temporalmente
empujando el contenido de nuevo hacia la posición intraabdominal. Mida el diámetro de la
abertura umbilical, y no el del contenido que ha protruido, para determinar el tamaño. El tamaño
máximo generalmente se alcanza al cabo de 1 mes de vida, y la mayoría de las hernias se cerrarán
espontáneamente entre el primer y el segundo año de edad.
La diástasis de los retos del abdomen, una separación de 1 a 4 cm de anchura en la línea media,
habitualmente entre la apófisis xifoides y el ombligo, es un hallazgo frecuente cuando los músculos
rectos del abdomen no se aproximan entre sí. Habitualmente no es necesario repararla. Aunque
es rara, la herniación a través de los músculos rectos del abdomen puede ser problemática.
Si el lactante tiene vómitos frecuentes, utilice iluminación tangencial y observe el abdomen a
la altura del ojo para detectar las ondas peristálticas. Generalmente no se puede ver el peristaltismo. En ocasiones, se pueden observar ondas peristálticas en lactantes delegados y malnutridos,
aunque su presencia no suele ser indicativa de obstrucción intestinal, como la estenosis pilórica.
Auscultación y percusión
Los procedimientos de auscultación y percusión del abdomen no difieren de los que se utilizan
en los adultos. El peristaltismo se detecta cuando se hay un tintineo metálico cada 10 a 30 s, y
debe haber ruidos intestinales 1-2 h después del parto. Un abdomen escafoideo en un recién
nacido con dificultad respiratoria indica una hernia diafragmática. En este caso, se pueden auscultar los ruidos abdominales en el tórax. En la auscultación abdominal no se deben oír soplos ni
zumbidos venosos.
Los soplos renales se asocian a estenosis de la arteria renal y, raras veces, a fístula arteriovenosa
renal. El soplo de la estenosis tiene una frecuencia elevada y es suave; el de la fístula arteriovenosa es
continuo. Es difícil oír ambos. En caso de sospecha, pruebe primero, con el paciente en posición
erguida o sentado, a auscultar el flanco posterior; después inténtelo con el paciente en decúbito supino,
auscultando sobre el abdomen.
El abdomen puede producir más timpanismo a la percusión que en los adultos, porque los
lactantes degluten aire cuando se alimentan o cuando lloran. Igual que en los adultos, habitualmente el timpanismo en un abdomen distendido se debe a la presencia de gas, mientras que la
matidez puede indicar líquido o una masa sólida.
Palpación
Palpe el abdomen con los pies del lactante ligeramente elevados y las rodillas flexionadas para
favorecer la relajación de la musculatura abdominal. Comience con la palpación superficial
INFORMACIÓN CLÍNICA
Cordón umbilical
Un cordón umbilical grueso
es sugestivo de un feto bien
nutrido; uno delgado indica
lo contrario.
Figura 17-31
Hernia umbilical en un lactante.
(Tomado de Zitelli and Davis, 1997.)
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
516 Capítulo 17 Abdomen
para detectar el bazo, el hígado y masas próximas a la superficie. Generalmente, es posible
palpar el bazo 1 a 2 cm debajo del borde costal izquierdo durante las primeras semanas después
del parto. La punta del bazo detectable en el borde costal izquierdo es un hallazgo frecuente
en lactantes y niños pequeños sanos. El aumento del tamaño del bazo puede indicar enfermedad hemolítica congénita o sepsis.
Palpación del hígado
Para evaluar el hígado, realice una palpación superficial en la línea medioclavicular derecha 3-4 cm
debajo del borde costal. Cuando el lactante inspire, espere recibir sobre su dedo el golpe de una
masa estrecha. Mueva gradualmente los dedos hacia arriba por la línea medioclavicular hasta que
perciba la sensación. El borde hepático no se suele palpar inmediatamente debajo del borde costal
derecho en el recién nacido. Se puede palpar 1-3 cm debajo de este en los lactantes y en los niños
pequeños. La estimación del tamaño verdadero del hígado se puede realizar sólo mediante percusión del borde superior, además de palpar el borde inferior. El borde superior del hígado se debe
detectar mediante percusión en el sexto espacio intercostal. En conjunto, estas técnicas ofrecen
una estimación de la longitud del hígado, y no sólo la proyección del tamaño por debajo del borde
costal.
Hay hepatomegalia cuando el hígado mide más de 3 cm por debajo del borde costal derecho,
lo que indica infección, insuficiencia cardíaca o hepatopatía. Antes de los 2 años de edad, las niñas
tienen el hígado ligeramente mayor que los niños. El intervalo medio de longitud del hígado en
lactantes y niños es el siguiente:
Palpación profunda
Después de la palpación superficial, realice la profunda en todos los cuadrantes o regiones. Observe
la localización, el tamaño, la forma, la sensibilidad y la consistencia de cualquier masa. Más de la
mitad de las masas detectadas en recién nacidos son de origen genitourinario; las causas más
frecuentes son hidronefrosis y riñón displásico multiquístico. Las masas abdominales se deben
estudiar con pruebas radiológicas.
INFORMACIÓN CLÍNICA
Aumento del tamaño
del hígado
El hijo de una madre con
diabetes mellitus
insulinodependiente (DMID)
mal controlada o con
diabetes gestacional muchas
veces puede tener un
aumento del tamaño del
hígado. Este antecedente y/o
hallazgo debe alertar al
médico para que busque
hipoglucemia en el lactante.
INFORMACIÓN CLÍNICA
Palpación del abdomen
de un lactante
El abdomen de un lactante
puede parecer muy delgado
en relación con el tamaño
de su mano. Una técnica
para palpar un abdomen muy
pequeño es la siguiente:
coloque la mano derecha
suavemente sobre el
abdomen con el pulgar en el
cuadrante superiorderecho y
el dedo índice en el
cuadrante superior izquierdo.
Apriete suavemente al
principio, y aumente
gradualmente la presión
(nunca con demasiada
fuerza) a medida que palpa
todo el abdomen.
Edad Altura del hígado (cm) Edad Altura del hígado (cm)
6 meses 2,4 a 2,8 5 años 4,5 a 4,8
12 meses 2,8 a 3,1 6 años 4,8 a 5,1
24 meses 3,5 a 3,6 8 años 5,1 a 5,6
3 años 4 10 años 5,5 a 6,1
4 años 4,3 a 4,4
Diagnóstico diferencial
Masas abdominales en lactantes y niños
Recién nacidos Lactantes y niños
Hidronefrosis Heces (estreñimiento)
Riñón displásico multiquístico Estenosis pilórica
Nefropatía poliquística Duplicación gastrointestinal
Trombosis de vena renal Divertículo de Meckel
Tumor de Wilms
Quiste ovárico
Neuroblastoma
Tumor de Wilms
Hidrocolpos Linfoma
Hidrometrocolpos Hepatoblastoma
Duplicación gastrointestinal Sarcoma embrionario
Quiste ovárico
Teratoma
Modificado de Rahhal et al., 2006.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 517
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
La masa con forma de aceituna de la estenosis pilórica se puede detectar mediante palpación
profunda en el CSD inmediatamente después del vómito del lactante. Puede ser útil sentar al
lactante en su regazo, doblando la parte superior del cuerpo suavemente sobre la mano que realiza
la palpación, y llevando la masa pilórica cerca de su mano. Casi todas las demás masas palpables
del abdomen del recién nacido suelen ser de origen renal. Una masa con forma de salchicha en el
cuadrante superior izquierdo o derecho puede indicar invaginación en un lactante o niño pequeño
de aspecto grave o letárgico. Una masa suprapúbica en la línea media indica enfermedad de Hirschsprung, en la que las heces llenan el colon rectosigmoideo. Una masa blanda en el cuadrante
inferior izquierdo en un niño de cualquier edad puede ser sugestiva de heces en el colon sigmoide
asociadas a estreñimiento.
En el lactante y en el niño pequeño habitualmente se puede palpar y percutir la vejiga en
la zona suprapúbica. Una vejiga distendida, que se percibe como una estructura firme y
central con forma de cúpula en el abdomen inferior, puede indicar obstrucción uretral o
malformaciones del sistema nervioso central. En comparación con los recién nacidos, los
tumores abdominales se palpan con más frecuencia en los lactantes y en los niños pequeños,
y los más frecuentes son el neuroblastoma, el tumor de Wilms y el linfoma. La palpación de
las arterias femorales se realiza durante la exploración abdominal, tal como se describió en
el capítulo 15.
Puede ser difícil detectar sensibilidad y dolor a la palpación en el lactante; sin embargo, el
dolor y la sensibilidad se evalúan por conductas como cambio de tono del llanto, muecas
faciales, rechazo de la oportunidad de mamar y retirada de las rodillas hacia el abdomen con la
palpación. Explore al lactante sobre el regazo de un progenitor. Si el lactante sigue llorando
durante toda la exploración, aproveche el momento silencioso del ciclo respiratorio para palpar
y poder distinguir entre un abdomen firme y uno blando. El abdomen debe ser blando durante
la inspiración. Si sigue estando duro, con rigidez o resistencia a la presión detectable durante
las dos fases respiratorias, puede haber irritación peritoneal. Con frecuencia se debe retrasar la
exploración de un lactante que se siente molesto, y esperar a un momento más tranquilo, salvo
que haya motivo de urgencia. Las causas de dolor abdominal en pacientes pediátricos varían
según la edad.
Diagnóstico diferencial
Causas de dolor abdominal agudo en lactantes, niños y adolescentes
Enfermedad
Desde
nacimiento
hasta 1 año
De 2 a
5 años
De 6 a
11 años
De 12 a
18 años
Apendicitis √ √ √
Estreñimiento √ √ √ √
Dismenorrea √
Gestación ectópica √
Dolor funcional √ √ √
Gastroenteritis √ √ √ √
Faringitis por estreptococos del grupo A √ √ √
Púrpura de Henoch-Schönlein √ √
Hernia incarcerada √ √ √ √
Invaginación √ √
Linfadenitis mesentérica √ √ √
Torsión ovárica √ √ √ √
Torsión testicular √ √ √
Neumonía √ √ √
Enfermedad inflamatoria pélvica √
Amenaza de aborto √
Infección urinaria √ √ √ √
Vólvulo √ √ √ √
Modificado de Leung and Sigalet, 2003.
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
518 Capítulo 17 Abdomen
Resúmenes de
exploración en
formato audio
Puede encontrar una revisión
de los pasos necesarios para llevar a
cabo una exploración física del
abdomen en http://evolve.
elsevier.com/Seidel, en formato PDF
imprimible u otros formatos
descargables.
El abdomen del niño pequeño protruye ligeramente, lo que le da un aspecto de «panza» cuando
está de pie, sentado y en decúbito supino (fig. 17-32). Pasados los 5 años de edad, el contorno
abdominal en posición supina puede hacerse convexo, sin extenderse por encima de la línea
imaginaria trazada desde la apófisis xifoides hasta la sínfisis del pubis. La respiración seguirá
siendo abdominal hasta que el niño tenga 6-7 años de edad. Una restricción de la respiración
abdominal en niños pequeños puede estar producida por irritación peritoneal o por un abdomen
agudo.
En un niño que tenga cosquillas, palpe el abdomen con un tacto firme y no suave. Si esto no
tiene éxito, coloque la mano del paciente debajo de la palma de su mano exploradora, dejando
los dedos libres para palpar. Puede ser difícil localizar la sensibilidad o el dolor abdominal en el
niño pequeño que no puede describir oralmente la localización y las características del dolor.
Distraiga al paciente con un juguete o pregúntele por su actividad favorita cuando comience a
palpar la región abdominal que cree que está más alejada de la zona del dolor. Observe los cambios
de la expresión facial durante la palpación para identificar la localización de mayor dolor. Busque
dolor de rebote a la palpación y haga las mismas observaciones de la expresión facial del niño.
Igual que en los adultos, busque con precaución el dolor de rebote a la palpación. Un abordaje
demasiado vigoroso puede ser cruel e inhumano. Una vez que un niño ha experimente que la
palpación es demasiado intensa, un explorador posterior tendrá poca probabilidad de éxito con
la evaluación abdominal.
Adolescentes
Las técnicas de la exploración abdominal del adolescente son las mismas que en adultos. No pase
por alto la posibilidad de una gestación como causa de dolor abdominal o de una masa abdominal
baja, incluso en mujeres adolescentes jóvenes.
Mujeres gestantes
Los cambios uterinos que se pueden detectar en la exploración pélvica se discuten en el
capítulo 18. Los ruidos intestinales estarán disminuidos como consecuencia de la disminución de
la actividad peristáltica. Puede haber estrías y una banda de pigmentación en la línea media (línea
negra). En el primer trimestre son frecuentes los síntomas digestivos de náuseas y vómitos. También
es habitual el estreñimiento y, con frecuencia, aparecen hemorroides en fases posteriores de la
gestación. La exploración del abdomen de las mujeres gestantes incluye la estimación del tamaño
uterino para la edad gestacional, la evaluación del crecimiento fetal y de la posición del feto, la
monitorización del bienestar fetal y la identificación de la presencia de contracciones uterinas (v. capítulo 18).
Adultos mayores
Las técnicas de exploración son las mismas que en adultos más jóvenes. La pared abdominal del
adulto mayor se hace más delgada y menos firme como consecuencia de la pérdida de tejido
conjuntivo y de masa muscular que acompaña al envejecimiento. Por tanto, la palpación puede
ser relativamente más fácil y puede dar resultados más exactos. Se puede palpar un aneurisma
pulsátil de la aorta abdominal con más facilidad que en pacientes más jóvenes. El depósito de grasa
en la zona abdominal es frecuente a pesar de la pérdida simultánea de tejido graso en las extremidades. El contorno abdominal suele ser redondeado debido a la pérdida de tono muscular.
Las únicas modificaciones de las técnicas de exploración precisan cierto sentido común. Utilice
su juicio para determinar si un paciente puede adoptar una posición determinada. La rotación de
las articulaciones, como en la prueba del músculo obturador, puede producir molestia en pacientes que tengan una disminución de la flexibilidad muscular o un aumento de la sensibilidad
articular.
Sea consciente de que los cambios respiratorios pueden producir los correspondientes hallazgos
de la exploración abdominal. En pacientes con pulmones hiperexpandidos por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el hígado puede estar desplazado hacia abajo pero no necesariamente
aumentado de tamaño. En este caso, los bordes superior e inferior del hígado se pueden detectar
1-2cm debajo de las marcas habituales, aunque la longitud del hígado puede seguir siendo de entre
6 y 12cm. Por otro lado, con la disminución del tamaño del hígado después de los 50 años de edad,
puede encontrar una menor longitud del hígado en la zona medioclavicular.
Con la disminución de la motilidad intestinal asociada al envejecimiento, los trastornos intestinales son frecuentes en los adultos mayores, por lo que debe prestar especial atención a los
Figura 17-32
Postura de un niño pequeño con
«panza».
EXPLORACI
ÓN Y HALLAZG
O
S
Capítulo 17 Abdomen 519
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
síntomas del paciente y a los hallazgos relacionados. El estreñimiento es un síntoma habitual, y
hay mayor probabilidad de palpar heces en el colon sigmoide. Los síntomas acompañantes de gas
y sensación de meteorismo se pueden reflejar por un aumento del timpanismo a la percusión. La
impactación fecal es un hallazgo frecuente en adultos mayores con estreñimiento grave o
crónico.
La obstrucción puede ser problemática en adultos mayores y se puede deber a hipopotasemia,
a infarto del miocardio y a infecciones, como neumonía, sepsis, peritonitis y pancreatitis. Los
vómitos, la distensión, la diarrea y el estreñimiento pueden ser sugestivos de obstrucción.
La incidencia de cáncer digestivo aumenta con la edad; los síntomas dependen de la localización
del tumor. Estos pueden variar desde disfagia hasta náuseas, vómitos, anorexia y hematemesis, y
pueden incluir cambios de la frecuencia, del tamaño, de la consistencia o del color de las heces.
Véase el capítulo 20 para una exposición sobre el tacto rectal, un paso importante para la detección
de cáncer de colon.
La percepción del dolor puede estar alterada como parte del proceso de envejecimiento, y los
pacientes mayores pueden presentar síntomas de dolor atípico, como dolor menos intenso o
ausencia total de dolor con enfermedades que característicamente lo producen en adultos más
jóvenes. Por tanto, la evaluación del dolor en el adulto mayor debe tener en consideración los
síntomas asociados y los hallazgos acompañantes.
INFORMACIÓN CLÍNICA
Estreñimiento con diarrea
Esté atento: las personas con
diarrea aparente pueden
tener estreñimiento grave.
Algunas pueden tener heces
sueltas alrededor de una
impactación fecal importante.
Mensaje: una persona puede
tener estreñimiento y a
pesar de todo presentar
diarrea.
Muestra de documentación
Anamnesis y exploración física
Subjetiva
Una mujer de 44 años de edad refiere sensación quemante en la zona epigástrica y en el
tórax.Aparece después de comer, especialmente alimentos picantes. Dura 1-2 h. Empeora
cuando se acuesta. En ocasiones le produce sabor amargo en la boca.También nota distensión.
Los antiácidos no alivian los síntomas. No refiere náuseas/vómitos/diarrea. No tiene tos ni
dificultad respiratoria.
Objetiva
Abdomen redondeado y simétrico con estrías blancas adyacentes al ombligo en todos los
cuadrantes. Se observa una cicatriz quirúrgica blanca de 5 cm, bien cicatrizada, en el cuadrante
inferior derecho. No hay zonas de pulsación ni peristaltismo visible. Ruidos intestinales activos
audibles en los cuatro cuadrantes.Tonos de percusión timpánicos sobre el epigastrio y
resonantes en el resto del abdomen. Longitud del hígado, 8cm en la línea medioclavicular
derecha. En la inspiración, borde hepático firme, liso y no doloroso. Sin esplenomegalia.
Musculatura blanda y relajada a la palpación ligera. No hay masas ni áreas de dolor a la
palpación profunda. No hay sensibilidad en el ángulo costovertebral.
Para una muestra de documentación adicional, véase el capítulo 26.
A
N
O
MALÍA
S
520 Capítulo 17 Abdomen
TUBO DIGESTIVO
Diarrea aguda
Emisión frecuente de heces líquidas o sueltas de duración menor de 4 semanas
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La mayoría de las veces es vírica y
autolimitada en pacientes sin síntomas ni
signos de afectación de otros órganos
◆ Los viajeros internacionales pueden
adquirir infecciones transmitidas por los
alimentos (p. ej., Escherichia coli
enterotoxígena, Salmonella, Shigella o
Entamoeba histolytica)
◆ La acampada expone a las personas a
Giardia y Campylobacter por el agua no
tratada
◆ Cryptosporidium es una posible causa por
agua contaminada en áreas urbanas de
EE. UU.
◆ Salmonella y Campylobacter jejuni por carne
de ave poco hecha
◆ La carne de vacuno poco hecha y la leche
pasteurizada pueden contener E. coli
O157:H7
◆ El marisco crudo es una posible fuente de
virus de Norwalk
◆ Se debe considerar que hay intoxicación
alimentaria si aparece diarrea en dos o
más personas después de la ingestión del
mismo alimento
◆ Habitualmente, de inicio súbito, y dura
menos de 2 semanas
◆ Dolor abdominal
◆ Causas
◆ Vómitos
◆ Fiebre
◆ Tenesmo (sensación de defecación
incompleta)
◆ Los vómitos en las horas siguientes a la
ingestión del alimento particular indican
intoxicación alimentaria
◆ La diarrea hemorrágica puede producirse
con microorganismos como Campylobacter
y Shigella
◆ Dolor abdominal difuso a la palpación
◆ La exploración puede simular inflamación
peritoneal con dolor o defensa en el
cuadrante inferior derecho
◆ Si es grave, puede haber hallazgos
compatibles con deshidratación moderada
a grave, particularmente en lactantes,
niños y adultos mayores (p. ej., taquicardia,
hipotensión y alteración del estado
mental)
Enfermedad por reflujo gastroesofágico
Flujo retrógrado del contenido gástrico, que habitualmente es ácido, hacia el esófago
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Producido por relajación o incompetencia
del esfínter esofágico inferior
◆ El retraso del vaciamiento gástrico es un
factor predisponente
◆ Es más frecuente en adultos mayores y en
mujeres gestantes
◆ Pirosis o indigestión ácida (dolor torácico
quemante, localizado detrás del esternón,
que asciende hacia el cuello y la garganta)
◆ Sabor amargo o ácido en la parte
posterior de la garganta
◆ Ronquera
◆ Los lactantes y los niños pequeños tienen
arqueamiento de la espalda, agitación con
las tomas, o regurgitación y vómitos;
puede ser suficientemente grave para
producir pérdida de peso y retraso del
desarrollo
◆ Puede precipitar una agudización grave de
asma o producir problemas respiratorios
crónicos por aspiración, así como
hemorragia esofágica
◆ En general, exploración sin hallazgos
reseñables
◆ En la enfermedad grave puede haber
eritema de la pared posterior de la faringe
y edema de las cuerdas vocales
Anomalías
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 521
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Síndrome del intestino irritable
Trastorno de la motilidad intestinal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Frecuente; aparece en aproximadamente
uno de cada cinco estadounidenses; es
más frecuente en mujeres
◆ Habitualmente comienza al final de la
adolescencia o al comienzo de la edad
adulta y raras veces aparece por primera
vez después de los 50 años de edad
◆ Con frecuencia el paciente refiere un
grupo de síntomas, entre los que se
encuentran dolor abdominal, meteorismo,
estreñimiento y diarrea (v. tabla 17-3)
◆ Algunos tienen diarrea alternando con
estreñimiento
◆ Puede haber moco en las heces o
alrededor de las mismas
◆ Los episodios pueden aparecer en
momentos de estrés emocional
◆ Exploración generalmente sin hallazgos
reseñables
◆ El diagnóstico habitualmente se realiza
después de excluir otras posibles etiologías
◆ Los criterios diagnósticos de Roma III
(2006) precisan dolor abdominal
recurrente o molestia al menos 3 días al
mes durante los 3 meses previos,
asociados a dos o más de los siguientes:
◆ Alivio con la defecación
◆ Inicio asociado a un cambio de la
frecuencia de la deposición
◆ Inicio asociado a un cambio de la
forma o del aspecto de la deposición
◆ Entre los síntomas adicionales se
encuentran los siguientes:
◆ Alteración de la emisión de las heces
(esfuerzo y/o tenesmo)
◆ Mucorrea
Promoción de la salud
Prevención de las infecciones transmitidas por los alimentos
Los adultos y los niños son susceptibles a las infecciones transmitidas por los alimentos, tanto
en su hogar como cuando viajan.A continuación se indican algunas medidas preventivas que
puede recomendar:
• Cocine por completo toda la carne picada y la carne de ave. Devuelva a la cocina el
alimento en restaurantes si no está bien cocinado.Tome sólo alimentos que hayan sido
cocinados por completo y que sigan estando calientes.
• No beba zumos ni leche no pasteurizados.
• Refrigere la carne picada y los alimentos perecederos inmediatamente después de
comprarlos.
• Lávese las manos y los utensilios de cocina con agua jabonosa caliente después de manejar
carne de vacuno y de ave.
• Evite el alimento cocinado que se haya mantenido a la temperatura ambiental durante varias
horas.
Los viajeros pueden minimizar el riesgo de «diarrea del viajero» poniendo en práctica las
siguientes medidas preventivas eficaces:
• Evite comer alimentos o tomar bebidas compradas a vendedores callejeros o en otros
establecimientos en los que haya condiciones no higiénicas.
• Evite tomar carne y mariscos crudos o poco hechos.
• Evite comer frutas (p. ej., naranjas, plátanos, aguacates) y verduras crudas salvo, que las pele.
• Evite el hielo salvo que se haya hecho con agua segura.
• Evite los platos que contengan huevos crudos o poco cocinados.
Hernia de hiato con esofagitis
Parte del estómago pasa a través del hiato esofágico del diafragma hasta la cavidad torácica
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Muy frecuente; la mayoría de las veces
aparece en mujeres y adultos mayores
◆ Se asocia a obesidad, gestación, ascitis y
uso de cinturones y ropas muy ajustadas;
la debilidad muscular es un factor
predisponente
◆ Dolor epigástrico y/o pirosis que empeora
en decúbito y se alivia al sentarse o con
antiácidos
◆ «Aguas ácidas» (la boca se llena de líquido
procedente del esófago)
◆ Disfagia
◆ En la mayoría de los casos es asintomática
y se descubre de forma casual
◆ Entre los síntomas de hernia incarcerada
se encuentran el inicio súbito de vómitos,
dolor y disfagia completa
◆ Exploración generalmente sin hallazgos
reseñables
◆ En la enfermedad grave puede haber
eritema de la cara posterior de la faringe
y edema de las cuerdas vocales
A
N
O
MALÍA
S
522 Capítulo 17 Abdomen
Úlcera duodenal (enfermedad ulcerosa péptica duodenal)
Rotura circunscrita crónica de la mucosa duodenal que cicatriza cuando cura
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Puede producirse por infección por
Helicobacter pylori y aumento de la
secreción gástrica de ácido
◆ Aparece aproximadamente con el doble
de frecuencia en los hombres que en las
mujeres
◆ Dolor epigástrico localizado que se
produce cuando el estómago está vacío, y
se alivia con alimentos y antiácidos
◆ En la hemorragia digestiva alta, entre los
síntomas se encuentran hematemesis y
melena; una pérdida de sangre significativa
puede producir mareo y síncope
◆ Las úlceras en la pared anterior pueden
producir dolor a la palpación del abdomen
◆ Las úlceras aparecen en las paredes
anterior y posterior del bulbo duodenal;
las úlceras anteriores tienen mayor
probabilidad de perforarse, y las
posteriores, de sangrar
◆ La perforación del duodeno se manifiesta
con signos de abdomen agudo (distensión
abdominal, rebote y defensa)
◆ En la hemorragia significativa puede haber
hipotensión y taquicardia
Enfermedad de Crohn
Trastorno inflamatorio crónico que puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo y que produce ulceración, fibrosis y malabsorción; el íleon terminal y el colon son las localizaciones más frecuentes
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se desconoce la causa, aunque se piensa
que se debe a un desequilibrio entre los
mediadores proinflamatorios y los
antiinflamatorios
◆ Diarrea crónica con deterioro del estado
nutricional
◆ Otras manifestaciones sistémicas pueden
incluir artritis, iritis y eritema nudoso
◆ La evolución de la enfermedad se
caracteriza por brotes y remisiones
impredecibles
◆ Puede haber dolor a la palpación en el
cuadrante inferior derecho
◆ Se puede palpar una masa abdominal
secundaria a engrosamiento o inflamación
del intestino
◆ Puede haber acrocordones perianales,
fístulas y abscesos
◆ Entre los hallazgos de la exploración
extraintestinal se encuentran eritema
nudoso y piodermia gangrenosa, además
de artritis de articulaciones grandes
◆ La colonoscopia y la anatomía patológica
muestran el aspecto en empedrado
característico de la mucosa (fig. 17-33)
◆ Es frecuente la formación de fístulas, que a
veces se extienden hasta la piel (fig. 17-34)
Figura 17-33
Enfermedad de Crohn que muestra úlceras profundas y
fisuras, que crean un efecto en «empedrado». (Tomado de
Doughty and Jackson, 1993.)
Figura 17-34
Enfermedad de Crohn. Obsérvese una
cicatriz por una incisión y un drenaje previos.
En la enfermedad de Crohn son frecuentes
los acrocordones perianales, y son un buen
dato sobre el diagnóstico. (Tomado de Zitelli
and Davis, 2007.)
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 523
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Colitis ulcerosa
Trastorno inflamatorio crónico del colon y del recto que produce friabilidad de la mucosa y áreas de ulceración
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se desconoce la etiología, aunque se han
implicado factores inmunitarios y
genéticos
◆ La colitis ulcerosa crónica activa
predispone a los pacientes a presentar
cáncer de colon
◆ Diarrea acuosa o hemorrágica frecuente,
con hasta 20-30 deposiciones diarreicas al
día
◆ Puede haber pérdida de peso, astenia y
debilidad general
◆ Puede variar desde leve hasta grave,
dependiendo del grado de afectación del
colon
◆ Puede permanecer en remisión durante
varios años después de una fase aguda de
la enfermedad
◆ La colangitis esclerosante se puede
manifestar con astenia e ictericia
◆ En general no hay fístulas ni enfermedad
perianal
◆ Habitualmente, la radiografía con
contraste muestra pérdida del patrón
mucoso normal
◆ Puede haber colangitis esclerosante con
un patrón colestásico de elevación de las
transaminasas
◆ La anatomía patológica muestra edema de
la mucosa con ulceraciones y hemorragia
(fig. 17-35)
Cáncer de estómago
Se origina en las células epiteliales de la membrana mucosa
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La mayoría de las veces se encuentra en la
mitad inferior del estómago
◆ En estadios tempranos, el crecimiento está
limitado a la mucosa o la submucosa; a
medida que avanza la enfermedad, se
afecta la capa muscular del estómago; las
metástasis, locales y a distancia son
frecuentes
◆ Puede haber síntomas inespecíficos
como pérdida de apetito, sensación de
repleción, pérdida de peso, disfagia y dolor
epigástrico persistente
◆ Puede haber dolor a la palpación en la
región epigástrica media, hepatomegalia,
aumento del tamaño de los ganglios
supraclaviculares y ascitis
◆ En fases avanzadas de la enfermedad se
puede palpar una masa epigástrica
Figura 17-35
Colitis ulcerosa que muestra edema intenso de la mucosa
e inflamación con ulceración y hemorragia. (Tomado de
Doughty and Jackson, 1993.)
A
N
O
MALÍA
S
524 Capítulo 17 Abdomen
Enfermedad diverticular
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Los divertículos son evaginaciones
sacciformes de la mucosa a través del
músculo colónico (fig. 17-36)
◆ Pueden afectar a cualquier parte del tubo
digestivo; el sigma es la localización que se
afecta con más frecuencia
◆ Se desconoce su causa, aunque los
divertículos pueden estar producidos por
alteraciones de la motilidad colónica,
defectos de la estructura muscular y del
colágeno, y envejecimiento
◆ La mayoría de los pacientes están
asintomáticos
◆ En la diverticulitis (cuando los divertículos
se inflaman) puede haber dolor en el
cuadrante inferior izquierdo, anorexia,
náuseas, vómitos y alteración del hábito
intestinal (habitualmente estreñimiento)
◆ El dolor habitualmente se localiza en la
zona de la inflamación
◆ Puede haber distensión abdominal y
timpanismo a la percusión con
disminución de los ruidos intestinales
y dolor localizado a la palpación
(v. tabla 17-2)
◆ Puede haber hemorragia digestiva baja
Cáncer de colon (cáncer colorrectal)
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Puede afectar al recto, al sigma y al colon
proximal y al descendente
◆ Segundo cáncer más frecuente en EE. UU.;
véase el cuadro «Factores de riesgo»,
pág. 492
◆ Los síntomas dependen de la localización
y del tamaño del cáncer y de la presencia
de metástasis
◆ Puede haber dolor abdominal, sangre en
las heces o cambio reciente de la
frecuencia o de las características de las
exposiciones
◆ El signo más temprano puede ser sangre
oculta en las heces, que se puede detectar
con la prueba de sangre oculta en las
heces (PSOH)
◆ Pocos hallazgos en la exploración
◆ Si la enfermedad ha avanzado, puede
haber una masa abdominal palpable en el
cuadrante inferior derecho o en el
izquierdo, o signos de anemia por
hemorragia oculta (p. ej., palidez y
taquicardia)
◆ El cáncer rectal se puede palpar mediante
tacto rectal (v. capítulo 20). El cuadro
«Práctica basada en evidencias» de la
página 525 detalla algunos problemas
y recomendaciones de las pruebas de
cribado del cáncer de colon
Figura 17-36
Diverticulosis (diverticulitis). (Tomado de Doughty y Jackson, 1993.)
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 525
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Práctica basada en evidencias en la exploración física
Cribado del cáncer colorrectal
La segunda causa principal de muerte por cáncer en EE. UU. es el cáncer colorrectal, que es responsable de aproximadamente
50.000 muertes al año. Muchas de estas muertes se pueden prevenir con un cribado adecuado. Cerca del 6% de los estadounidenses
presentará un cáncer colorrectal a lo largo de toda su vida. El cáncer colorrectal se puede prevenir mediante la detección y la
resección de pólipos adenomatosos. La supervivencia a los 5 años es del 90% cuando el cáncer se diagnostica en un estadio
localizado. En 2006-2007 la American Cancer Society, el U.S. Multisociety Task Force on Colorectal Cancer y el American College of
Radiology elaboraron unas directrices de consenso para la detección de pólipos adenomatosos y cáncer colorrectal en adultos
asintomáticos de riesgo medio. Se considera que una persona tiene riesgo medio si tiene 50 años de edad y no presenta otros
factores de riesgo de cáncer colorrectal aparte de la edad. Las pruebas de cribado del cáncer colorrectal se encuadran en dos
categorías: 1) pruebas en las heces para identificar principalmente el cáncer colorrectal, y 2) exploraciones estructurales parciales
o completas para detectar el cáncer y los pólipos adenomatosos premalignos.
Entre las opciones para el cribado de adultos asintomáticos de 50 años o más se encuentran las siguientes:
• Pruebas que detectan principalmente el cáncer
• Prueba de sangre oculta en heces con guayacol (PSOHg) anual, con elevada sensibilidad de la prueba
• Prueba inmunoquímica fecal (PIF) anual, con elevada sensibilidad de la prueba
• Análisis del ADN de las heces con elevada sensibilidad (se desconoce el intervalo de estudio)
• Pruebas que detectan pólipos adenomatosos y cáncer
• Sigmoidoscopia flexible (SIGF) cada 5 años
• Colonoscopia cada 10 años
• Enema opaco con doble contraste cada 5 años
• Colonografía por tomografía computarizada cada 5 años
¿Qué prueba se debe recomendar?
Varios estudios aleatorizados y controlados extensos han demostrado que en los pacientes a los que se realiza cribado con PSOHg,
los cánceres se detectan en estadios más tempranos que en los pacientes a los que no se realiza cribado, con una reducción de la
mortalidad de entre el 15 y el 33% a lo largo del tiempo (Levin et al., 2008). Hasta la fecha no se ha observado ninguna diferencia
evidente en el rendimiento de la prueba cuando se comparan los dos tipos de pruebas de sangre fecal (PSOHg y PIF). Se considera
que el cribado para detectar marcadores moleculares mediante análisis del ADN de las heces es una opción aceptable, y su utilidad
puede modificarse con el paso del tiempo, con nuevos avances tecnológicos. Los datos a favor del cribado con SIGF se demostraron
en dos estudios de casos y controles con una reducción del 60-80% de la mortalidad por cáncer colorrectal. Se considera que el
cribado mínimamente invasivo con colonografía por tomografía computarizada, denominada colonoscopia virtual, es un método
aceptable, y se están realizando más estudios. Los expertos recomiendan la realización de una colonoscopia en los pacientes con
pruebas de cribado positivas.Todas las estrategias tienen costes y beneficios.Además de los costes directos relacionados con el
cribado, se deben considerar los generados por los estudios diagnósticos adicionales y el tratamiento, así como los indirectos y el
efecto psicológico sobre los pacientes. La preferencia de los pacientes y la disponibilidad de recursos son factores importantes. Los
médicos deben educar a los pacientes sobre las diversas opciones de cribado actuales, incluyendo sus riesgos y limitaciones, y deben
guiarlos para que tomen decisiones informadas.
SISTEMA HEPATOBILIAR
Hepatitis
Proceso inflamatorio que se caracteriza por necrosis hepatocelular difusa o parcheada
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Producida la mayoría de las veces por
infección vírica, fármacos o toxinas
◆ La hepatitis vírica aguda está producida
por al menos cinco microorganismos
diferentes; véase el cuadro «Factores de
riesgo» de la pág. 490 en relación con las
hepatitis A, B y C
◆ La hepatitis D se produce sólo en
pacientes infectados por la hepatitis B,
como coinfección en la forma aguda
o como sobreinfección en la crónica
◆ La hepatitis E es un tipo autolimitado que
puede producirse después de desastres
naturales por el consumo de agua o
alimentos con contaminación fecal
◆ Algunos pacientes están asintomáticos;
otros refieren ictericia, anorexia, dolor
abdominal, deposiciones del color de la
arcilla, orina del color del té y astenia
◆ Las pruebas de función hepática son
anómalas
◆ Los hallazgos de la exploración pueden
incluir ictericia y hepatomegalia
◆ En la enfermedad grave y progresiva
puede aparecer cirrosis, con los hallazgos
de la exploración asociados (v. pág. 526)
A
N
O
MALÍA
S
526 Capítulo 17 Abdomen
Cirrosis
Proceso hepático difuso que se caracteriza por fibrosis y alteración de la arquitectura normal del hígado, que se transforma en
nódulos estructuralmente anómalos
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La progresión de la hepatopatía a cirrosis
puede producirse en un plazo de semanas
a años
◆ Los síntomas y signos se producen
como consecuencia de la disminución
de la función sintética del hígado, de
la reducción de la capacidad de
destoxificación o de la hipertensión portal
◆ Las causas más frecuentes y el cribado
sistemático de hepatitis en EE. UU. son la
hepatitis C y la hepatopatía alcohólica
◆ Algunas causas menos frecuentes son la
hepatitis autoinmune, la cirrosis biliar
primaria, la enfermedad de Wilson, la
hemocromatosis, la deficiencia de
a1-antitripsina y la sarcoidosis
◆ Algunos pacientes están asintomáticos;
otros refieren ictericia, anorexia, dolor
abdominal, deposiciones del color de la
arcilla, orina del color del té y astenia
◆ Pueden referir vasculatura abdominal
prominente, axiomas aracniformes
cutáneos, hematemesis y repleción
abdominal
◆ Los valores de laboratorio (es decir,
pruebas de función hepática y
coagulopatía) pueden estar alterados
◆ En la exploración, el hígado está
aumentado de tamaño inicialmente, con
borde firme y no doloroso a la palpación;
a medida que avanza la cicatrización,
disminuye el tamaño del hígado, y
generalmente no se puede palpar
◆ Puede haber alteraciones de la
exploración neurológica (p. ej.,
encefalopatía hepática)
◆ En la enfermedad progresiva puede haber
hipertensión portal con hemorragia por
varices esofágicas
◆ En la enfermedad avanzada puede haber
emaciación muscular y deficiencias
nutricionales
Carcinoma hepatocelular primario
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Con frecuencia se origina en el contexto
de la cirrosis, aproximadamente de 20 a
30 años después de la lesión hepática o
del inicio de la enfermedad; sin embargo,
el 25% de los pacientes no tiene factores
de riesgo de cirrosis
◆ La mayoría de los pacientes mueren por
progresión del tumor, con una mediana
de tiempo de supervivencia desde el
diagnóstico de unos 6 meses
◆ Puede producir metástasis en pulmones,
vena porta, ganglios y portales, hueso y
encéfalo
◆ La vacunación generalizada de las
hepatitis A y B y el cribado sistemático
de las hepatitis B y C pueden reducir
la incidencia
◆ Entre los síntomas se pueden encontrar
ictericia, anorexia, astenia, repleción
abdominal, deposiciones del color de la
arcilla y orina del color del té
◆ En la exploración se puede palpar
hepatomegalia con borde hepático duro
e irregular
◆ Puede haber nódulos hepáticos que
pueden ser palpables, y el hígado puede
ser o no doloroso a la palpación
◆ En la exploración puede haber hallazgos
relacionados con la cirrosis (v. más arriba)
Colelitiasis
Se forman cálculos en la vesícula biliar cuando determinadas sustancias alcanzan una concentración elevada en la bilis y producen
cristales
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Los cristales se mezclan con moco y
forman el barro vesical; con el paso del
tiempo, los cristales aumentan de tamaño,
se mezclan y forman cálculos
◆ Las principales sustancias implicadas en la
formación de cálculos son el colesterol
(>80%) y el bilirrubinato cálcico
◆ La enfermedad crónica puede producir
fibrosis y disfunción vesical, así como
predisponer al cáncer de vesícula
◆ Muchos pacientes están asintomáticos
◆ Entre los síntomas se puede observar
indigestión, cólico e ictericia transitoria
leve
◆ Esta enfermedad con frecuencia produce
episodios de colecistitis aguda (v. pág. 527)
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 527
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Colecistitis
Proceso inflamatorio de la vesícula biliar que la mayoría de las veces se debe a una obstrucción del conducto cístico por colelitiasis,
y que puede ser aguda o crónica
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ En la obstrucción del conducto cístico la
vesícula se distiende y hay disminución del
flujo sanguíneo, lo que produce isquemia e
inflamación
◆ La colecistitis aguda se debe a presencia
de cálculos (colelitiasis), que producen
obstrucción e inflamación en el 90% de
los casos
◆ La colecistitis aguda sin cálculos
(acalculosa) se debe a cualquier
enfermedad que afecte al vaciado y al
llenado normales de la vesícula biliar,
como inmovilización por cirugía mayor,
traumatismo, sepsis o nutrición parenteral
total crónica
◆ La colecistitis crónica se refiere a
episodios repetidos de colecistitis aguda
en una vesícula biliar que está cicatrizada
y contraída
◆ El principal síntoma es el dolor en el CSD
con irradiación alrededor de la parte
media del torso hasta la región escapular
derecha; el dolor es súbito e intenso y
dura de 2 a 4 h
◆ Puede haber síntomas asociados, como
fiebre, ictericia y anorexia
◆ En la colecistitis crónica puede haber
intolerancia a las grasas, flatulencia,
náuseas, anorexia y dolor abdominal
inespecífico
◆ En la colecistitis aguda el hallazgo clásico
de la exploración es marcado dolor a la
palpación en el CSD o en el epigastrio
(v. tabla 17-2)
◆ Puede haber defensa involuntaria o dolor
de rebote a la palpación
◆ Algunos pacientes pueden tener una
vesícula llena y palpable en el CSD
◆ Algunos pacientes pueden tener hallazgos
sutiles en la exploración, como dolor
abdominal difuso, mientras que otros
pueden tener una exploración sin
hallazgos reseñables
◆ En la colecistitis crónica habitualmente no
se palpa la vesícula por fibrosis de la
vesícula
Hepatopatía grasa no alcohólica
Espectro de trastornos hepáticos no asociados a consumo excesivo de alcohol que varían desde esteatosis a cirrosis y carcinoma
hepatocelular
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se piensa que la inflamación y la lesión de
las células hepáticas se deben a la
acumulación de triglicéridos en el hígado
◆ Es probable que los factores genéticos y
ambientales contribuyan a la aparición de
la enfermedad
◆ La resistencia insulínica es un factor
importante; por tanto, la hepatopatía grasa
no alcohólica (HGNA) se asocia a
síndrome metabólico (obesidad,
hipertrigliceridemia y diabetes)
◆ Actualmente es la causa más frecuente de
hepatopatía crónica en EE. UU.
◆ Aparece con una frecuencia muy parecida
en hombres y mujeres, aunque se observa
una mayor prevalencia en hispanos
◆ La mayoría de los pacientes están
asintomáticos, aunque algunos refieren
dolor en el CSD, astenia, malestar e
ictericia
◆ Habitualmente se identifica después de
descubrir alteraciones de las pruebas de
función hepática; la mayoría de los pacientes
tendrán una elevación de las transaminasas,
y la aspartato aminotransferasa (AST) y la
alanina aminotransferasa (ALT) son de dos
a tres veces el límite superior de la
normalidad
◆ Aparte de un aumento del índice de masa
corporal (IMC) (con criterios de
sobrepeso u obesidad), la exploración
física habitualmente no muestra hallazgos
reseñables
◆ Aproximadamente la mitad de los
pacientes tienen hepatomegalia
◆ En la enfermedad más grave, los pacientes
pueden tener ictericia y ascitis
◆ La espectroscopia por resonancia
magnética (ERM) y la biopsia hepática son
las pruebas diagnósticas más sensibles
A
N
O
MALÍA
S
528 Capítulo 17 Abdomen
PÁNCREAS
Pancreatitis aguda
Proceso inflamatorio agudo en el que la liberación de enzimas pancreáticas produce autodigestión glandular
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Aunque no está claro qué mecanismo
fisiopatológico inicia la pancreatitis aguda,
hay diversas causas conocidas, como la
enfermedad biliar (colelitiasis) y el
consumo crónico de alcohol, que explican
aproximadamente el 80% de los casos
◆ Los síntomas varían desde leves a graves,
con inicio súbito de dolor epigástrico
persistente que puede irradiar a la espalda;
habitualmente, el dolor se describe como
constante y sordo
◆ Con frecuencia se asocia a náuseas,
vómitos, distensión abdominal, fiebre y
anorexia
◆ La mayoría de los pacientes tienen dolor
abdominal difuso a la palpación; puede
haber defensa involuntaria y distensión
abdominal (v. tabla 17-2)
◆ Puede haber disminución de los ruidos
intestinales como consecuencia de un íleo
◆ En la pancreatitis necrosante grave se
pueden observar los signos de Cullen y
Grey-Turner en la exploración (v. tabla 17-6)
◆ Algunos pacientes pueden tener fiebre y
taquicardia
◆ Otros pueden tener disnea por irritación
del diafragma
◆ Hay elevación de las enzimas pancreáticas
(amilasa y lipasa)
Pancreatitis crónica
Proceso inflamatorio crónico del páncreas que se caracteriza por cambios morfológicos irreversibles que dan lugar a atrofia, fibrosis
y calcificaciones pancreáticas
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La causa más frecuente es el consumo
crónico de alcohol; entre otras causas se
encuentran las malformaciones congénitas
estructurales del páncreas, la pancreatitis
hereditaria, la FQ, la enfermedad inducida
por fármacos y la pancreatitis autoinmune
◆ Los síntomas pueden incluir dolor
abdominal constante y persistente,
pérdida de peso y esteatorrea
◆ Los hallazgos de la exploración son
similares a los de la pancreatitis aguda; sin
embargo, en la enfermedad crónica hay
mayor probabilidad de formación de
seudoquistes
◆ En la enfermedad avanzada, algunos
pacientes pueden tener signos de
malnutrición, con disminución de la grasa
subcutánea y emaciación temporal
◆ Hay elevación de las enzimas pancreáticas
(amilasa y lipasas), y puede haber
intolerancia a la glucosa
BAZO
Laceración/rotura esplénica
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ El bazo es el órgano que se lesiona con
más frecuencia en los traumatismos
abdominales debido a su localización
anatómica
◆ El mecanismo de la lesión puede ser
cerrado o penetrante, aunque la mayoría
de las veces es cerrado (p. ej., por
accidentes de tráfico)
◆ Entre los síntomas se encuentran el dolor
en el cuadrante superior izquierdo con
irradiación hacia el hombro izquierdo
(signo de Kehr positivo); véase la
tabla 17-6
◆ Dependiendo de la magnitud de la
hemorragia, puede haber síntomas de
hipovolemia (p. ej., mareo, sincope)
◆ La exploración es notable por dolor a la
palpación en el cuadrante superior
izquierdo; puede haber signos de irritación
peritoneal (defensa involuntaria o dolor de
rebote a la palpación) (v. tabla 17-2)
◆ El diagnóstico se realiza mediante paracentesis
o tomografía computarizada (TC)
◆ Dependiendo del grado de hemorragia, los
pacientes pueden tener hipotensión y
disminución progresiva del hematocrito
RIÑÓN
Glomerulonefritis aguda
Inflamación de las asas capilares de los glomérulos renales
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se debe al depósito o formación de
inmunocomplejos
◆ Tiene muchas causas; entre las
más comunes se encuentran la
infección (postestreptocócica) y
el mecanismo inmunitario (nefropatía
por inmunoglobulina [Ig] A)
◆ Los síntomas habitualmente son
inespecíficos y entre ellos se cuentan las
náuseas y el malestar; puede haber dolor
en el flanco, además de cefalea secundaria
a hipertensión
◆ Algunos pacientes refieren orina con el
color del té o hematuria franca
◆ Aproximadamente el 85% de los niños
afectados presentan edema periférico y
periorbitario
◆ Puede haber una exploración sin hallazgos
reseñables, con presión arterial normal
◆ Los hallazgos de la exploración pueden
incluir edema, hipertensión y oliguria
◆ Se produce hematuria microscópica en
todos los pacientes afectados (en la
microscopia de la orina se ven cilindros
de eritrocitos)
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 529
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Hidronefrosis
Dilatación de la pelvis y de los cálices renales por obstrucción al flujo de orina en cualquier parte, desde el meato uretral hasta los
riñones
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ El aumento de la presión en los uréteres
produce cambios de la filtración
glomerular, de la función tubular y del
flujo sanguíneo renal
◆ En la obstrucción aguda puede haber
dolor intenso e intermitente (cólico renal)
con náuseas y vómitos
◆ La mayoría de los pacientes están
asintomáticos, y la hidronefrosis se
encuentra durante un cribado radiológico
(p. ej., ecografía fetal)
◆ En la infección secundaria puede haber
dolor abdominal y en el flanco, hematuria
y fiebre
◆ La mayoría de los pacientes tendrán una
exploración física sin hallazgos reseñables
◆ En casos graves, se puede palpar el riñón
durante la exploración abdominal; puede
haber dolor a la palpación en el ACV
◆ Cuando hay obstrucción urinaria baja, se
puede palpar una vejiga distendida (p. ej.,
válvulas uretrales posteriores en un recién
nacido)
Pielonefritis
Infección del riñón y de la pelvis renal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Los bacilos gramnegativos (Escherichia coli
y Klebsiella) y Enterococcus faecalis son los
patógenos más frecuentes
◆ Aparecen otros microorganismos menos
frecuentes en pacientes hospitalizados y/o
con sondas residentes
◆ Entre los factores de riesgo se encuentran
las sondas residentes, la diabetes mellitus,
la actividad sexual, los antecedentes de IU,
reflujo vesicoureteral (lactantes y niños) e
incontinencia urinaria (adultos mayores)
◆ Habitualmente consultan con fiebre,
disuria y dolor en flanco
◆ Otros síntomas son los escalofríos, la
poliuria, la polaquiuria, el tenesmo y la
hematuria
◆ La mayoría de los pacientes tienen
aspecto grave con dolor o molestia
significativa
◆ La fiebre y el dolor en el ACV distinguen
la pielonefritis de las IU no complicadas
◆ En el estudio de laboratorio, hay piuria y
bacteriuria, que confirman el diagnóstico
Absceso renal
Infección localizada en la médula o la corteza del riñón
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Los abscesos de la corteza renal con
frecuencia están producidos por
microorganismos grampositivos
(Staphylococcus aureus y Enterococcus
faecalis)
◆ Los abscesos medulares con frecuencia
están producidos por bacilos
gramnegativos (E. coli y Klebsiella)
◆ Los síntomas de pielonefritis persisten
tras más de 72 h de tratamiento
antibiótico adecuado: escalofríos, fiebre,
disuria y dolor en el flanco
◆ Similar a la pielonefritis; la mayoría tienen
aspecto general grave con fiebre y dolor o
molestia significativa
◆ En la exploración, habitualmente hay dolor
a la palpación en el ACV
◆ El análisis de orina puede mostrar piuria y
bacteriuria si el absceso está en la médula
renal; la piuria puede ser el único hallazgo
de laboratorio si el absceso está en la
corteza
◆ Radiología renal: la ecografía, la TC y la
resonancia magnética (RM) son
herramientas diagnósticas frecuentes
Cálculos renales
Los cálculos se forman en la pelvis renal por un proceso fisicoquímico asociado a obstrucción e infecciones en el tracto urinario
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Los cálculos están formados por sales de
calcio, ácido úrico, cistina y estruvita
◆ Las situaciones que alcalinizan la orina
producen formación de cálculos porque el
ácido úrico, el calcio y el fosfato son más
solubles a pH bajo; la temperatura de la
orina, la fuerza iónica y la concentración
también afectan a la formación de cálculos
◆ Es mucho más prevalente en los hombres
que en las mujeres
◆ Entre los síntomas se encuentran la fiebre,
la disuria, la hematuria y el dolor en el
flanco
◆ El cólico renal se caracteriza por dolor
cólico intenso con náuseas y vómitos; a
medida que el cálculo pasa por el uréter,
el dolor normalmente se desplaza desde
el flanco hasta la ingle, y después hasta la
zona escrotal o labial (v. tabla 17-2)
◆ La mayoría de los pacientes consultan en
el servicio de urgencias con dolor cólico
intenso
◆ Los hallazgos de la exploración pueden
incluir dolor a la palpación en el ACV y/o
dolor abdominal a la palpación
◆ El análisis de orina puede mostrar
hematuria microscópica; es indicativa de
este diagnóstico una elevación del
cociente calcio urinario-creatinina
A
N
O
MALÍA
S
530 Capítulo 17 Abdomen
Insuficiencia renal aguda
Deterioro súbito de la función renal en un plazo de horas a días, que da lugar a un episodio urémico agudo
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ No hay ninguna definición aceptada
universalmente para la insuficiencia renal
aguda (IRA); una definición de laboratorio
clínico habitual es un aumento absoluto
de la concentración sérica de creatinina
de 0,5 a 1 mg/dl
◆ La retención de productos nitrogenados y
de desecho metabólico y de líquido
extracelular se deben a una disminución
de la tasa de filtración glomerular (TFG)
◆ Puede ser prerrenal (60-70%), renal
(25-40%) o posrenal (5-10%), y aparece en
aproximadamente el 5-7% de los pacientes
hospitalizados (Agrawal y Swartz, 2000)
◆ La IRA intrínseca se debe la mayoría de
las veces a lesión parenquimatosa renal:
necrosis tubular aguda por fármacos
nefrotóxicos, sepsis o isquemia; nefritis
intersticial por fármacos, infecciones o
enfermedades autoinmunes, o
glomerulonefritis
◆ La diuresis puede ser normal, o puede
estar disminuida o ausente (anuria)
◆ En la IRA prerrenal, puede haber habido
síntomas que hayan producido
deshidratación y disminución de la
perfusión renal (p. ej., vómitos, diarrea,
disminución de la ingesta o uso de
diuréticos); los pacientes también pueden
haber tenido síntomas que han producido
depleción del volumen intravascular (p. ej.,
dificultad respiratoria y edema periférico
con insuficiencia cardíaca congestiva)
◆ En la IRA posrenal, los pacientes pueden
haber tenido síntomas de obstrucción del
tracto urinario dependiendo del nivel de
la obstrucción (p. ej., anuria con la
obstrucción completa)
◆ Los pacientes con IRA intrínseca pueden
consultar con síntomas relacionados con
la causa subyacente de su insuficiencia
renal (orina con color de té o refresco de
cola en la glomerulonefritis, y exantema
malar en el lupus eritematoso sistémico)
◆ Los hallazgos de la exploración son
inespecíficos
◆ Algunos pacientes pueden tener signos
de sobrecarga hídrica (aumento de la
distensión venosa yugular y edema
periférico) o de déficit de líquidos
(hipotensión, cambios ortostáticos del
pulso y de la presión arterial, sequedad
de las membranas mucosas)
◆ En la IRA posrenal, con obstrucción
completa, puede haber distensión
abdominal (distensión vesical) y dolor
suprapúbico a la palpación
Lactantes
Invaginación
El prolapso, o telescopaje, de un segmento de intestino en otro produce obstrucción intestinal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Aparece habitualmente en lactantes entre
3 y 12 meses de edad y es la causa más
frecuente de obstrucción intestinal en
lactantes y niños de 3 meses a 6 años de
edad; las mujeres tienen una probabilidad
cuatro veces mayor que los hombres de
presentarla
◆ Algunos episodios se pueden resolver
espontáneamente pero, si no se tratan, la
mayoría de los casos producen infarto
intestinal, perforación y peritonitis
◆ Aunque la causa de la mayoría de los
casos es desconocida, se piensa que la
hiperplasia del tejido linfático produce
prolapso mucoso, y la localización más
frecuente es el íleon terminal hacia el
colon; en un pequeño porcentaje de niños
se identifican puntos de tracción
(divertículo de Meckel, pólipo, linfoma); los
puntos de tracción son más frecuentes en
niños mayores de 2 años
◆ Entre los síntomas abdominales se
encuentran el dolor abdominal agudo
intermitente, la distensión abdominal y los
vómitos
◆ Los síntomas pueden ser de inicio
llamativo; un niño que previamente estaba
bien puede comenzar con paroxismos de
llanto y dolor abdominal intenso, que a
veces lo despierta del sueño; también
puede haber episodios intermitentes de
letargo
◆ El niño con frecuencia es inconsolable, a
veces con las piernas y las rodillas
flexionadas (doblado) por el dolor
◆ El aspecto de las heces es normal en las
primeras fases; a medida que avanza la
isquemia, las heces posteriores pueden
estar mezcladas con sangre y moco con
aspecto de jalea de grosella
◆ Se puede palpar una masa con forma de
salchicha en el cuadrante superior
derecho o izquierdo, mientras que el
inferior derecho está vacío (signo de
Dance positivo)
◆ A medida que avanza la enfermedad,
puede haber hallazgos de perforación
intestinal (distensión abdominal y defensa)
◆ El diagnóstico y el tratamiento se realizan
la mayoría de las veces con el uso de un
enema con contraste con aire
s0455a
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 531
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Estenosis pilórica
La hipertrofia del músculo circular del píloro produce obstrucción del esfínter pilórico
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se produce en 1-3:1000 lactantes en
EE. UU. y es más frecuente en blancos; los
hombres se afectan con una frecuencia
aproximadamente cuatro veces mayor que
las mujeres, y hay una elevada tendencia
familiar
◆ Se desconoce la causa; se ha encontrado
una asociación con el uso de eritromicina
◆ Los síntomas habitualmente aparecen
después de varias semanas de edad, y
entre ellos se encuentra una regurgitación
que progresa hasta vómitos en proyectil
(es decir, emisión vigorosa de alimentos
por la boca, que recorren una distancia
corta); los pacientes se alimentan con
ansiedad (incluso después de un episodio
de vómito) y no ganan peso
◆ En ocasiones, se palpa una pequeña masa
redondeada con forma de aceituna en el
CSD, particularmente después del vómito
◆ En los casos de sospecha, se debe realizar
una ecografía y/o se debe consultar con
un cirujano
Íleo meconial
Obstrucción intestinal distal producida por meconio impactado y espeso en el intestino distal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Puede ser la primera manifestación de la
FQ; aproximadamente el 10-20% de los
recién nacidos con FQ tienen íleo
meconial
◆ Se piensa que contribuyen la insuficiencia
pancreática y las malformaciones
congénitas pancreáticas (estenosis del
conducto pancreático); sin embargo,
muchos lactantes afectados tienen función
y estructura normales del páncreas
◆ En casos no complicados el íleon distal se
estrecha, con distensión intestinal
proximal; hasta la mitad de los casos están
complicados (vólvulo, atresia o peritonitis
meconial)
◆ Si la enfermedad se produce durante la
vida intrauterina, el vólvulo fetal puede
producir atresia intestinal
◆ La mayoría de los recién nacidos afectados
consultan con ausencia de eliminación de
meconio en las primeras 24 h tras el
parto en el servicio de maternidad
◆ Aparecen síntomas relacionados con la
obstrucción intestinal distal (vómitos y
distensión abdominal)
◆ El recién nacido tendrá distensión
abdominal
◆ En los casos complicados (vólvulo) los
lactantes pueden tener signos de shock
(p. ej., taquicardia e hipertensión)
◆ Los casos no complicados se tratan con
enemas hiperosmolares (p. ej., de
amidotrizoato sódico y amidotrizoato de
meglumina) bajo control radioscópico; la
resolución se produce en más de la mitad
de los lactantes afectados
Atresia biliar
Obstrucción o ausencia congénita parcial o total del sistema de las vías biliares, que da lugar a una obstrucción del flujo biliar; en
la mayoría de los casos hay ausencia completa del árbol biliar extrahepático
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Actualmente se clasifica como de inicio
posnatal (85-90% de los casos) o
embrionario
◆ En la enfermedad de inicio posnatal se
cree que la inflamación y la necrosis de
las vías biliares extrahepáticas se deben a
una lesión perinatal (p. ej., infección vírica)
◆ Se considera que la enfermedad de inicio
embrionario se debe a mutaciones génicas
que controlan la formación y la
diferenciación de las vías biliares en fases
tempranas de la gestación; aparece
colestasis intrahepática y fibrosis de las
vías biliares; este tipo se asocia a otras
malformaciones congénitas (síndrome de
poliesplenia)
◆ Aparecen síntomas de colestasis neonatal
en las primeras semanas de vida, entre los
que se encuentran la ictericia, heces de
color arcilla claro y orina oscura
◆ Los lactantes pueden no aumentar de
peso o tener un incremento de peso
normal
◆ La mayoría de los lactantes nacen a
término y presentan ictericia en los
primeros 2 meses de vida; puede haber
hepatomegalia firme a la palpación
◆ Puede haber esplenomegalia, que indica
enfermedad progresiva con hipertensión
portal
◆ En el tipo embrionario, los lactantes
pueden tener soplos cardíacos, que son
indicativos de malformación congénita
cardíaca asociada
◆ La ecografía abdominal es diagnóstica; sin
una corrección quirúrgica rápida se
produce cirrosis biliar secundaria
A
N
O
MALÍA
S
532 Capítulo 17 Abdomen
Divertículo de Meckel
Evaginación del íleon de tamaño variable, desde un pequeño proceso apendicular hasta un segmento de intestino de varios centímetros de longitud, con frecuencia cerca de la válvula ileocecal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se produce por obliteración incompleta
del conducto vitelino, que da lugar a una
evaginación con extremo ciego que
contiene todas las capas mucosas del íleon
◆ Es la malformación congénita más
frecuente del tubo digestivo y aparece en
aproximadamente el 2% de la población
general
◆ La mayoría de los pacientes están
asintomáticos
◆ Con frecuencia se encuentra como
hallazgo casual durante un estudio
radiológico o en la cirugía intraabdominal
realizada por otros motivos
◆ En niños, un síntoma inicial frecuente es la
hemorragia rectal de color rojo brillante u
oscuro con poco o nada de dolor
abdominal
◆ Algunos pacientes consultan con dolor
abdominal, que puede ser intenso; otros
pueden hacerlo con signos de obstrucción
intestinal o diverticulitis, similar a la
apendicitis aguda, con vómitos biliosos
◆ La hemorragia rectal indolora es el
hallazgo inicial más frecuente en la
exploración
◆ Algunos pacientes consultan con
obstrucción intestinal (dolor abdominal a
la palpación, defensa involuntaria y dolor
de rebote a la palpación); en casos graves
puede haber perforación con signos
peritoníticos y shock hipovolémico
(taquicardia e hipertensión)
Enterocolitis necrosante
Enfermedad inflamatoria de la mucosa gastrointestinal asociada a prematuridad e inmadurez digestiva
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Principal urgencia digestiva en recién
nacidos
◆ Hay grados variables de necrosis intestinal
mucosa o transmural, la mayoría de las
veces en el íleon distal y el colon proximal
◆ Se desconoce la causa, aunque
probablemente sea multifactorial; se piensa
que una causa infecciosa es fundamental
para la aparición del trastorno; en la
operación se encuentra necrosis por
coagulación en las piezas intestinales
◆ Incidencia del 1 al 5% de los lactantes en
las unidades de cuidados intensivos
neonatales; la incidencia y la mortalidad se
relacionan inversamente con la edad
gestacional
◆ Los síntomas pueden ser sutiles, entre los
cuales se encuentra la intolerancia a la
alimentación (oral o nasogástrica); también
puede comenzar de repente y progresar
rápidamente
◆ La distensión abdominal, los vómitos y las
deposiciones sanguinolentas con
frecuencia llevan a una evaluación en
recién nacidos de riesgo
◆ Puede haber inestabilidad térmica y signos
útiles de sufrimiento
◆ Los hallazgos de la exploración pueden
incluir letargo, distensión abdominal, apnea
y dificultad respiratoria
◆ La radiografía simple de abdomen puede
mostrar neumatosis intestinal (aire en la
pared intestinal)
◆ Con frecuencia es mortal por
complicaciones de perforación intestinal y
sepsis
Niños
Neuroblastoma
Neoplasia maligna sólida del sistema nervioso simpático periférico de origen embrionario
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Se considera que es un espectro de
tumores con grados variables de
diferenciación neural
◆ Aunque habitualmente se origina en la
médula suprarrenal, puede aparecer en
cualquier parte del eje craneovertebral
◆ Se desconoce su causa, aunque se ha
propuesto que hay causas genéticas y
ambientales; se han encontrado
asociaciones con exposición parental a
productos químicos laborales, y se han
descrito casos familiares
◆ Habitualmente se manifiesta como una
masa abdominal asintomática en un niño
pequeño
◆ Entre los síntomas pueden encontrarse
malestar, pérdida de apetito, pérdida de
peso y protrusión de uno o ambos ojos
◆ Otros síntomas se deben a compresión
por la masa o a metástasis en órganos
adyacentes
◆ Entre los hallazgos de la exploración se
cuentan una masa abdominal firme, fija, no
dolorosa, irregular y nodular que atraviesa
la línea media
◆ Las metástasis en la región periorbitaria
producen proptosis y equimosis
infraorbitarias
◆ En la exploración física puede haber
síndrome de Horner, ataxia y
opsomioclonías («ojos bailones y pies
bailones»)
◆ Los estudios radiológicos pueden mostrar
una masa calcificada con hemorragia hacia
las estructuras circundantes
A
N
O
MALÍA
S
Capítulo 17 Abdomen 533
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tumor de Wilms (nefroblastoma)
Es el tumor intraabdominal más frecuente de la infancia; habitualmente aparece a los 2-3 años de edad
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La mayoría de los casos son esporádicos;
un pequeño porcentaje de pacientes
tienen antecedentes familiares
◆ El gen del tumor de Wilms, WT1, está
localizado en el cromosoma 11 y regula el
desarrollo normal del riñón;
aproximadamente el 20% de los niños
afectados tienen mutaciones de este gen
◆ Se asocia a diversos síndromes: el WAGR
(del inglés Wilms tumor, aniridia,
genitourinary abnormalities, and mental
retardation) incluye tumor de Wilms,
aniridia, malformaciones genitourinarias y
retraso mental
◆ La mayoría consultan con aumento
indoloro del tamaño del abdomen o con
una masa abdominal (que con frecuencia
la encuentran los padres cuando bañan a
su hijo)
◆ Algunos consultan con dolor abdominal,
vómitos y hematuria
◆ Algunos pacientes son identificados
durante el cribado realizado por otras
malformaciones congénitas asociadas
◆ Se puede palpar en la exploración
abdominal como una masa firme y no
dolorosa profunda en el flanco, poco
móvil y que habitualmente no atraviesa la
línea media; a veces es bilateral
◆ Puede haber hipertensión
Enfermedad de Hirschsprung (megacolon aganglionar congénito)
Ausencia primaria de células ganglionares parasimpáticas en un segmento del colon, lo que interrumpe la motilidad intestinal
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La inervación intestinal anómala da lugar a
ausencia de peristaltismo, lo que produce
una acumulación de heces proximales al
defecto y obstrucción intestinal
◆ Es la causa más frecuente de obstrucción
intestinal baja en recién nacidos
◆ Es cuatro veces más frecuente en los
hombres que en las mujeres
◆ En algunos pacientes se han identificado
mutaciones genéticas
◆ Los síntomas suelen comenzar en el
momento del nacimiento, con ausencia de
eliminación de meconio en las primeras
24 a 48 h después del parto
◆ Otros síntomas son el retraso del
desarrollo, el estreñimiento, la distensión
abdominal, y episodios de vómitos biliosos
y diarrea
◆ Los lactantes mayores y los niños
pequeños pueden tener estreñimiento
grave
◆ Entre los hallazgos de la exploración
compatibles con estreñimiento grave se
encuentran la distensión abdominal y la
palpación de heces en el abdomen inferior
izquierdo
Síndrome urémico hemolítico
Tríada de anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia y uremia
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Es una de las causas más frecuentes de
insuficiencia renal aguda en niños, y
generalmente aparece en niños menores
de 4 años
◆ La causa más frecuente del síndrome
urémico hemolítico (SUH) en EE. UU. es
la toxina de tipo Shiga producida por
E. coli O157:H7; pueden producir SUH
otros patógenos bacterianos, como
Shigella, además de algunos virus
◆ Entre los factores de riesgo se encuentra
la ingestión de carne poco hecha o de
leche no pasteurizada
◆ La mayoría tienen un antecedente de
infección respiratoria alta o de
gastroenteritis con fiebre, dolor abdominal
y vómitos; la diarrea con frecuencia es
sanguinolenta
◆ La afectación gastrointestinal puede
producir síntomas de abdomen agudo, en
ocasiones con perforación
◆ Algunos niños tienen inicio súbito de
palidez, debilidad, letargo y disminución de
la diuresis
◆ Habitualmente los pacientes presentan
deshidratación, edema, petequias y
hepatoesplenomegalia
◆ En la enfermedad digestiva grave, puede
haber signos peritoneales (distensión
abdominal, defensa involuntaria y dolor de
rebote a la palpación)
A
N
O
MALÍA
S
534 Capítulo 17 Abdomen
Adultos Mayores
Incontinencia fecal
Incapacidad de controlar las deposiciones, lo que da lugar a la fuga de heces; se asocia a tres causas principales: impactación fecal,
enfermedad subyacente y trastornos neurógenos
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ La impactación fecal (la causa más
frecuente) se asocia a inmovilización e
ingesta escasa de líquido y alimentos; el
consumo excesivo de laxantes también
puede ser una causa
◆ Trastornos neurógenos locales se refiere
a cualquier proceso que produzca
degeneración del plexo mientérico y del
intestino inferior, que da lugar a laxitud
del músculo esfínter, así como a una
disminución del reflejo sacro y del tono
del músculo puborrectal
◆ Los trastornos neurógenos cognitivos
habitualmente se deben a un accidente
cerebrovascular o a demencia
◆ La mayoría de los pacientes tienen
«incontinencia por flujo excesivo» (de
posiciones blandas que rezuman alrededor
de la impactación)
◆ Incapaz de reconocer la repleción rectal
asociada a imposibilidad de inhibir las
contracciones rectales intrínsecas; las
heces se forman con normalidad y
aparecen en un patrón establecido,
habitualmente después de una comida
◆ Se diagnostica con tacto rectal cuando se
evalúa el tono rectal u otras alteraciones
◆ Con frecuencia son útiles los estudios
radiológicos y manométricos para
determinar la causa subyacente, como
cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal,
diverticulitis, proctitis y neuropatía
diabética
Diagnóstico diferencial
INCONTINENCIA URINARIA
Enfermedad Anamnesis Hallazgos físicos
Incontinencia de
estrés
Incontinencia de volumen pequeño
con tos, estornudos, risa, carrera;
antecedente de cirugía pélvica
Relajación del suelo de la pelvis;
cistocele, rectocele; laxitud del
esfínter ureteral; pérdida de orina
con prueba de provocación;
vaginitis atrófica; volumen residual
posmiccional menor de 100 ml
Incontinencia con
tenesmo
Deseo incontrolado de orinar;
incontinencia de volumen grande;
antecedente de trastornos del
sistema nervioso central como
accidente cerebrovascular,
esclerosis múltiple o parkinsonismo
Hallazgos inesperados sólo en
relación con un trastorno del
sistema nervioso central; volumen
residual posmiccional menor de
100 ml
Incontinencia por
flujo excesivo
Incontinencia de volumen pequeño,
goteo, vacilación; en hombres,
síntomas de aumento del tamaño
de la próstata; nicturia, goteo,
vacilación, disminución de la fuerza
y del calibre del chorro
Distensión vesical; hipertrofia
prostática; heces en el recto,
impactación fecal; volumen
residual posmiccional mayor de
100 ml
En la vejiga neurógena: antecedente
de problemas intestinales, lesión
medular o esclerosis múltiple
Datos de enfermedad medular o
neuropatía diabética; laxitud del
esfínter; trastorno de la marcha
Incontinencia
funcional
Cambios del estado mental;
disminución de la movilidad; nuevo
entorno
Alteración del estado mental;
disminución de la movilidad
Fármacos: hipnóticos, diuréticos,
anticolinérgicos, fármacos
a-adrenérgicos, calcioantagonistas
Trastorno del estado mental o
hallazgos inesperados sólo en
relación con otras enfermedades
físicas
© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 535
La exploración de los genitales femeninos suele realizarse cuando una paciente se presenta con un
síntoma específico, como parte de la exploración neonatal, en la adolescente sexualmente activa
y como componente de la exploración general de la mujer sana. En ocasiones, la exploración del
ano y la del recto (v. capítulo 20) se llevan a cabo simultáneamente.
Genitales femeninos 18
Capítulo
Media link
Pueden encontrarse vídeos, listas de comprobación, resúmenes de exploración y otros recursos
útiles en la página web complementaria: http://evolve.elsevier.com/Seidel.
Sinopsis de exploración física
• Audios y videos de exploración física
• Impresos para la práctica: guías para la
educación del paciente
• Guías de evaluación
• Listas de comprobación de los antecedentes
y de la exploración física
• Pruebas interactivas
• Cuadros de información clínica
• Guías de factores de riesgo
• Resúmenes de exploración descargables para
PDA, imprimibles y en formato audio
• Calculadoras instantáneas
A continuación puede leer una sinopsis de los pasos necesarios para llevar a cabo una exploración física de los
genitales femeninos. Estos procedimientos se explican detalladamente en este capítulo y están disponibles en
(http://evolve.elsevier.com/Seidel) en formato PDF imprimible o en
formatos descargables para PDA, iPod o Smartphone.
La paciente debe situarse en posición de litotomía, a no ser
que sea necesaria otra postura (v. pág. 580)
Genitales Externos
1. Inspeccione las características y la distribución del vello púbico
(v. pág. 553).
2. Inspeccione y palpe los labios para determinar los siguientes
aspectos (v. pág. 553):
• Simetría del color
• Formación de costra en las secreciones
• Inflamación
• Irritación o excoriación
• Tumefacción
3. Inspeccione el meato uretral y la abertura de la vagina para
determinar los siguientes aspectos (v. pág. 554):
• Secreciones
• Lesiones o carúnculas
• Pólipos
• Fístulas
4. Comprima las glándulas de Skene (v. pág. 554).
5. Palpe las glándulas de Bartolino (v. pág. 554).
6. Inspeccione y palpe el periné para determinar los siguientes
aspectos (v. pág. 555):
• Tersura
• Sensibilidad dolorosa
• Fístulas
• Lesiones o crecimientos
7. Inspeccione para detectar protuberancias e incontinencia urinaria mientras la paciente contrae el área (v. pág. 555).
8. Inspeccione el área perineal y el ano para determinar los
siguientes aspectos (v. pág. 555):
• Características de la piel
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
536 Capítulo 18 Genitales femeninos
• Lesiones
• Fisuras o excoriaciones
• Inflamaciones
Exploración Con Espéculo De Los
Genitales Internos
1. Inserte el espéculo a través de la vía de menor resistencia
(v. pág. 556).
2. Inspeccione el cuello uterino para determinar los siguientes
aspectos (v. pág. 556):
• Color
• Posición
• Tamaño
• Características de la superficie
• Secreción
• Tamaño y forma de la boca del útero
3. Tome las muestras necesarias (v. pág. 559).
4. Inspeccione las paredes de la vagina para determinar los siguientes aspectos (v. pág. 558):
• Color
• Características de la superficie
• Secreciones
Exploración Bimanual
1. Inserte los dedos índice y medio de una mano en la vagina,
colocando la otra sobre la línea media abdominal (v. pág. 563).
2. Palpe las paredes vaginales para determinar los siguientes
aspectos (v. pág. 563):
• Tersura
• Sensibilidad dolorosa
• Lesiones (quistes, nódulos o masas)
3. Palpe el cuello uterino para determinar los siguientes aspectos
(v. pág. 564):
• Tamaño, forma y longitud
• Posición
• Movilidad
4. Palpe el útero para determinar los siguientes aspectos
(v. pág. 564):
• Localización
• Posición
• Tamaño, forma y contorno
• Movilidad
• Sensibilidad dolorosa
5. Palpe los ovarios para determinar los siguientes aspectos
(v. pág. 565):
• Tamaño
• Forma
• Consistencia
• Sensibilidad dolorosa
6. Palpe las áreas anejas para localizar masas y sensibilidad dolorosa (v. pág. 567)
Exploración Rectovaginal
1. Inserte el dedo índice en la vagina y el dedo medio en el ano
(v. pág. 566).
2. Valore el tono esfinteriano (v. pág. 566).
3. Palpe el tabique rectovaginal para evaluar lo siguiente
(v. pág. 567):
• Grosor
• Tono
• Nódulos
4. Palpe la cara posterior del útero (v. pág. 567).
5. Palpe la pared rectal anterior y posterior para determinar los
siguientes aspectos (v. pág. 567):
• Masas, pólipos o nódulos
• Estenosis, otras irregularidades, sensibilidad dolorosa
6. Observe las características de las heces al retirar el dedo
enguantado (v. pág. 567).
Sinopsis de exploración física (cont.)
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Genitales externos
La vulva, que conforma los órganos genitales externos de la mujer, está formada por el monte del
pubis, los labios mayores y menores, el clítoris, las glándulas vestibulares, el vestíbulo y el orificio
vaginales, y la abertura uretral (fig. 18-1). La sínfisis del pubis está cubierta por una almohadilla
de tejido adiposo, llamada monte del pubis o monte de Venus, que en la mujer pospuberal está
cubierto de vello terminal rizado. Extendiéndose hacia abajo y hacia atrás del monte del pubis se
localizan los labios mayores, dos pliegues de tejido adiposo cubierto de piel. Estos presentan un
aspecto variable dependiendo de la cantidad de tejido adiposo. Su superficie externa también está
cubierta de vello en la mujer pospuberal.
En el interior de los labios mayores, y quedando generalmente ocultos por ellos, están los labios
menores, pliegues rojizos, planos y sin pelo. Estos se unen en la parte anterior de la vulva, donde
cada uno de ellos se divide en dos laminillas. El par inferior se funde y forma el frenillo del clítoris,
y el superior forma el prepucio. Entre el frenillo y el prepucio se sitúa el clítoris, un pequeño botón
de tejido eréctil, homólogo del pene y que es un centro principal de la excitación sexual. En sentido
posterior, los labios se unen para formar el frenillo de los labios menores u horquilla.
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 18 Genitales femeninos 537
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Los labios menores delimitan el área denominada vestíbulo, que contiene seis aberturas: la
uretra, la vagina, dos conductos de las glándulas de Bartolino y dos de las glándulas de Skene. Los
dos tercios inferiores de la uretra se sitúan inmediatamente por encima de la pared vaginal anterior
y terminan en el meato uretral, en la línea media del vestíbulo, por encima del orificio vaginal y
por debajo del clítoris. Los conductos de Skene drenan un grupo de glándulas uretrales y se abren
al vestíbulo a ambos lados de la uretra. Las aberturas de los conductos pueden ser visibles.
La abertura vaginal ocupa la porción posterior del vestíbulo, y varía en tamaño y forma.
Rodeando la abertura vaginal se sitúa el himen, una membrana de tejido conjuntivo que puede
ser circular, en forma de media luna o fimbriado. Cuando el himen se desgarra y queda permanentemente dividido, sus bordes desaparecen y forman las carúnculas himenales. Las glándulas
de Bartolino, localizadas posteriormente a cada lado del orificio vaginal, se abren a los lados del
vestíbulo en la hendidura comprendida entre los labios menores y el himen. Las aberturas de los
conductos no suelen ser visibles. Durante la excitación sexual, las glándulas de Bartolino secretan
moco a la entrada de la vagina para favorecer la lubricación.
El suelo pélvico consta de un grupo de músculos que forman una estructura de soporte para
el contenido pélvico. Las fibras musculares se insertan en varios puntos de la pelvis ósea y forman
esfínteres funcionales para la vagina, el recto y la uretra (fig. 18-2).
Genitales Internos
La vagina es un conducto musculomembranoso que está arrugado transversalmente durante la
fase reproductiva de la vida. Se inclina en sentido posterior, en un ángulo de unos 45° con respecto
al plano vertical del cuerpo (fig. 18-3). La pared anterior de la vagina está separada de la vejiga, y
la uretra, por tejido conjuntivo que forma el tabique vesicovaginal. La pared vaginal posterior está
separada del recto por el tabique rectovaginal. Generalmente, las paredes anterior y posterior de
la vagina quedan en estrecha proximidad, con apenas un pequeño espacio entre ellas. La porción
posterior de la vagina es una cavidad ciega en la que se proyecta el cuello del útero. La bolsa
formada en torno a este se encuentra dividida en los fondos de saco (fórnices) anterior, posterior
y lateral. Estos tienen importancia clínica, ya que los órganos pélvicos internos pueden palparse
a través de sus delgadas paredes. La vagina transporta el flujo menstrual desde el útero, actúa como
porción terminal del canal del parto y es el órgano receptor del pene durante el coito.
El útero se asienta en la cavidad pélvica, entre la vejiga y el recto. Es un órgano muscular con
forma de pera invertida, relativamente móvil (fig. 18-4), cubierto por el peritoneo y revestido por
el endometrio, que se desprende durante la menstruación. La excavación rectouterina (bolsa de
Douglas) es una cavidad profunda formada por el peritoneo que cubre la pared posterior del útero
y la porción superior de la vagina, y las separa del recto. El útero está aplanado en sentido anteroposterior y suele situarse inclinado hacia delante, con un ángulo de 45°, aunque en ocasiones
aparece en anteversión, anteflexión, retroversión o retroflexión. En mujeres nulíparas su tamaño
Figura 18-1
Genitales femeninos externos.
(Tomado de Lowdermilk and Perry,
2007.)
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
538 Capítulo 18 Genitales femeninos
Figura 18-2
A. Musculatura superficial del
periné. B. Musculatura profunda
del periné. (Tomado de Thompson
et al., 1997.)
Figura 18-3
Imagen mediosagital de los
órganos pélvicos femeninos.
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 18 Genitales femeninos 539
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
es de entre 5,5 y 8 cm de largo, de 3,5-4 cm de ancho y con un grosor de 2-2,5 cm. En la mujer no
gestante pesa entre 60 y 90 g (fig. 18-5).
El útero se divide anatómicamente en cuerpo y cuello. El primero está formado por el fondo
del útero, que es la porción superior convexa situada entre los puntos de inserción de las trompas
de Falopio, la porción principal, o cuerpo, y el istmo, que es la porción inferior adyacente al cuello.
El cuello se extiende desde el istmo hasta la vagina. El útero se abre a la vagina a través del orificio
externo del cuello.
Los anejos del útero son las trompas de Falopio y los ovarios. Las trompas se insertan en la
porción superior del útero y se extienden lateralmente hasta los ovarios. Cada trompa mide entre
8 y 14cm de largo, y es sustentada por un pliegue del ligamento ancho llamado mesosálpinx. El
extremo del istmo de la trompa de Falopio se abre a la cavidad uterina, mientras que el extremo
fimbriado lo hace a la cavidad pélvica, con una proyección que se extiende hasta el ovario y captura
el óvulo. Las contracciones rítmicas de la musculatura de la trompa transportan el óvulo al útero.
Los ovarios son un par de órganos ovales que se asientan sobre una leve depresión de la pared
pélvica lateral a la altura de la espina ilíaca anterosuperior. Durante los años reproductivos de la
mujer adulta miden unos 3 cm de largo, 2 cm de ancho y 1 cm de grosor. Los ovarios secretan
estrógenos y progesterona, hormonas que desempeñan diversas funciones, entre las que se encuentran el control del ciclo menstrual (fig. 18-6 y tabla 18-1) y el soporte durante la gestación.
Los genitales internos están sustentados por cuatro pares de ligamentos: los cardinales o cervicales transversos, los uterosacros, los redondos y los anchos.
Figura 18-4
Sección transversal de los genitales
internos y el contenido pélvico.
Figura 18-5
Tamaño comparativo del útero en
diferentes etapas de desarrollo.
A. Prepuberal. B. Nulípara adulta.
C. Multípara adulta. D. Multípara
adulta, proyección lateral. Las
fracciones representan la
proporción relativa entre el tamaño
del cuerpo y el del cuello uterino.
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
540 Capítulo 18 Genitales femeninos
Figura 18-6
Ciclo menstrual femenino. El diagrama muestra la interrelación de las funciones cerebral, hipotalámica,
hipofisaria y uterina en un ciclo menstrual estándar de 28 días. (Tomado de Lowdermilk and Perry, 2007.)
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 18 Genitales femeninos 541
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tabla 18-1 Ciclo menstrual
Fase Descripción del proceso
FASE MENSTRUAL: DÍAS 1 AL 4
Ovario Los niveles de estrógenos comienzan a elevarse, preparando al folículo y
al óvulo para el siguiente ciclo
Útero La progesterona estimula las prostaglandinas endometriales, que producen
vasoconstricción; las capas superiores del endometrio se desprenden
Mama La actividad celular en los alvéolos disminuye; los conductos mamarios se
contraen
Hormonas del sistema nervioso
central (SNC)
Disminuyen los niveles de las hormonas foliculoestimulante (FSH) y
luteinizante (LH)
Síntomas El sangrado menstrual puede variar, dependiendo de las hormonas y las
prostaglandinas
FASE POSMENSTRUAL PREOVULATORIA: DÍAS 5 AL 12
Ovario El ovario y el folículo en maduración producen estrógenos. Fase folicular:
el óvulo se desarrolla en el folículo
Útero Fase proliferativa: el revestimiento uterino se engrosa
Mamas Se produce proliferación parenquimatosa y de los conductos mamarios
(aumento de la actividad celular)
Hormonas del SNC La FSH estimula el crecimiento folicular ovárico
OVULACIÓN: DÍA 13 O 14
Ovario El óvulo es expelido del folículo a la cavidad abdominal y conducido a la
trompa uterina (de Falopio) por fimbrias y cilios; el folículo se cierra y
comienza a formarse en cuerpo lúteo; si un espermatozoide no
encuentra obstáculos, la fertilización puede producirse en el tercio
exterior de la trompa
Útero Fin de la fase proliferativa; la progesterona incrementa el engrosamiento
de la pared del útero
Hormonas del SNC Los niveles de LH y estrógenos aumentan con rapidez; el incremento de
la LH estimula la liberación del óvulo
Síntomas Con la ovulación puede haber dolor intermenstrual; aumento del moco
cervical, que asume y una textura fibrosa y elástica (filancia, en inglés
spinnbarkeit)
FASE SECRETORA: DÍAS 15 AL 20
Ovario El óvulo es desplazado por los cilios al útero
Útero Una vez liberado el óvulo, el folículo se transforma en cuerpo lúteo;
aumenta la secreción de progesterona, que se hace predominante
Hormonas del SNC Disminuyen la LH y la FSH
FASE LÚTEA PREMENSTRUAL: DÍAS 21 A 28
Ovario Si no se produce implantación, el cuerpo lúteo degenera; la producción
de progesterona disminuye, al igual que la de estrógenos, que
posteriormente comienza a aumentar de nuevo a medida que se
desarrolla un nuevo folículo
Útero La menstruación se inicia en torno al día 28, que da paso al día 1 del
nuevo ciclo menstrual
Mamas Las células mamarias alveolares se diferencian, transformándose en células
secretoras
Hormonas del SNC El aumento de los niveles de hormona liberadora de gonadotropina
(GnRH) induce un incremento de la secreción de FSH
Síntomas Pueden producirse congestión vascular y retención de agua
Modificado de Edge and Miller, 1994.
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
542 Capítulo 18 Genitales femeninos
Pelvis Ósea
La pelvis está formada por cuatro huesos: dos ilíacos o innominados (formados cada uno de ellos
por ilion, isquion y pubis), el sacro y el cóccix (fig. 18-7). La pelvis ósea es importante para acomodar al feto durante su desarrollo y en el proceso del nacimiento. Las cuatro articulaciones
pélvicas —la sínfisis del pubis, la sacrococcígea y las dos sacroilíacas— son generalmente poco
móviles. Durante la gestación, el aumento de los estrógenos y la relaxina circulantes inducen
mayor reforzamiento y elasticidad de los ligamentos pélvicos, así como el ablandamiento de los
cartílagos. Como consecuencia de ello, las articulaciones pélvicas se separan ligeramente, favoreciendo cierto grado de movilidad. En la última fase del embarazo, la sínfisis del pubis se separa
de modo apreciable, lo que a veces produce molestia al caminar. A medida que el útero crece, la
protrusión del abdomen hace que la pelvis se incline hacia delante, lo que genera una tensión
adicional en la espalda y en las articulaciones sacroilíacas.
La pelvis está dividida en dos partes. La sección superior superficial se considera una falsa pelvis
y está formada fundamentalmente por las alas de los huesos ilíacos. La pelvis verdadera está constituida por el canal óseo curvado inferior, que incluye el estrecho superior, la cavidad y el estrecho
inferior. El feto debe pasar a través de este canal durante el nacimiento. El borde superior del
estrecho inferior de la pelvis se sitúa a la altura de las espinas isquiáticas, que se proyectan hacia la
cavidad pélvica y sirven como importantes puntos de referencia durante el parto. El borde inferior
del estrecho inferior está unido por el arco púbico y las tuberosidades isquiáticas (fig. 18-8).
LACTANTES Y NIÑOS
La vagina de las lactantes es un estrecho conducto con menos capas epiteliales que la de la mujer
adulta. El útero mide unos 35mm de largo y el cuello del mismo ocupa unos dos tercios del órgano.
Los ovarios son minúsculos y funcionalmente inmaduros. Los labios menores son relativamente
avasculares, finos y de color pálido. Los labios mayores están desprovistos de pelo y no son prominentes. El himen es un fino diafragma situado en el introito, generalmente con una abertura
en forma de media luna en la línea media. El clítoris es pequeño.
Durante la infancia, los genitales, con excepción del clítoris, van creciendo a diferentes velocidades. El desarrollo anatómico y funcional se acelera al comienzo de la pubertad, en la que se
inician también los cambios hormonales.
Figura 18-7
Pelvis femenina adulta. A. Vista
anterior. Las tres partes
embrionarias del hueso ilíaco
izquierdo aparecen levemente
sombreadas. B. Vista externa del
hueso ilíaco derecho (fundido).
(Tomado de Lowdermilk and Perry,
2007.)
Figura 18-8
Pelvis femenina. A. La cavidad de
la falsa pelvis es una oquedad
superficial situada por encima de
estrecho superior; la pelvis
verdadera es una cavidad más
profunda, situada por debajo del
estrecho superior. B. La cavidad
del la pelvis verdadera es un canal
curvado de forma irregular
(flechas). (Tomado de Lowdermilk
and Perry, 2007.)
ANATO
MÍA Y FISIOLO
GÍA
Capítulo 18 Genitales femeninos 543
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ADOLESCENTES
Durante la pubertad, los genitales externos aumentan de tamaño y empiezan a alcanzar las
dimensiones adultas. El clítoris se hace más eréctil y los labios menores aumentan su vascularización. Los labios mayores y el monte del pubis se hacen más prominentes, y comienza a desarrollarse vello, a menudo al mismo tiempo que las mamas. Los cambios del crecimiento y el desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios durante la pubertad se analizan en el capítulo 5.
Si el himen está intacto, la abertura vaginal es de aproximadamente 1 cm. La vagina se alarga
y las capas epiteliales se engrosan. Las secreciones vaginales se hacen ácidas.
El útero, los ovarios y las trompas de Falopio aumentan de tamaño y de peso. La musculatura
uterina y la irrigación vascular se también incrementan. El revestimiento endometrial se engrosa
para preparar el comienzo de la menstruación (menarquia), que en EE. UU. se produce como media
entre los 11 y los 14 años. Inmediatamente antes de la menarquia, aumentan las secreciones
vaginales. La maduración funcional de los órganos reproductivos se alcanza durante la pubertad.
MUJERES GESTANTES
Los altos niveles de estrógenos y progesterona necesarios para el soporte de la gestación son responsables del agrandamiento uterino durante el primer trimestre. Después del tercer mes, el
aumento del tamaño del útero es consecuencia sobre todo de la presión mecánica ejercida por
el feto en crecimiento. A medida que el útero aumenta de tamaño, las paredes musculares se
refuerzan y se hacen más elásticas. Igualmente, a medida que se agranda y se hace más ovoide, se
alza por encima de la pelvis. A las 12 semanas de la gestación llega a la cavidad abdominal. Durante
los primeros meses las paredes se hacen más gruesas, aunque después adelgazan gradualmente,
hasta llegar a 1,5 cm o menos al final del embarazo. El peso uterino a término, excluyendo el feto
y la placenta, suele aumentar hasta 10 veces, llegando a unos 100 g, y su capacidad es de 500 a
1.000 veces superior a la del útero no gestante. En el posparto, el útero va revirtiéndose con rapidez.
Inmediatamente después del alumbramiento tiene aproximadamente el mismo tamaño que a las
20 semanas de la gestación (a la altura del ombligo). Al cabo de 1 semana, las dimensiones
equivalen a las de las 12 semanas del embarazo y el útero es palpable en la sínfisis del pubis.
La actividad hormonal (relaxina y progesterona) es responsable del ablandamiento del cartílago
y del reforzamiento de los ligamentos de la pelvis. Las articulaciones pélvicas se separan ligeramente, lo que da lugar a una característica marcha con «balanceo». La sínfisis del pubis se relaja
y su amplitud aumenta y, a término, se registra una significativa movilidad de la pelvis, que remite
de 3 a 5 meses después del parto.
Durante la gestación, la activación del flujo sanguíneo linfático causa congestión pélvica y
edema. Como consecuencia de ello, el útero, el cuello uterino y el istmo se ablandan, y el cuello
adopta una coloración azulada. El canal cervical es obstruido por moco denso poco después de
la concepción. Las glándulas próximas al orificio externo proliferan, con eversión de las glándulas
endocervicales columnares, que tienden a ser friables. La blandura y la compresibilidad del istmo
determinan una anteflexión uterina exagerada durante los primeros 3 meses del embarazo,
haciendo que el fondo presione sobre la vejiga urinaria.
Los cambios vaginales son similares a los cervicales y dan lugar a una característica coloración
violácea. La mucosa de las paredes vaginales y el tejido conjuntivo vaginal se engrosan, y las células
del músculo liso se hipertrofian. Estos cambios hacen que aumente la longitud de las paredes
vaginales, que a veces pueden observarse protruidas en la abertura vulvar. Las papilas de la mucosa
tienen un aspecto tachonado. Las secreciones vaginales, que aumentan, presentan pH ácido,
debido a la mayor producción de ácido láctico por parte del epitelio vaginal. En la figura 18-9 se
comparan los cambios que tienen lugar en una mujer que experimenta su primera gestación y los
registrados en las que han tenido más de un embarazo.
ADULTAS MAYORES
En concurrencia con los cambios endocrinos, la función ovárica disminuye a lo largo de la quinta
década de la vida de la mujer, y los períodos menstruales empiezan a retirarse entre los 40 y los
55 años de edad, aunque la fertilidad puede mantenerse. La menopausia se suele asimilar a un
período de 1 año sin menstruaciones. Al igual que la menarquia en la adolescente es un aspecto
de la pubertad, la retirada de la menstruación es un aspecto de esta fase de transición del ciclo
vital. Durante este período, los niveles de estrógenos disminuyen, haciendo que los labios y
el clítoris se reduzcan. Los labios mayores también se aplanan por la pérdida de grasa corporal.
544 Capítulo 18 Genitales femeninos
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
El vello púbico adopta una coloración gris y suele quedar esparcido. Los niveles de andrógenos
suprarrenales y los de testosterona ovárica se reducen significativamente tras la menopausia, lo
que puede dar lugar a una disminución de la libido, así como de la masa y la fuerza musculares.
El introito vaginal se contrae gradualmente. La vagina se estrecha, se acorta y pierde su rugosidad, y la mucosa se hace más fina, pálida y seca, lo que en ocasiones da lugar a dispareunia. El
cuello uterino queda más reducido y pálido; el útero disminuye de tamaño y el endometrio adelgaza.
Los ovarios también se reducen hasta 1-2 cm. Los folículos desaparecen de manera gradual, y
la superficie de los óvulos se repliega. La ovulación suele cesar 1-2 años antes de la menopausia.
Los ligamentos y el tejido conjuntivo de la pelvis a veces pierden elasticidad y tono, lo que hace
que se debilite el soporte del contenido pélvico. En ocasiones, las paredes vaginales pierden parte
de su integridad estructural.
La menopausia tiene efectos sistémicos, entre los que se encuentran un aumento de la grasa
corporal y del depósito de grasa intraabdominal (con tendencia a una pauta masculina de distribución de la grasa corporal). Los niveles de colesterol total y de lipoproteínas de baja densidad
aumentan. La termorregulación se altera, lo que genera los sofocos propios de la menopausia.
REVISIÓN DE LOS ANTECEDENTES
RELACIONADOS
Para cada uno de los síntomas o trastornos examinados en la presente sección, se enumeran una
serie de puntos a considerar en la anamnesis de la enfermedad actual. Las respuestas a las preguntas
referidas a dichos puntos ofrecen elementos que permiten orientar la exploración física y el desarrollo de una evaluación diagnóstica apropiada. Para cada alteración se destacan también preguntas que aluden al uso de fármacos (preparados de venta con y sin prescripción), así como los
tratamientos complementarios y alternativos.
Antecedentes De La Enfermedad Actual
◆ Sangrado anómalo
◆ Carácter: reducción del intervalo entre períodos (menos de 19-21 días), aumento de intervalo entre períodos (más de 37 días), amenorrea, menstruación prolongada (más de 7 días),
sangrado entre períodos; sangrado posmenopáusico
◆ Cambios en el flujo: naturaleza del cambio, número de compresas o tampones utilizados
en 24h (¿tampones/compresas impregnados por completo?), presencia de coágulos
◆ Secuencia temporal: inicio, duración, factores precipitantes, evolución desde el comienzo
◆ Síntomas asociados: dolor, calambres, distensión abdominal, plenitud pélvica, cambios en
el hábito intestinal, pérdida o ganancia de peso
◆ Fármacos; anticonceptivos orales, hormonas, tamoxifeno
Figura 18-9
Comparación de la vulva y del
cuello uterino en una mujer
nulípara (A) y una multípara (B)
en la misma fase de gestación.
(Tomado de Lowdermilk and Perry,
2007.)
Capítulo 18 Genitales femeninos 545
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
◆ Dolor
◆ Secuencia temporal: fecha y momento del inicio, comienzo repentino o gradual, evolución
desde el inicio, duración, recurrencia
◆ Carácter: localización específica, tipo e intensidad del dolor
◆ Síntomas asociados: secreción o sangrado vaginal, síntomas gastrointestinales, distensión o
sensibilidad dolorosa abdominal, plenitud pélvica
◆ Asociación con el ciclo menstrual: cronología, localización, duración, cambios
◆ Relación con las funciones y actividades corporales: micción, defecación, comida, flato,
ejercicio, subir escaleras, flexión, estiramiento, actividad sexual
◆ Factores de alivio y agravamiento
◆ Tratamiento farmacológico previo del problema
◆ Intentos de tratamiento
◆ Fármacos: analgésicos
◆ Secreción vaginal
◆ Carácter: cantidad, color, olor, consistencia, cambios en las características
◆ Desarrollo: agudo o crónico
◆ Hábitos de lavados vaginales
◆ Hábitos de indumentaria: uso de ropa interior de algodón y transpirable y de pantis; pantalones estrechos
◆ Vida sexual —véase «Antecedentes personales y sociales»—
◆ Presencia de secreciones o síntomas en la pareja sexual
◆ Uso de preservativos
◆ Síntomas asociados: prurito; tejidos externos sensibles, inflamados o sangrantes; dispareunia; disuria o ardor en la micción; dolor o calambres abdominales; plenitud
pélvica
◆ Tratamientos; crema vaginal antifúngica
◆ Fármacos: anticonceptivos orales, antibióticos
◆ Síntomas premenstruales
◆ Síntomas: cefaleas, ganancia de peso, edema, sensibilidad dolorosa en las mamas, e irritabilidad o cambios del estado de ánimo
◆ Frecuencia: ¿en cada período?
◆ Interferencia en las actividades de la vida diaria
◆ Medidas de alivio
◆ Factores agravantes
◆ Fármacos: analgésicos, diuréticos
◆ Síntomas menopáusicos
◆ Edad de la menopausia o si se está produciendo en la actualidad
◆ Síntomas: cambios menstruales, cambios del estado de ánimo, tensión, sofocos
◆ Sangrado posmenopáusico
◆ Percepciones generales sobre la menopausia: imagen de sí misma, efecto sobre las relaciones
íntimas
◆ Experiencia menopáusica de la madre
◆ Medidas de control de la natalidad durante la menopausia
◆ Fármacos: tratamiento hormonal con moduladores de los receptores estrogénicos séricos;
soja y otros productos estrogénicos naturales; cohosh negro (Cimifuga racemosa)
◆ Infertilidad
◆ Duración del tiempo durante el cual se intentó conseguir el embarazo, pautas de actividad
sexual, conocimiento del período fértil del ciclo menstrual, extensión del ciclo
◆ Anomalías en la vagina, el cuello uterino, las trompas de Falopio y los ovarios
◆ Factores contribuyentes: estrés, nutrición, sustancias químicas
◆ Factores relacionados con la pareja (v. capítulo 19)
◆ Evaluación diagnóstica hasta la fecha
◆ Síntomas urinarios: disuria, escozor en la micción, frecuencia, urgencia
◆ Carácter: agudos o crónicos; frecuencia de aparición; último episodio; inicio y evolución
desde el inicio; percepción de vejiga vacía o no tras la micción; dolor al comienzo, durante
o al final de la micción
◆ Descripción de la orina: color, presencia de sangre o partículas, transparente o turbia
INFORMACIÓN CLÍNICA
Endometriosis
Con frecuencia, las
adolescentes y las mujeres
adultas se ven afectadas
por endometriosis. Existen
posibles diferencias en
la presentación. Las
adolescentes pueden
experimentar dolor pélvico
cíclico o no cíclico. En
mujeres adultas, el dolor es
casi siempre cíclico. El dolor
pélvico no cíclico en una
adolescente no descarta, sin
embargo, la posibilidad de
endometriosis.
546 Capítulo 18 Genitales femeninos
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
◆ Síntomas asociados: secreción o sangrado vaginal, dolor o calambres abdominales, distensión abdominal, plenitud pélvica, dolor en el costado
◆ Fármacos: analgésicos de las vías urinarias, antiespasmódicos
Antecedentes Médicos
◆ Anamnesis menstrual
◆ Edad de la menarquia
◆ Fecha de la última regla normal: primer día del último ciclo
◆ Número de días del ciclo y regularidad del mismo
◆ Características del flujo: cantidad (número de compresas o tampones utilizados en 24h en
los días más intensos de la menstruación), duración, presencia de coágulos y tamaño de los
mismos
◆ Dismenorrea: características, duración, frecuencia (¿se produce en todos los ciclos?), medidas
de alivio
◆ Sangrado o manchado intermenstrual: cantidad, duración, frecuencia, tiempo en relación
con la fase del ciclo
◆ Dolor intermenstrual; gravedad, duración, momento de aparición, asociación con la
ovulación
◆ Síntomas premenstruales: cefaleas, ganancia de peso, edema, sensibilidad dolorosa de las
mamas, irritabilidad o cambios del estado de ánimo, frecuencia (¿se producen en cada
período?), interferencia con las actividades diarias, medidas de alivio
◆ Antecedentes obstétricos
◆ Embarazo: número total de gestaciones
◆ Número de embarazos a término
◆ Número de abortos, espontáneos o inducidos
◆ Número de hijos vivos
◆ Complicaciones en la gestación, parto o aborto, o en el feto o el neonato
◆ Antecedentes menopáusicos
◆ Edad de la menopausia o si es experimentada en la actualidad
◆ Síntomas asociados: cambios menstruales, cambios del estado de ánimo, tensión, sofocos
◆ Sangrado posmenopáusico
◆ Medidas de control de la natalidad durante la menopausia
◆ Percepciones generales sobre la menopausia: imagen de sí misma, efectos sobre las relaciones íntimas
◆ Experiencia menopáusica de la madre
◆ Fármacos: tratamiento hormonal; dosis y duración, efectos secundarios relacionados: sensibilidad dolorosa en las mamas, distensión abdominal, sangrado vaginal; moduladores de
los receptores estrogénicos séricos, efectos relacionados: sofocos, sensibilidad dolorosa de la
mama
◆ Uso de tratamientos complementarios y alternativos
◆ Antecedentes ginecológicos
◆ Prueba de Papanicolaou (frotis de Pap) previos, pruebas y resultados de infección por virus
del papiloma humano (VPH)
◆ Frotis de Pap o pruebas del VPH previas que, incluso siendo tratados, se mantienen
◆ Técnicas ginecológicas recientes
◆ Técnicas o intervenciones quirúrgicas ginecológicas previas (ligadura de trompas, histerectomía, ovariectomía, laparoscopia, criocirugía, conización)
◆ Infecciones de transmisión sexual
◆ Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
◆ Infecciones vaginales
◆ Diabetes
◆ Cáncer de órganos reproductivos o cánceres relacionados (mama, colorrectal)
Capítulo 18 Genitales femeninos 547
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
Factores de riesgo
Cáncer de cuello uterino
Antecedentes de frotis de Pap: falta de seguimiento regular de la detección selectiva del
cáncer de cuello uterino
Infección por VPH: la infección por el virus del papiloma humano (VPH) es frecuente y sólo
un pequeño porcentaje de las mujeres que la padecen llegan a desarrollar cáncer cervical.
Entre los tipos de alto riesgo se cuentan VPH 16, VPH 18, VPH 31, VPH 33 y VPH 45, además de
algunos otros.
Vacuna contra el VPH: factor de protección; reduce el riesgo de cáncer de cuello o uterino
Antecedentes sexuales: relaciones sexuales antes de los 16 años de edad; múltiples parejas
sexuales (aumentan el riesgo de infección por VPH).
Consumo de tabaco: duplica el riesgo; se han encontrado derivados del tabaco en moco
cervical de mujeres fumadoras.
Infección por VIH: aumenta la sensibilidad a la infección por VPH.
Dieta: las dietas con bajo contenido en frutas y verduras aumentan el riesgo de cáncer de
útero, también más probable en mujeres con sobrepeso.
Raza: en EE. UU., las tasas de cáncer invasivo son superiores en mujeres afroamericanas,
hispanas e indias nativas de Norteamérica.
Exposición a dietilestilbestrol (DES): mujeres cuyas madres tomaron durante su embarazo
DES (prescrito a mujeres con alto riesgo de interrupción involuntaria del embarazo entre
1940 y 1971).
Anticonceptivos orales: los datos no son concluyentes y resulta difícil diferenciar el uso de
los anticonceptivos orales de otros factores de riesgo, como la edad precoz del primer coito
o los antecedentes de múltiples parejas sexuales. Ciertos datos indican que su uso a largo plazo
(más de 5 años) aumenta ligeramente el riesgo de cáncer de cuello uterino.
Bajo nivel socioeconómico: probablemente relacionado con la falta de acceso a servicios
sanitarios que permitan la realización de frotis de Pap o el tratamiento de enfermedades
cervicales precancerosas.
Factores de riesgo
Cáncer ovárico
Edad: el riesgo aumenta con la edad. La mayoría de los cánceres de ovario se desarrollan
después de la menopausia, y la mitad se registran en mujeres de más de 63 años.
Antecedentes reproductivos: menarquia precoz (antes de los 12 años de edad). Infertilidad,
nuliparidad o primer hijo después de los 30 años de edad, menopausia después de los
50 años. Relación entre el número de ciclos menstruales en la vida de una mujer y el riesgo de
desarrollo de cáncer ovárico.
Uso de tratamientos de fertilidad: riesgo aumentado en determinados estudios, en especial
si no se consigue el embarazo.
Antecedentes familiares: uno o más parientes de primer grado (madre, hermana, hija)
con cáncer de ovario y/o mama; antecedentes familiares significativos de cáncer de colon;
descendentes de judíos askenazíes, y antecedentes familiares de cáncer de mama y/o ovario.
Antecedentes personales: cánceres de mama, endometrio y/o colon.
Mutación genética hereditaria: mutación hereditaria conocida de los genes BRCA1 y BRCA2.
Raza: se da con mayor frecuencia en mujeres blancas que en mujeres negras.
Terapia hormonal sustitutiva: en mujeres posmenopáusicas aumenta muy levemente el
riesgo de cáncer de ovario.
Dieta: las dietas de alto contenido en grasa se asocian a tasas elevadas de cáncer ovárico en
países industrializados, aunque el vínculo no se ha constatado.
548 Capítulo 18 Genitales femeninos
Antecedentes Familiares
◆ Diabetes
◆ Cáncer de órganos reproductivos
◆ Madre tratada con dietilestilbestrol (DES) cuando estaba embarazada de la paciente
◆ Embarazos múltiples
◆ Alteraciones congénitas
Antecedentes Personales y Sociales
◆ Hábitos de higiene: uso de aerosoles, polvos, perfumes, jabones antisépticos, desodorantes o
pomadas
◆ Antecedentes de anticoncepción
◆ Método actual: duración de uso, efectividad, regularidad del uso, efectos secundarios, satisfacción con el método
◆ Métodos previos: duración del uso, efectos secundarios y motivos del abandono de su
utilización
◆ Antecedentes de lavados vaginales
◆ Frecuencia: tiempo transcurrido desde el último, número de años realizándolas
◆ Método
◆ Solución utilizada
◆ Razones para aplicar irrigaciones vaginales
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
Factores de riesgo
Cáncer de endometrio
Menarquia precoz: antes de los 12 años de edad; aumenta el número de años de exposición
del endometrio a los estrógenos.
Menopausia tardía: después de los 50 años; aumenta el número de años durante los cuales el
endometrio está expuesto a los estrógenos. Las mujeres con aumento del sangrado durante la
perimenopausia presentan un mayor riesgo de cáncer endometrial.
Tiempo total de menstruación: puede ser más importante que la edad de la menarquia o
la menopausia. Por ejemplo, la menarquia precoz es un factor de riesgo relativamente poco
importante en mujeres que también tienen menopausia precoz. En consecuencia, el mayor
riesgo de relaciona con menarquia precoz y menopausia tardía.
Infertilidad o nuliparidad: durante el embarazo, el equilibrio hormonal tiende al aumento
de la progesterona.Así, un elevado número de embarazos reduce el riesgo de cáncer de
endometrio, que es superior en las mujeres que no han tenido ninguna gestación.
Obesidad: la mayor cantidad de tejido graso incrementa el nivel de estrógenos de la mujer y, al
mismo tiempo, el riesgo de cáncer endometrial.
Tamoxifeno: es un fármaco antiestrogénico que actúa como estrógeno en el útero.
Terapia estrogénica sustitutiva (TES): estrógenos solos (sin progestágenos) en mujeres
con útero.
Enfermedades ováricas: el ovario poliquístico y algunos tumores de ováricos como los
tumores de células de la teca-granulosa causan un aumento de los estrógenos en relación con
la progestágeno.
Dieta: dieta con alto contenido en grasas animales
Diabetes: el cáncer endometrial es más habitual en mujeres con diabetes de tipos 1 y 2.
Edad: el riesgo aumenta con la edad; el 95% de los cánceres de endometrio se dan en mujeres
de 40 años o más. La edad media del diagnóstico es de 60 años.
Antecedentes familiares: de cáncer endometrial, ovárico o colorrectal.
Antecedentes personales: de cáncer de mama, ovárico o colorrectal: mutación genética
conocida en BRCA1 o BRCA2.
Radioterapia pélvica previa: la radiación empleada para tratar otros cánceres puede dañar el
ADN de las células, lo que a veces aumenta el riesgo de desarrollar un segundo tipo de cáncer,
como el endometrial.
Capítulo 18 Genitales femeninos 549
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
◆ Anamnesis sexual
◆ Número de parejas sexuales actuales y previas; número de sus correspondientes parejas;
sexo de la(s) pareja(s), preferencias sexuales
◆ Método(s) de anticoncepción: actual(es) y pasado(s); nivel de satisfacción
◆ Uso de dispositivos de protección de barrera contra infecciones de transmisión sexual
(ITS)
◆ ITS previas
◆ Satisfacción con la(s) relación(es), placer sexual alcanzado, frecuencia
◆ Problemas: dolor con la penetración (al inicio o en profundidad); lubricación reducida,
ausencia de orgasmos
◆ Realización de autoexploración sexual (v. cuadro «Promoción de la salud», en la pág. 549)
◆ Fecha de la última exploración pélvica
◆ Fecha del último frotis de Pap y/o los últimos resultados de las pruebas del VPH
◆ Consumo de drogas
LACTANTES Y NIÑAS
No suelen ser necesarias preguntas especiales, a no ser que los padres o la niña refieran algún
síntoma.
◆ Sangrado
◆ Carácter: inicio, duración, factores precipitantes si se conocen, evolución desde el inicio
◆ Edad de la menarquia de la madre
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
Promoción de la salud
Autoexploración genital en mujeres
La autoexploración genital (AEG) se recomienda a todo aquel que tenga riesgo de contraer
una infección de transmisión sexual (ITS). Ello incluye a las personas que tienen más de una
pareja sexual o cuya pareja tiene a su vez otras. El objetivo de la AEG es detectar signos o
síntomas que puedan indicar la presencia de una ITS. Son muchas las personas afectadas por
una ITS que desconocen su afección; algunas ITS permanecen sin ser identificadas durante años.
La AEG debe ser una parte habitual de la rutina en las prácticas de promoción de la salud.
Debe explicar y ejemplificar a sus pacientes las técnicas que a continuación se citan e
indicarles que practiquen una AEG bajo su supervisión. Destaque la importancia del lavado de
manos antes y después de la exploración.
Indique a la paciente que comience por el área que queda cubierta por el vello púbico. En
ocasiones, puede requerir un espejo que le permita visualizar toda el área genital. A continuación,
el vello púbico debe separarse con los dedos, y la mujer ha de localizar cualquier posible bulto,
úlcera o ampolla en la piel. Los bultos y las ampollas están enrojecidos o pálidos o bien parecen
granos. Asimismo, diga a la paciente que busque verrugas, que generalmente son similares a las
que aparecen en otras partes del cuerpo. Inicialmente, pueden ser pequeñas manchas abultadas
aunque, si no se tratan, pueden adoptar un aspecto carnoso y una forma similar a la de una
coliflor (v. fig. 18-47).
A continuación, indique a la paciente que abra los labios externos de la vagina y observe con
atención el prepucio del clítoris. Debe levantarlo con suavidad para examinar el clítoris en busca
de posibles bultos, ampollas, úlceras o verrugas. Después, debe examinar ambos labios internos
en busca de signos análogos.
Diga a la paciente que continúe la exploración examinando el área alrededor de las aberturas
urinaria y vaginal en busca de posibles bultos, úlceras, ampollas o verrugas (v. figs. 18-48 a 18-51).
Algunos signos de ITS pueden quedar fuera del campo de visión —en la vagina o en el cuello
uterino—;si la paciente cree que ha podido contraer una ITS, debe acudir al médico aunque no
detecte signos en la autoexploración.
Haga saber a las pacientes cuáles son los otros posibles síntomas asociados a las ITS:
específicamente, dolor o escozor en la micción, dolor en el área pélvica,sangrado intermenstrual
o exantema pruriginoso en la vagina.Algunas ITS inducen secreción vaginal. Dado que la mayoría
de las mujeres presentan secreción vaginal ocasionalmente, indíqueles que observen con
atención las características de la secreción normal. La producida por una ITS es diferente de la
normal; puede ser densa, amarillenta y con olor.
Indique a las pacientes que consulten a su médico apenas detecten alguno de los signos o
síntomas arriba mencionados.
550 Capítulo 18 Genitales femeninos
◆ Síntomas asociados: dolor, cambios en el llanto en lactantes, expresión de miedo a los padres
o a otros adultos
◆ Sospecha de los padres de inserción de cuerpos extraños por parte de la niña
◆ Sospecha de los padres de posibles abusos sexuales
◆ Dolor
◆ Carácter: tipo de dolor, inicio, evolución desde el inicio, duración
◆ Localización específica
◆ Síntomas asociados: secreción o sangrado vaginal, síntomas urinarios y gastrointestinales,
miedo de la niña a los padres o a otros adultos
◆ Problemas relacionados: uso de espuma para baño, jabones o detergentes irritantes; sospecha de los padres de inserción de cuerpos extraños por parte de la niña o de posibles abusos
sexuales
◆ Secreción vaginal
◆ Relación con los pañales: uso de polvos o lociones, frecuencia del cambio de pañales
◆ Síntomas asociados: dolor, sangrado
◆ Problemas relacionados: sospecha de los padres de inserción de cuerpos extraños por parte
de la niña o de posibles abusos sexuales
◆ Síntomas urinarios en lactantes y niñas de corta edad
◆ Diarrea
◆ Llanto excesivo que no remite con las medidas habituales (p. ej., con alimentación, al ser
tomada en brazos)
◆ Pérdida de apetito
◆ Fiebre
◆ Náuseas y vómitos
◆ Masturbación (cuadro 18-1)
ADOLESCENTES
Cuando las niñas maduran, las preguntas planteadas han de ser las mismas que en la mujer adulta. No
se debe dar por supuesto que la joven edad de la paciente excluye la actividad sexual u otras cuestiones.
Al obtener la anamnesis, en algún momento es conveniente que la adolescente esté sola, sin presencia
de los padres. Las preguntas deben plantearse con tacto, con criterio y sin juicios de valor.
MUJERES GESTANTES
◆ Fecha esperada del parto (FEP) o semanas de gestación
◆ Antecedentes obstétricos: número de embarazos a término o pretérmino, abortos, hijos vivos,
complicaciones prenatales, tratamiento de la infertilidad
◆ Antecedentes de nacimientos previos: duración de la gestación hasta el nacimiento, peso al
nacer, pronóstico fetal, duración del parto, presentación fetal, tipo de parto, uso de fórceps,
laceraciones y/o episiotomía, complicaciones (natales y posnatales)
REVISIÓN D
E LOS ANTE
C
E
DENTES
RELA
CIONA
DOS
CUADRO 18-1
Evaluación de la masturbación en niños
La masturbación es una actividad habitual, saludable y que ayuda a los niños a descubrir la
sexualidad. Los padres expresan a veces cierta preocupación en relación con ella. Las siguientes
pautas ayudan a determinar si esta actividad puede ser motivo de preocupación.
Actividad saludable Requiere una valoración más detallada
Ocasional Frecuente, compulsiva
Discreta, privada Sin preservación de la intimidad
No preferida a otras actividades o juegos A menudo preferida a otras actividades o juegos
Sin signos o síntomas físicos Produce molestias, irritación o signos físicos
genitales
Sólo con estimulación de los genitales
externos
Con penetración de los orificios genitales y
prácticas o rituales anómalos
Tomado de Haka-Ikse and Mian, 1993.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 551
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
◆ Antecedentes menstruales (v. anamnesis de la menstruación en «Antecedentes médicos»)
◆ Antecedentes quirúrgicos: cirugía uterina previa y tipo de cicatriz
◆ Antecedentes familiares: diabetes mellitus, partos múltiples, preeclampsia, alteraciones genéticas
◆ Expulsión involuntaria de fluido, que puede ser consecuencia de rotura de membranas (RDM);
determine la duración, el inicio, el color, el olor, la cantidad y si aún se mantiene la pérdida
◆ Sangrado
◆ Carácter: inicio, duración, factores precipitantes si se conocen (p. ej., coito, traumatismo),
evolución desde el inicio, cantidad
◆ Síntomas asociados
◆ Dolor: tipo (p. ej., agudo o sordo, intermitente o continuo), inicio, localización, duración
◆ Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, pirosis
ADULTOS MAYORES
◆ Véase anamnesis de la menopausia en «Antecedentes médicos»
◆ Síntomas asociados a los cambios fisiológicos relacionados con la edad; prurito, síntomas
urinarios, dispareunia
◆ Cambios en el deseo sexual o en el comportamiento propio o de la(s) pareja(s)
EXPLORACIÓN Y HALLAZGOS
Equipo
◆ Lámpara o fuente luminosa
◆ Paños
◆ Espéculo
◆ Guantes
◆ Lubricante hidrosoluble
◆ Equipo para toma de muestra para frotis de Pap
◆ Dispositivo de obtención (espátula de madera o plástico, cepillo o escobilla cervical)
◆ Portaobjetos y medios de fijación y preparación de las muestras
◆ Otros medios de obtención de muestras, si son necesarios
◆ Torundas de algodón
◆ Placas o medios de cultivo
◆ Juegos de sondas de ácido desoxirribonucleico (ADN) para clamidiosis y gonorrea
Preparación
Aunque la mayoría de las mujeres muestran cierto rechazo a ser sometidas a una exploración
pélvica, son pocas las que experimentan ansiedad por ello. La ansiedad intensa antes de la exploración puede indicar que algo no va bien. Antes de comenzar, es necesario identificar la causa.
Puede tratarse de una experiencia negativa en la vida de la paciente (p. ej., maltrato infantil o
agresión sexual) o durante una exploración previa anterior. También es posible que se deba a falta
de conocimiento de lo que puede esperarse en la exploración o de preocupación por los posibles
hallazgos y sus consecuencias. No dé nada por supuesto —utilice sus capacidades y conocimientos,
y pregunte a la paciente—. Es misión del médico reducir al mínimo la aprensión y las molestias.
Explique en términos generales lo que vaya a hacer. Mantenga contacto visual con la paciente,
tanto antes como, en la medida de lo posible, durante la exploración. Las mujeres de determinados
entornos culturales o étnicos no devolverán el contacto visual por pudor o respeto. Sea consciente
de las variaciones de comportamiento en función de los factores culturales. Si la paciente no ha
visto el equipo de exploración previamente, muéstreselo y explíquele su uso.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
552 Capítulo 18 Genitales femeninos
Dígale a la paciente que le va a ir explicando las maniobras que realice durante la exploración
y hágale saber que actuará lo más suavemente que sea posible; pídale que advierta de cualquier
posible molestia.
Asegúrese de que la temperatura de la sala es adecuada y haga todo lo posible para preservar
la intimidad. La puerta debe estar cerrada y sólo debe abrirse cuando la paciente y la persona que
realiza la exploración hayan dado su permiso. La mesa de exploración debe estar colocada de
forma que la paciente se sitúe de espaldas a la entrada. Una cortina o biombo permite garantizar
que la paciente no quede en ningún momento expuesta a la visión de otras personas. Sea hombre
o mujer quien realiza la exploración, es conveniente que cuente con una mujer como auxiliar. Su
presencia ayuda a reforzar la confianza, tanto de la paciente como de quien realiza la exploración.
Se ha de tener en cuenta, no obstante, que algunas pacientes no desean revelar detalles confidenciales o información sensible en presencia de terceros.
Indique a la paciente que evacue la vejiga antes de proceder, ya que la exploración bimanual resulta
molesta si la vejiga está llena, lo que, además, dificulta la palpación de los órganos pélvicos.
Colocación
Ayude a la paciente a situarse en posición de litotomía sobre la mesa de exploración. (Si no se
dispone de una mesa con estribos o si la mujer no puede adoptar la posición de litotomía, la
exploración puede realizarse en otras posturas.) Ayude a la mujer a estabilizar los pies en los
estribos y haga que deslice las nalgas hacia el borde de la mesa de exploración. Si la paciente no
está bien posicionada, la exploración con el espejo puede verse dificultada.
Cobertura Con Paños y Uso De Guantes
La paciente debe ser cubierta con paños, de modo que la exposición sea mínima. Un método
adecuado consiste en cubrir sus rodillas y la sínfisis, haciendo descender el paño entre las rodillas.
De este modo, es posible que vea la cara de la paciente (y ella la suya) durante la exploración
(fig. 18-10).
Una vez que la paciente está correctamente colocada y cubierta, compruebe que todo el equipo
está a su alcance. Disponga la lámpara de forma que los genitales sean claramente visibles. Lávese
las manos y póngase guantes.
Indique a la paciente que separe o mantenga abiertas las rodillas. No intente nunca separar
usted las piernas, ni forzándolas ni con suavidad. La exploración pélvica es una maniobra que
supone una intromisión en la intimidad, por lo que siempre se ha de esperar un momento hasta
que la paciente esté preparada. Indíquele que va a comenzar y, a continuación, establezca un
contacto neutro, tocándole la parte inferior del muslo, desplazando su mano a lo largo del mismo
sin perder contacto con él, hasta llegar a los genitales externos.
INFORMACIÓN CLÍNICA
Uso de guantes
Una vez que ha tocado una
parte del área genital de la
paciente, debe darse por
hecho que el guante está
«contaminado». No toque
ninguna superficie u objeto
que no vaya a ser desechado
o desinfectado de inmediato
hasta que se quite los
guantes o los cambie por
otros estériles. Ello incluye
lámparas, cajones, picaportes,
superficies de muebles o
de la mesa de exploración,
envases para fijador o para
toma de muestras, o la ficha
de la paciente. Cámbiese
de guantes tantas veces
como sea necesario. Algunos
médicos prefieren usar
guantes dobles o triples al
comienzo de la exploración,
para ir quitándoselos cada
vez que sea necesario usar
guantes nuevos.
Figura 18-10
Paciente cubierta con paño en
posición de litotomía.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 553
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Exploración Externa
Inspección y palpación
Siéntese en el borde de la mesa de exploración e inspeccione y palpe los genitales externos. Observe
la distribución del vello púbico y las características superficiales del monte del pubis y los labios
mayores. La piel debe aparecer uniforme y limpia, y el pelo ha de estar libre de liendres o piojos.
Labios mayores
Los labios mayores pueden estar separados o unidos y secos o húmedos. Suelen ser simétricos y
pueden estar arrugados o lisos. El tejido debe aparecer blando y homogéneo. La inflamación, el
enrojecimiento o la sensibilidad dolorosa, en especial si es unilateral, es indicativa de infección de
las glándulas de Bartolino. Localice posibles excoriaciones, exantemas o lesiones, potenciales
indicios de un proceso infeccioso o inflamatorio. Cuando aparezca cualquiera de estos signos,
pregunte a la mujer si se ha rascado esa zona. Observe posibles cambios de color, varicosidades,
arañazos evidentes, o signos de traumatismo o cicatrización.
Labios menores
Separe los labios mayores con los dedos de una mano e inspeccione los menores. Utilice la otra
mano para palparlos entre el pulgar y el índice. A continuación, sepárelos e inspeccione y palpe
su interior, el clítoris, los orificios uretral y vaginal, y el periné (fig. 18-11).
Los labios menores pueden ser simétricos o asimétricos, y su superficie interna aparece húmeda
y de color rosado oscuro. El tejido debe ser blando, homogéneo y sin sensibilidad dolorosa
(fig. 18-12). Busque indicios de inflamación, irritación, excoriación o secreciones apelmazadas en los
pliegues de tejido, que pueden ser indicar una infección vaginal o falta de higiene. La decoloración
y la sensibilidad dolorosa son consecuencia de un hematoma traumático. Las úlceras y las vesículas
son signos de ITS. Palpe para detectar irregularidades o nódulos.
Clítoris
Inspeccione el tamaño del clítoris. Generalmente suele medir 2 cm o menos de largo y 0,5 cm de
diámetro. A veces su aumento de tamaño es sugestivo de alguna alteración masculinizante. Detecte
también posibles atrofia, inflamación o adherencias.
Figura 18-11
Separación de los labios.
Figura 18-12
Vulva normal con glándulas sebáceas papulares de textura
fina en el interior de los labios mayores y menores.
(Tomado de Morse et al., 2003.)
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
554 Capítulo 18 Genitales femeninos
Orificio uretral
El orificio uretral aparece como una abertura o hendidura de forma irregular. Puede estar próximo
al orificio vaginal o ligeramente dentro del mismo y, generalmente, se ubica en la línea media.
Inspeccione para detectar presencia de secreciones, pólipos, carúnculas y fístulas. Una carúncula
es un crecimiento polipoide de color rojo intenso que protruye desde el meato uretral. La mayor
parte de las carúnculas uretrales no producen síntomas (fig. 18-13).
Los signos de irritación, inflamación o dilatación son indicio de infecciones reiteradas de las
vías urinarias o de inserción de cuerpos extraños. Formule preguntas a este respecto, pero no lo
haga durante la exploración, ya que la mujer puede sentirse más vulnerable, sino más tarde.
Orificio vaginal
El orificio vaginal puede aparecer como una delgada hendidura vertical o con un orificio mayor,
con bordes irregulares derivados de los remanentes himenales (carúnculas mirtiformes). El tejido
aparece húmedo. Observe posibles signos de inflamación, cambio de color, secreción, lesiones,
fístulas o fisuras.
Glándulas de Skene y Bartolino
Con los labios aún separados, examine las glándulas de Skene y de Bartolino. Advierta a la mujer
que va a introducir un dedo en su vagina y que sentirá presión hacia delante en su interior. Con
la palma de la mano hacia arriba, inserte el dedo índice de la mano de exploración en la vagina
hasta la segunda articulación del dedo. Ejerciendo presión hacia arriba, exprima las glándulas de
Skene mediante desplazamiento del dedo hacia fuera. Realice esta maniobra a ambos lados de la
uretra y, a continuación, directamente sobre ella (fig. 18-14). Detecte la presencia de secreción o
sensibilidad dolorosa. Si aprecia secreción, determine su color, consistencia y olor, y obtenga un
cultivo. La secreción en las glándulas de Skene o de la uretra suele ser indicativa de infección
—generalmente, aunque no siempre, gonocócica—.
Con el dedo aún en la vagina, a continuación puede palpar para localizar el cuello uterino y
determinar la dirección en la que está orientado. Esto puede servir de ayuda al insertar el espéculo.
Manteniendo la separación labial y con el dedo todavía en el orificio vaginal, avise a la paciente
de que sentirá presión alrededor de la entrada vaginal. Palpe el tejido lateral comprimiéndolo entre
el índice y el pulgar. Proceda a la palpación de toda la zona, prestando especial atención a la
porción posterolateral de los labios mayores, donde se localizan las glándulas de Bartolino; perciba
cualquier posible inflamación, sensibilidad, masas, calor o fluctuación. Observe la posible presencia de secreción en la abertura del conducto de las glándulas de Bartolino. Palpe y observe bilateralmente, ya que cada glándula está separada (fig. 18-15). Perciba el color, la consistencia y el olor
de las secreciones, y obtenga una muestra para cultivo. La inflamación dolorosa, caliente al tacto
y fluctuante es indicativa de infección de las glándulas de Bartolino. Esta suele ser gonocócica o
estafilocócica en origen y provoca el llenado de las glándulas con pus. Una masa no sensible es
indicio de quiste de Bartolino, debido a una inflamación crónica de la glándula.
Vídeo/animación
Puede encontrar
una animación con
indicaciones para el
análisis de orina en
las infecciones del
tracto urinario en
Vídeo/animación
Puede encontrar
un vídeo de los
genitales femeninos
(palpación de las
glándulas de Skene
y Bartolino) en
Figura 18-13
Carúncula uretral, lesión carnosa rojiza en el
meato uretral. (Tomado de Lemmi and Lemmi, 2009.)
Figura 18-14
Palpación de las glándulas de Skene.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 555
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tono muscular
Compruebe el tono muscular si la mujer ha tenido hijos o si ha referido síntomas de debilidad
muscular (p. ej., incontinencia urinaria o sensación de «pérdidas»). Para determinar el tono,
indique a la paciente que apriete la abertura vaginal en torno a su dedo, explicándole que quiere
verificar el tono muscular. A continuación, indíquele que apriete hacia abajo, y compruebe la
incontinencia urinaria o el prolapso uterino. Este se manifiesta por protrusión del cuello o del
útero con la tensión.
Periné
Inspeccione y palpe el periné (fig. 18-16). La superficie perineal debe ser lisa. En pacientes que
hayan tenido hijos, se puede apreciar la cicatriz de episiotomía. En la mujer nulípara, el tejido
aparece grueso y uniforme. En la multípara es más delgado y rígido. En cualquier caso, no debe
haber sensibilidad dolorosa. Busque inflamación, fístulas, lesiones o crecimientos.
Ano
La superficie del ano presenta una pigmentación más oscura que la piel circundante y puede ser
más rugosa y áspera. Debe estar libre de cicatrices, lesiones, inflamaciones, fisuras, bultos, excrecencias cutáneas o excoriaciones. Después de tocar el ano o la región perianal, cámbiese de guantes
para no introducir bacterias en la vagina durante la exploración interna.
Exploración Interna
Preparación
Antes de comenzar la exploración es esencial que se familiarice con el uso del espéculo, a fin de
no producir molestias a la paciente por el manejo inadecuado del mismo. En el capítulo 3 se describe el uso adecuado del espéculo. Familiarícese tanto con el reutilizable de acero inoxidable como
con el de plástico desechable, ya que el manejo de ambos es, en ciertos aspectos, diferente.
Lubrique el instrumento (y los dedos enguantados) con agua o con un lubricante hidrosoluble.
La mayoría de los médicos sueles utilizar sólo agua. Una ventaja de ello es que la temperatura del
espéculo puede templarse utilizando agua tibia (no caliente). El instrumento también puede templarse frotándolo con la mano durante unos minutos o con el calor de la lámpara.
Elija un espéculo de dimensiones adecuadas (v. capítulo 3) y sujételo con la mano, con el dedo
índice sobre el extremo proximal de la valva anterior y con los otros dedos rodeando el mango.
Esta posición permite controlar las valvas cuando el espéculo se introduce en la vagina.
Figura 18-15
Palpación de las glándulas de Bartolino.
Figura 18-16
Palpación del periné.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
556 Capítulo 18 Genitales femeninos
Inserción del espéculo
Diga a la paciente que a continuación notará de nuevo contacto e introduzca suavemente un dedo
de su otra mano en la entrada del orificio vaginal, aplicando presión hacia abajo. Indique a la
mujer que respire lentamente, y que intente relajar los músculos de la zona y los de las nalgas.
Espere hasta notar la relajación (fig. 18-17, A). Utilice los dedos de esa mano para separar los
labios menores, de manera que la abertura vaginal quede claramente expuesta. Después, inserte
despacio el espéculo siguiendo la trayectoria de menor resistencia, con frecuencia en dirección
ligeramente descendente, para evitar posibles traumatismos en la uretra o las paredes vaginales.
Algunos médicos insertan las valvas del espéculo con una angulación oblicua, mientras que otros
prefieren mantenerlas horizontales. En cualquier caso, evite el contacto con el clítoris y el pinzamiento del vello púbico o de la piel de los labios (fig. 18-17, B y C). Inserte el espéculo a lo largo
del canal vaginal. Manteniendo una leve presión descendente con el espéculo, ábralo presionando
sobre la palanca con el pulgar. Gire suavemente el instrumento hacia arriba hasta visualizar el
cuello o uterino. Si es necesario, reajuste la posición del espéculo hasta que el cuello del útero
quede a la vista. Ajuste la fuente de iluminación.
Una vez visualizado, manipule el espéculo de forma que el cuello quede expuesto entre las
valvas anterior y posterior, bloquee estas para estabilizarlas y evitar el desplazamiento distal de
las mismas, y ajuste la abertura proximal y lateral, según sea necesario (fig. 18-17, D).
Cuello uterino
Inspeccione el cuello uterino para determinar su color, posición y tamaño, sus características
superficiales, la secreción, y el tamaño y la forma de la abertura.
Color. El cuello del útero debe aparecer rosado y con coloración uniforme. Un color azulado
indica un aumento de la vascularización, lo que puede ser signo de embarazo. El enrojecimiento
circunscrito y simétrico en torno al orificio de entrada es un hallazgo esperado, que indica epitelio
columnar expuesto desde el canal cervical. No obstante, los médicos con poca experiencia pueden
considerar que este enrojecimiento es un hallazgo inesperado, en especial si es parcheado y sus
bordes son irregulares. Una coloración pálida del cuello uterino se asocia a anemia.
Posición. La posición anterior-posterior del cuello uterino se correlaciona con la posición del
útero. Un cuello proyectado en sentido anterior es indicativo de útero retroverso, mientras que
uno proyectado hacia atrás corresponde a un útero en anteversión. Cuando el cuello está horizontal, el útero está en posición media. El cuello ha de situarse en la línea media. La desviación a
la derecha o a la izquierda puede relacionarse con presencia de una masa pélvica o de adherencias
uterinas, o con embarazo. El cuello puede protruir de 1 a 3 cm en el interior de la vagina. Una
proyección de más de 3 cm es generalmente sugestiva de masa uterina. El cuello uterino de la
mujer en edad gestacional suele tener un diámetro de 2-3 cm.
Características superficiales. La superficie del cuello uterino ha de ser lisa. En ocasiones,
se aprecia un poco de epitelio columnar del canal cervical, que aparece como un círculo enrojecido
simétrico alrededor de la abertura (fig. 18-18) El epitelio columnar del canal cervical se muestra como
Práctica basada en evidencias en la exploración física
Lubricación del espéculo
Habitualmente se ha venido considerando que al tomar una muestra para frotis de Pap no
deben emplearse geles lubricantes, ya que pueden enmascarar elementos celulares e interferir
en el análisis y la interpretación de la muestra. Dos estudios recientes (Amies et al., 2002;
Harer et al., 2002) y un informe previo (Cassleman et al., 1997) cuestionan esta premisa y
ofrecen datos que demuestran que el uso de la lubricación con gel hidrosoluble no afecta
negativamente al análisis de un frotis de Pap convencional. Sin embargo, una comunicación
también reciente (Zardawi et al., 2003) ha documentado casos de contaminación por exceso
de gel en frotis de Pap, tanto convencionales como de base líquida. Hasta que nuevos estudios
determinen de manera concluyente que el lubricante de gel no influye negativamente en el
análisis de la muestra, continuamos recomendando la lubricación con agua. Sin embargo, si se
emplea gel lubricante, una fina capa sobre la superficie externa de las valvas ayuda a evitar la
contaminación de la muestra.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 557
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 18-17
Exploración de los genitales externos con espéculo. Comience introduciendo un dedo y aplicando presión en
sentido descendente para relajar los músculos vaginales. A. Inserte suavemente las valvas cerradas del espéculo
en la vagina. B. Dirija el espéculo a través de la vía de menor resistencia. C. Introduzca el espéculo a lo largo
del canal vaginal. D. El espéculo está en posición, bloqueado y estabilizado. Obsérvese el cuello uterino en
primer lugar. (D, fotografía tomada de Edge and Miller, 1994.)
Figura 18-18
Cuello uterino normal. Se
observan la unión
escamocolumnar y la parte
inferior del canal endocervical.
(Tomado de Morse et al., 2003.)
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
558 Capítulo 18 Genitales femeninos
tejido rojizo brillante alrededor del orificio de entrada, que sangra con facilidad. El ectropión no es
una anomalía, pero, dado que no se diferencia del carcinoma cervical precoz, ha se de ser sometido
a estudio (p. ej., mediante frotis de Pap o biopsia), a fin de establecer un diagnóstico diferencial.
Los quistes de Naboth aparecen como áreas pequeñas, blancas o amarillentas y redondeadas
formadas alrededor del cuello uterino. Son quistes de retención de las glándulas endocervicales y
se consideran un hallazgo previsible. Un quiste de Naboth infectado se inflama al llenarse de
líquido, lo que distorsiona la forma del cuello, que adopta un aspecto irregular. Los quistes
de Naboth infectados varían de tamaño y pueden ser aislados o múltiples.
Localice posible tejido friable, áreas parchadas rojizas, zonas granulares y parches blancos, que
puedan ser indicativos de cervicitis, infección o carcinoma.
Detecte la presencia de pólipos cervicales, que suelen ser de color rojo intenso, blandos y frágiles, y se desarrollan a partir del conducto endocervical (fig. 18-19).
Secreción. Aprecie cualquier posible secreción. Determine si procede del propio cuello uterino
o si es de origen vaginal y sólo está depositada en el cuello. La secreción normal es inodora, puede
ser pastosa o transparente, densa, clara o grasa y, a menudo, es más espesa en mitad del ciclo
menstrual o inmediatamente antes del mismo. Si la secreción se debe a una infección bacteriana
o fúngica, es probable que presente olor y su color puede variar del blanquecino al amarillento,
verdoso o gris.
Tamaño y forma. El orificio del cuello uterino en la mujer nulípara es pequeño y redondeado u oval. En mujeres multíparas suele aparecer como una hendidura horizontal o con forma
irregular o estrellada. Las laceraciones cervicales, causadas por traumatismos en el parto, a veces
producen cicatrices laterales transversales, bilaterales transversales o estrelladas. Los traumatismos
por aborto inducido o dificultad para retirar un dispositivo intrauterino también pueden modificar la forma del orificio del cuello y hacer que aparezca como una hendidura (fig. 18-20).
Obtenga muestras para el frotis de Pap, las pruebas de VPH, el cultivo u otras pruebas de
laboratorio, según se indica en el cuadro 18-2.
Retirada del espéculo
Desbloquee el espéculo y retírelo lenta y cuidadosamente, de forma que pueda explorar las paredes
vaginales al moverlo. Observe el color, las características superficiales y las secreciones. El color
debe ser aproximadamente el mismo tono rosado que el del cuello, o algo más claro. Los parches
enrojecidos, las lesiones y las áreas pálidas son indicativos de alteración patológica, local o sistémica.
La superficie debe ser húmeda, lisa o rugosa, y homogénea. Las paredes son rugosas en la mujer
premenopáusica y lisas en la posmenopáusica. Localice posibles fisuras, lesiones, zonas hemorrágicas, nódulos o inflamaciones. Las secreciones previsibles suelen ser fluidas, transparentes o turbias
e inodoras. A menudo las secreciones indicativas de infección son profusas, pueden ser densas,
caseosas o espumosas y de color gris, verdoso o amarillento, y generalmente tienen mal olor.
Busque la presencia de cistocele o rectocele. Un cistocele es una protrusión herniaria de la vejiga
urinaria a través de la pared anterior de la vagina que, en ocasiones, incluso protruye fuera del
orificio (fig. 18-24). El posible abultamiento debe evaluarse mientras la mujer aprieta hacia abajo.
Vídeo/animación
Puede encontrar
un vídeo de los
genitales femeninos
(inspección del
cuello uterino) en
Figura 18-19
A. Pólipo fibroide que protruye a
través del orificio cervical
externo. B. Pequeño pólipo
endocervical. (Tomado de Symonds
and Macpherson, 1994.)
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 559
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 18-20
Aspecto habitual del cuello
uterino. A. Cuello normal
nulíparo. La superficie está
recubierta de epitelio rosado
escamoso de consistencia
uniforme. El orificio es pequeño y
redondeado. Una pequeña área de
ectropión es visible bajo el
orificio. B. Cuello uterino de
mujer que ha dado a luz.
Obsérvese el aspecto de
hendidura del orificio.
C. Multigrávido, lacerado.
D. Evertido. Las células mucosas
columnares que se suelen hallar
en el canal endocervical canal se
han extendido hasta la superficie
del cuello, generando un aspecto
eritematoso, elevado y circular.
Obsérvese el moco cervical no
purulento. Esta variante normal
no debe confundirse con la
cervicitis. E. Erosionado.
F. Quistes de Naboth. (Fotografías
tomadas de Zitelli and Davis, 1997;
A, por cortesía de C. Stevens; D, por
cortesía de E. Jerome, MD.)
CUADRO 18-2
Obtención de frotis y cultivos vaginales
Con frecuencia, en el curso de la exploración con espéculo deberá obtener muestras vaginales
para frotis y cultivos. Las muestras vaginales se recogen cuando el espéculo está introducido
en la vagina, después de haber inspeccionado el cuello uterino y los tejidos circundantes.Tome
las muestras como está indicado para el frotis de Pap, las pruebas del virus del papiloma
humano (VPH), el cribado de infecciones de transmisión sexual y en el examen en fresco.
Etiquete la muestra con el nombre de la paciente y la descripción de la muestra (p. ej., frotis
cervical, frotis vaginal o cultivo). Asegúrese de aplicar las precauciones estándar idóneas para la
recogida segura de secreciones humanas.
Frotis de Papanicolaou
Actualmente, para mejorar la calidad de las células obtenidas se emplean cepillos y escobillas
junto con la espátula convencional, o en su lugar. El cepillo de tipo cilíndrico sólo se usa en la
recogida de células endocervicales. En primer lugar, recoja una muestra del ectocérvix con espátula
(figs. 18-21 y 18-22, A). Inserte la proyección más larga de la espátula en el orificio del cuello
uterino y gírela 360°, manteniéndola en contacto con el tejido cervical. Retire la espátula y extienda
la muestra sobre un portaobjetos de vidrio. Un ligero toque con cada lado de la espátula es
suficiente para conseguir una extensión fina sobre el porta. Inmediatamente después rocíelo
con un aerosol de fijador citológico y etiquete el porta con la notación de muestra ectocervical.
A continuación, introduzca el cepillo en la vagina e insértelo en el orificio cervical hasta que
sólo queden expuestas las cerdas más próximas al mango (fig. 18-22, B y C). Gírelo lentamente
hasta dar media vuelta. Retírelo y prepare el frotis endocervical girando y torciendo el cepillo
con presión moderada sobre un porta de vidrio. Fije la muestra con aerosol y etiquétela como
muestra endocervical.
(Continúa)
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
560 Capítulo 18 Genitales femeninos
Figura 18-21
Raspe el cuello uterino con el
extremo bífido de la espátula
para obtener un frotis de Pap.
(Tomado de Symonds and
Macpherson, 1994.)
Figura 18-22
Medios utilizados para obtener un frotis de Pap. A. Primer plano de la espátula.
B. Cepillo. C. Primer plano del cepillo. D. Escobilla. (Por cortesía de Therapak Corporation,
Irwindale, CA.)
CUADRO 18-2
Obtención de frotis y cultivos vaginales (cont.)
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 561
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 18-23
Obtención de una muestra cervical
mediante inserción de una torunda en el
orificio cervical. (Tomado de Grimes, 1991.)
CUADRO 18-2
Obtención de frotis y cultivos vaginales (cont.)
El dispositivo de tipo escobilla se usa para recoger células tanto ectocervicales como
endocervicales al mismo tiempo (fig. 18-22, D). La escobilla tiene cerdas de plástico flexible ya
que, según se ha referido en diversos informes, este material produce menos manchado de sangre
después de la exploración. Introduzca la escobilla en la vagina e inserte las cerdas centrales más
largas en el orificio cervical hasta que las cerdas laterales estén dobladas por completo sobre el
ectocérvix. Ejerza una leve presión, y gire la escobilla rotando de izquierda a derecha el mango
entre los dedos pulgar e índice, de tres a cinco veces. Retire la muestra y trasládela a un porta
de vidrio con dos toques aislados. Aplíquela primero sobre un lado del porta, gire la escobilla y
aplíquela de nuevo exactamente sobre la misma parte del otro lado del porta.Aplique fijador,
y etiquete las muestras como ectocervicales y endocervicales.
La citología de base líquida requiere el uso de un dispositivo de tipo escobilla. Introduzca las cerdas
de la escobilla en el canal endocervical a la profundidad suficiente como para que las cerdas
laterales más cortas estén en contacto con el ectocérvix. Presione suavemente y gire la escobilla
en sentido horario cinco veces. Aclare la escobilla en el vial de solución introduciéndola 10 veces
hasta el fondo, forzando las cerdas hacia los laterales. Como paso final, gire vigorosamente para
que se libere el material restante. Deseche el dispositivo de toma de muestras. Alternativamente,
introduzca directamente el extremo del dispositivo en el que está la escobilla en el vial. Cualquiera
que sea el instrumento de toma de muestras, siga las instrucciones del fabricante y el laboratorio
para recoger y conservar las muestras de forma adecuada. Cierre el vial herméticamente, a fin
de que no se produzcan escapes y pérdidas durante el transporte.
La muestra líquida se utiliza también para la prueba delVPH.
Muestra para cultivo de gonococos
Inmediatamente después de obtener el frotis de Pap, introduzca una torunda de algodón estéril
en la vagina y, a continuación, en el orificio cervical (fig. 18-23); manténgala introducida entre 10 y
30s. Retire la torunda y extienda la muestra con un movimiento en Z sobre el medio de cultivo,
al tiempo que gira la torunda. Etiquete el tubo o placa y siga el procedimiento de rutina para
el transporte y el calentamiento de la muestra. Si así está indicado, puede obtenerse un cultivo
anal después de retirar el espéculo vaginal. Inserte una torunda de algodón estéril unos 2,5cm
en el recto y hágala rotar a lo largo de un giro completo; manténgala introducida entre 10 y 30s.
Retire la torunda y prepare la muestra según lo indicado para el cultivo vaginal. Actualmente, los
cultivos gonocócicos se emplean con menos frecuencia que las sondas de ADN combinadas para
detección de clamidiosis y gonorrea.
Sondas de ADN para clamidiosis y gonorrea
Esta prueba requiere la construcción de una secuencia de ácido nucleico (denominada sonda) que
compara una secuencia de ADN o ARN del tejido diana. Sus resultados son rápidos y sensibles.
(Continúa)
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
562 Capítulo 18 Genitales femeninos
Los cistoceles más graves se acompañan de incontinencia urinaria de tensión. Percibido como un
bulto en la parte posterior de la pared vaginal, el rectocele (o proctocele) es una protrusión herniaria de parte del recto a través de dicha pared (fig. 18-25).
Mientras se retira el espéculo, las valvas tienden a cerrarse por sí solas. Evite posibles pinzamientos de las paredes del cuello o de la vagina. Mantenga la presión descendente sobre el espéculo
para evitar traumatismos en la uretra. Enganche con su dedo índice la valva anterior mientras esta
es retirada. Asegúrese de que el espéculo está completamente cerrado cuando las valvas pasan a
través del anillo himenal. Perciba el olor de cualquier posible secreción vaginal que se haya acumulado en la valva posterior y obtenga una muestra, si no lo ha hecho antes. Coloque el espéculo
en un recipiente adecuado.
Exploración Bimanual
Indique a la mujer que va a proceder a una exploración interna con los dedos. Cámbiese de guantes
o retire el guante exterior, y lubrique sus dedos índice y medio de la mano de exploración.
Figura 18-24
Cistocele.
Figura 18-25
Rectocele.
CUADRO 18-2
Obtención de frotis y cultivos vaginales (cont.)
Utilice una torunda de dacrón (con mango de plástico o metálico) para obtener la muestra, ya
que las torundas de madera con punta de algodón pueden alterar los resultados. Compruebe las
fechas de caducidad de los materiales para no utilizar material defectuoso. Introduzca la torunda
en el orificio cervical y hágala girar en el canal endocervical durante unos 30s, a fin de asegurar
la idoneidad de la recogida de la muestra y de la absorción de la torunda. Evite el contacto con
las mucosas vaginales, que pueden contaminar la muestra. Retire la torunda e introdúzcala en el
tubo que contenga el reactivo de muestra.
Técnicas de examen en fresco e hidróxido de potasio (KOH)
En la mujer con secreción vaginal, estas técnicas microscópicas permiten poner de manifiesto la
presencia de Trichomonas vaginalis, vaginosis bacteriana o candidiasis. Para el examen en fresco,
obtenga una muestra de secreción vaginal con una torunda. Extiéndala sobre un portaobjetos
de vidrio y añada una gota de suero fisiológico. Coloque un cubreobjetos sobre el porta y
observe la preparación al microscopio. La presencia de tricomonas es indicativa de infección por
T. vaginalis. La presencia de células epiteliales llenas de bacterias (células clave) es indicativa de
vaginosis bacteriana. Sobre otro portaobjetos, disponga una muestra de secreción vaginal, aplique
una gota de solución acuosa de KOH al 10% KOH y cubra la preparación con un cubreobjetos.
La detección de olor a pescado (la llamada «prueba de Whiff») debe hacer pensar en una posible
vaginosis bacteriana. El KOH disuelve las células epiteliales y los residuos, y facilita la visualización
de los micelios fúngicos. Observe al microscopio la posible presencia de fragmentos de micelio,
hifas y células de levaduras de gemación, que son indicativas de candidiasis.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
Capítulo 18 Genitales femeninos 563
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Introduzca las puntas de los dedos índice y medio enguantados en el orificio vaginal, y presione
hacia abajo, esperando hasta que los músculos se relajen Gradualmente y con suavidad, vaya
profundizando a lo largo de la vagina. A medida que va introduciendo los dedos, palpe la pared
vaginal, que debe percibirse lisa, homogénea y sin sensibilidad dolorosa. Note posibles quistes,
nódulos, masas o crecimientos.
Preste atención a dónde coloca el pulgar durante la exploración bimanual. Puede dejarlo
pegado a la palma de la mano, pero ello limita la distancia a la que puede insertar los dedos. Tenga
siempre en cuenta la posición del dedo pulgar y evite tocar con el clítoris con él, ya que ello puede
producir molestias (fig. 18-26).
En el cuadro 18-3 se describe la exploración de la mujer que ha sido sometida a histerectomía.
Figura 18-26
Palpación bimanual del útero.
CUADRO 18-3
Exploración de la mujer que ha sido sometida a histerectomía
La exploración de una mujer que ha sido sometida a una histerectomía no se diferencia en
esencia de la habitual. Se siguen los mismos pasos y la misma secuencia de exploración, con
variantes de orden menor. La obtención de una anamnesis detallada previa ayuda a saber qué
es lo que se ha de explorar. Determine si el abordaje quirúrgico fue vaginal o abdominal, si la
histerectomía fue total, supracervical (dejando el cuello intacto) o parcial (dejando las trompas
de Falopio y los ovarios intactos), la razón de la histerectomía, si se han registrado alteraciones
vesicales o intestinales desde la cirugía y la presencia de síntomas de menopausia.
Explore los genitales externos para detectar atrofia, cambios cutáneos, elasticidad reducida
y secreción. En estas pacientes, las muestras para análisis de gonococos o clamidias se toman a
menudo del vestíbulo en vez de internamente. En la exploración con espéculo, el cuello
uterino estará ausente, excepto si se ha realizado una histerectomía supracervical. La cicatriz
quirúrgica (manguito vaginal) será visible al final del canal vaginal y aparecerá como una línea
de sutura blanca o rosada en el fondo de saco posterior. Si está indicado, debe obtenerse un
frotis de Pap en esta sutura con el extremo romo de la espátula. Asegúrese de etiquetar la
muestra, especificando que se trata de células vaginales. Si no es así, el envío puede ser
devuelto como incompleto o insatisfactorio, ante la falta de una muestra celular endocervical.
Valore las paredes, la mucosa y las secreciones según el procedimiento habitual. En ocasiones,
el canal vaginal de una mujer que se ha sometido a histerectomía muestra los mismos cambios
que se presentan en la menopausia (p. ej., disminución de arrugas y de las secreciones), en
especial si la paciente no está recibiendo terapia hormonal sustitutiva. Explore para detectar
un posible cistocele o rectocele. La incontinencia de esfuerzo a veces es un problema, por lo
que debe evaluarse indicando a la paciente que haga fuerza.
En la exploración bimanual, obviamente, el útero estará ausente. Los otros hallazgos
dependerán de si la histerectomía fue total o parcial. En este último caso, continúe con la
exploración según el procedimiento normal, evaluando los ovarios y el área circundante. En caso
de que la histerectomía fuera total, evalúe las masas anejas para detectar la presencia de masas,
adherencias o dolor. La vejiga y el intestino pueden aparecer más prominentes de lo habitual.
EXPLORA
CIÓN Y HALLAZGOS
564 Capítulo 18 Genitales femeninos
Cuello uterino
Localice el cuello con la superficie palmar de los dedos, perciba su extremo terminal y deslice los
dedos en sentido circular para ubicar los fondos de saco (fórnices). Perciba el tamaño, la longitud
y la forma, que deben corresponder a las observaciones realizadas con el espéculo. La consistencia
del cuello uterino en una mujer no gestante ha de ser firme, como la de la punta de la nariz;
durante el embarazo el cuello está más blando. Evalúe la presencia de nódulos, la dureza y la
rugosidad. Observe la posición del cuello y verifique que se corresponde con la determinada en
la exploración con el espéculo. El cuello debe estar situado en la línea media y puede orientarse
en sentido anterior o posterior.
Pince suavemente el cuello con los dedos y desplácelo de un lado a otro. Observe si la paciente
muestra expresión de dolor o molestia al moverlo (sensibilidad al movimiento cervical). El cuello
debe desplazarse 1-2 cm en cada dirección, con molestias mínimas o nulas. El dolor al movimiento
cervical es indicativo de un posible proceso de inflamación pélvica, como en la EIP o el embarazo
tubárico roto.
Útero
Posición. Palpe el útero. Coloque la superficie palmar de su otra mano sobre la línea media del
abdomen, sobre el punto medio entre el ombligo y la sínfisis del pubis. Coloque los dedos intravaginales en el fondo de saco. Deslice lentamente la mano abdominal hacia el pubis, presionando
hacia abajo y hacia delante con la superficie plana de los dedos. Al mismo tiempo, presione hacia
dentro y hacia arriba con las puntas de los dedos intravaginales ejerciendo presión hacia abajo
sobre el cuello uterino con la parte dorsal de los dedos. Maniobre como si intentara juntar las dos
manos mientras aprieta hacia abajo sobre el cuello uterino. Si el útero está en anteversión o anteflexión (la posición más habitual), percibirá el fondo entre los dedos de las dos manos, a la altura
del pubis (fig. 18-27, A y B).
Si no percibe el útero con esta maniobra, introduzca los dedos intravaginales unidos en el fondo
de saco posterior, con la mano abdominal inmediatamente por encima de la sínfisis del pubis.
Presione con firmeza hacia abajo con la mano abdominal, mientras ejerce presión hacia dentro
contra el cuello con la otra mano. Con esta maniobra se percibe el útero retroverso o retroflexo
(fig. 18-27, C y D).
Si aun así no nota el útero, desplace los dedos intravaginales a cada lado del cuello. Manteniendo contacto con él, presione hacia dentro y explore hasta la mayor distancia que pueda.
A continuación, deslice los dedos, de forma que uno se sitúe por encima del cuello, y el otro, por
debajo. Continúe presionando hacia dentro mientras mueve los dedos para percibir la mayor
porción del útero posible. Cuando el útero esté en la línea media, no podrá notar el fondo con la
mano abdominal (fig. 18-27, E).
Confirme la localización y la posición del útero, comparando los hallazgos de la palpación y
la inspección. El útero debe localizarse en la línea media, con independencia de su posición. La
desviación a la derecha o a la izquierda es indicativa de posibles adherencias, masas pélvicas o
embarazo. Conocer la posición del útero es fundamental antes de realizar cualquier tipo de
intervención dentro de él, incluida la inserción de un dispositivo intrauterino.
Tamaño, forma y contorno. Palpe el útero para determinar su tamaño, forma y contorno.
Debe tener forma de pera, con 5,5 a 8 cm de largo, aunque todas sus dimensiones son mayores en
las mujeres multíparas. Un útero mayor de lo previsible en una paciente en edad gestacional es
Vídeo/animación
Puede encontrar un
vídeo de los genitales
femeninos (palpación
bidigital útero con
ambas manos) en
Práctica basada en evidencias en la exploración física
¿Debe realizarse un frotis de pap después de una histerectomía?
La mayoría de los expertos se muestran de acuerdo en que las mujeres que han sido
sometidas a histerectomía por causas no relacionadas con cáncer, con el cuello uterino
extirpado, y sin signos de neoplasia maligna ni antecedentes de crecimiento celular canceroso
pueden dejar de someterse a frotis de Pap para detectar cáncer cervical. El rendimiento de la
detección citológica es muy bajo después de la histerectomía y no existen datos que indiquen
que la continuación de las pruebas mejore los resultados clínicos.
American Cancer Society, 2002; National Cancer Institute, 2003; U.S. Preventive Services Task Force, 2003.
No comments:
Post a Comment
اكتب تعليق حول الموضوع