Manual de Antibióticos. El ABC para elegir el medicacamento antibacteriano correcto

 




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Revisión científica:

Profesor Alfredo Ponce de León

Investigador Nacional Nivel III, Jefe del Laboratorio Nacional de Máxima Seguridad Biológica para el

Estudio de la Tuberculosis y Enfermedades Emergentes, Laboratorio de Microbiología Clínica, Departamento

de Infectología, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de México

Traducción:

Dra. Silvia Esperanza Suárez Martínez

Médica Cirujana y Maestra en Nutrición Humana

Dirección editorial: Carlos Mendoza

Editor de desarrollo: Cristina Segura Flores

Gerente de mercadotecnia: Stephanie Manzo Kindlick

Cuidado de la edición: Tere Parra

Maquetación: M&N Medical Solutrad S.A. de C.V.

Diseño de portada: Jesús Mendoza

Impresión: R. R. Donnelley-Shenzhen / Impreso en China

Se han adoptado las medidas oportunas para confirmar la exactitud de la información presentada y describir la

práctica más aceptada. No obstante, los autores, los redactores y el editor no son responsables de los errores u

omisiones del texto ni de las consecuencias que se deriven de la aplicación de la información que incluye, y no

dan ninguna garantía, explícita o implícita, sobre la actualidad, integridad o exactitud del contenido de la

publicación. Esta publicación contiene información general relacionada con tratamientos y asistencia médica

que no debería utilizarse en pacientes individuales sin antes contar con el consejo de un profesional médico,

ya que los tratamientos clínicos que se describen no pueden considerarse recomendaciones absolutas y

universales.

El editor ha hecho todo lo posible para confirmar y respetar la procedencia del material que se reproduce

en este libro y su copyright. En caso de error u omisión, se enmendará en cuanto sea posible. Algunos

fármacos y productos sanitarios que se presentan en esta publicación sólo tienen la aprobación de la Food and

Drug Administration (FDA) para uso limitado al ámbito experimental. Compete al profesional sanitario

averiguar la situación de cada fármaco o producto sanitario que pretenda utilizar en su práctica clínica, por lo

que aconsejamos consultar con las autoridades sanitarias competentes.

Derecho a la propiedad intelectual (C. P. Art. 270)

Se considera delito reproducir, plagiar, distribuir o comunicar públicamente, en todo o en parte, con ánimo de

lucro y en perjuicio de terceros, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o

ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la

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Reservados todos los derechos.

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ISBN de la edición en español: 9788417602499

Depósito legal: M-11220-2019

Edición en español de la obra original en lengua inglesa Antibiotic Basis for Clinicians. The ABCs of

Choosing the Right Antibacterial Agent, 3th edition, de Alan R. Hauser, publicada por Wolters Kluwer.

Copyright © 2019, 2013, 2007 Wolters Kluwer.

Two Commerce Square

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3

Philadelphia, PA 19103

ISBN de la edición original: 978-1-4963-8448-5

4

Dedicado a Anne, Grace y John

5

¿Qué es más difícil: aprender mucha información o aplicar la información recién

aprendida? Aunque la respuesta es debatible, está claro que los profesionales de

servicios de salud deben hacer ambas. La mayoría de los programas de capacitación

en servicios de salud consiste en una fase inicial de conferencias en salones de clase y

sesiones de grupos pequeños en las cuales se domina la complejidad de los nervios

craneales, del ciclo de Krebs y de la fisiología renal, entre otros. Después de esta fase

los estudiantes quedan inmersos de súbito en el mundo real de los pacientes que se

presentan con molestias de tos, dolor de espalda o fiebre. Como subespecialista en

enfermedades infecciosas, a menudo he visto este choque cultural expresado como la

mirada en blanco de un estudiante al preguntarle: “¿con qué antibiótico iniciaría el

tratamiento de este paciente?”. Como es obvio, la comprensión básica de los

principios de farmacología y microbiología es insuficiente para la mayoría de los

estudiantes al enfrentarse de repente a las complejidades de un paciente infectado.

Con este libro no se pretende sólo ofrecer una guía sobre antibióticos para

estudiantes que buscan ser médicos, enfermeras, asistentes médicos, farmacólogos o

tecnólogos médicos, sino que también sea útil para residentes, estudiantes de

subespecialidad y médicos practicantes. Está diseñado para fungir como un puente

entre el conocimiento adquirido de los libros durante las fases iniciales de la

capacitación y los hábitos reflexivos de prescripción de los practicantes

experimentados. Del mismo modo que las desconcertantes complejidades de los

electrocardiogramas y radiografías de tórax desaparecen cuando se aprecian y

comprenden los principios subyacentes a estos estudios, también lo hacen las

dificultades de la selección de antibióticos. Este libro proporciona los fundamentos

detrás de la selección de antibióticos para muchos de los patógenos bacterianos

comunes y las presentaciones patológicas infecciosas, de tal manera que se elimina

gran parte de la memorización (así como la magia y el misterio) que suele acompañar

a la prescripción adecuada de los antibióticos. Donde la memorización es inevitable

se presentan auxiliares de enseñanza que facilitan este proceso y lo hacen lo menos

doloroso posible.

Este libro se puede leer y comprender con facilidad en una o dos semanas por un

estudiante o practicante ocupados. De modo que no se trata de una guía completa

sobre la metrópolis antibiótica, sino un resumen de los pasos principales de la terapia

antibiótica para que los lectores se ajusten con mayor facilidad a las calles y los

callejones de la residencia, a medida que obtienen experiencia. En términos de la

analogía de la guerra utilizada a lo largo de este libro, se enfatiza la estrategia, no la

6

táctica. Así, sólo se mencionan los antibióticos de uso común, por lo que la

sobresimplificación y las omisiones son inevitables. Esperamos que el lector sea

capaz de dominar los conceptos y reglas principales para que, con la exposición y

práctica clínicas subsiguientes, asimile los matices y excepciones a estas reglas.

El enfoque de este volumen se limita a los medicamentos antibacterianos, quizás

los antibióticos más complejos y encontrados con mayor frecuencia que los

practicantes de servicios de salud deben dominar. Los volúmenes futuros incluirán

medicamentos antivirales, antimicóticos y antiparasitarios.

La tercera edición de este libro se ha actualizado y expandido para incluir los

antibióticos más recientes disponibles durante los últimos cinco años. Del mismo

modo, las secciones se han actualizado para reflejar los cambios recientes a los

lineamientos terapéuticos, como aquéllos pertinentes a la neumonía y a Neisseria

gonorrhoeae. Donde fue necesario se agregaron referencias actualizadas.

Tras considerar la información de este libro, esperamos que el lector vea a los

antibióticos como amigos valiosos en la lucha contra las enfermedades infecciosas y

no enemigos incomprensibles que bloquean su progreso hacia la competencia clínica,

además de obtener los fundamentos sobre los cuales construir a lo largo de su carrera,

a medida que se disponga de nuevos antibióticos.

Estoy en deuda con tantas personas que han contribuido con este libro, pero

quisiera agradecer en especial a unas cuantas. Muchas gracias a Mike Postelnick,

Kristin Darin y Marc Scheetz por su consejo y por revisar algunas partes de este

libro; a Andy Rabin por proporcionar las citas de la literatura medieval; y a Joe

Welch por su invaluable consejo. Gracias a Kathleen Scogna, Michael Brown y Steve

Boehm de Lippincott Williams & Wilkins por su asistencia, paciencia y consejo para

que este proyecto diese fruto, y a Jeremiah Kiely y Amy Millholen por ayudarme a lo

largo del proceso de lograr la tercera edición de este libro. Agradezco a los

estudiantes médicos tan inteligentes e inquisitivos de Northwestern University,

quienes formulaban las tantas preguntas que inspiraron este libro. Y por último, deseo

agradecer a mi esposa, Anne, y a mis niños, Grace y John, quienes me mantuvieron

sonriendo durante todo el proceso.

7

Prefacio

PARTE I Fundamentos bacteriológicos

CAPÍTULO 1 Envoltura celular

CAPÍTULO 2 Producción de proteínas

CAPÍTULO 3 Replicación

CAPÍTULO 4 Cómo medir la susceptibilidad a los antibióticos

PARTE II Medicamentos antibacterianos

CAPÍTULO 5 Antibióticos dirigidos contra la envoltura celular

ANTIBIÓTICOS β-LACTÁMICOS

GLICOPÉPTIDOS Y LIPOGLICOPÉPTIDOS

DAPTOMICINA

COLISTINA

CAPÍTULO 6 Antibióticos que bloquean la producción de proteínas

RIFAMICINAS

AMINOGLUCÓSIDOS

MACRÓLIDOS Y CETÓLIDOS

TETRACICLINAS Y GLICILCICLINAS

CLORANFENICOL

CLINDAMICINA

ESTREPTOGRAMINAS

OXAZOLIDINONAS

NITROFURANTOÍNA

CAPÍTULO 7 Antibióticos dirigidos contra el ADN y su replicación

SULFAS

QUINOLONAS

METRONIDAZOL

8

CAPÍTULO 8 Medicamentos antimicobacterianos

CAPÍTULO 9 Resumen de los medicamentos antibacterianos

PARTE III Terapia definitiva

CAPÍTULO 10 Bacterias grampositivas

ESTAFILOCOCOS

NEUMOCOCOS

OTROS ESTREPTOCOCOS

ENTEROCOCOS

OTRAS BACTERIAS GRAMPOSITIVAS

CAPÍTULO 11 Bacterias gramnegativas

ENTEROBACTERIACEAE

PSEUDOMONAS AERUGINOSA

NEISSERIA SPP.

BACTERIAS GRAMNEGATIVAS CURVAS

OTRAS BACTERIAS GRAMNEGATIVAS

CAPÍTULO 12 Bacterias anaerobias

CLOSTRIDIA SPP.

BACILOS GRAMNEGATIVOS ANAEROBIOS

CAPÍTULO 13 Bacterias atípicas

CHLAMYDIA

MYCOPLASMA

LEGIONELLA

BRUCELLA

FRANCISELLA TULARENSIS

RICKETTSIA

CAPÍTULO 14 Espiroquetas

TREPONEMA PALLIDUM

BORRELIA BURGDORFERI

LEPTOSPIRA INTERROGANS

CAPÍTULO 15 Micobacterias

MYCOBACTERIUM TUBERCULOSIS

COMPLEJO MYCOBACTERIUM AVIUM

MYCOBACTERIUM LEPRAE

PARTE IV Terapia empírica

CAPÍTULO 16 Neumonía

9

CAPÍTULO 17 Infecciones de vías urinarias

CAPÍTULO 18 Enfermedad pélvica inflamatoria

CAPÍTULO 19 Meningitis

CAPÍTULO 20 Celulitis

CAPÍTULO 21 Otitis media

CAPÍTULO 22 Endocarditis infecciosa

CAPÍTULO 23 Infecciones relacionadas con el catéter intravascular

CAPÍTULO 24 Infecciones intraabdominales

PARTE V Casos clínicos

PARTE VI Preguntas y respuestas de repaso

APÉNDICES

1 Dosificación de medicamentos antibacterianos en adultos

2 Dosificación de medicamentos antibacterianos en niños

3 Dosificación de medicamentos antibacterianos en adultos con insuficiencia renal

4 Medicamentos antibacterianos durante el embarazo

5 Nombres genéricos y comerciales de los medicamentos antibacterianos de uso común

6 Tratamiento de infecciones causadas por agentes bacterianos de bioterrorismo

7 Referencias médicas

8 Referencias literarias

9 Respuestas a las preguntas de los capítulos

Índice alfabético de materias

10

“Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; en cientos de batallas

nunca estarás en peligro.”

—El arte de la guerra, Sun Tzu

Las bacterias patógenas son pequeñas criaturas, tanto maravillosas como terribles,

que se autorreproducen y sobreviven en el riguroso y hostil entorno del cuerpo

humano. De varias maneras son bastante diferentes de nosotros, característica que ha

sido explotada por los desarrolladores de antimicrobianos que se enfocan de forma

específica en estas diferencias. Para comprender cómo los antibióticos inhiben o

matan a las bacterias primero debemos conocer la estructura y función de estos

pequeños patógenos.

Deben entenderse tres aspectos de las bacterias para apreciar cómo los antibióticos

se dirigen a ellas y las obstaculizan: la envoltura celular bacteriana, los procesos

biosintéticos de las bacterias y la reproducción bacteriana. Aunque la envoltura

celular bacteriana es una estructura única que no se encuentra en las células humanas,

la producción de proteínas y la replicación de ADN bacterianos son procesos

análogos a los utilizados por las células humanas, pero que difieren de estas vías en

los componentes utilizados para llevarlas a cabo. Cada una de estas tres

características se explicará con detalle en los capítulos siguientes.

LECTURAS ADICIONALES

Jorgensen JH, Ferraro MJ. Antimicrobial susceptibility testing: a review of general principles and

contemporary practices. Clin Infect Dis. 2009;49:1749–1755.

Murray PR, Rosenthal KS, Pfaller MA. Medical Microbiology. 5th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2005.

Neidhardt FC. Bacterial processes. In: Ryan KJ, Ray CG, eds. Sherris Medical Microbiology: An Introduction

to Infectious Disease. 4th ed. New York, NY: McGraw-Hill; 2004:27–51.

Wang JC. DNA topoisomerases. Annu Rev Biochem. 1985;54:665–697.

11

“En tanto los estilos de armaduras variaban y cambiaban de una

década a la siguiente, la base era un traje de armadura de metal

consistente en una pechera, un faldón de aros entretejidos, y

mangas y perneras, todos utilizados sobre un blusón de cota de

malla y una túnica acolchada o de cuero, o un sobreveste

ajustado... La cota de malla cubría el cuello, los codos y otras

articulaciones; los guanteletes de placas unidas protegían las

manos.”

—Un espejo lejano, Barbara W. Tuchman

La envoltura celular es una capa protectora de armadura que envuelve a la bacteria y

le permite sobrevivir en ambientes extremos y diversos. Las envolturas celulares de

algunas bacterias consisten en una membrana citoplásmica rodeada por una red

rígida y dura llamada pared celular (Fig. 1-1); estas bacterias se denominan bacterias

grampositivas. En contraste, la envoltura celular de una bacteria gramnegativa

consiste en una membrana citoplásmica rodeada por una pared celular delgada que

está envuelta por una segunda membrana lipídica llamada membrana externa. La

membrana externa contiene grandes cantidades de lipopolisacárido (LPS), una

molécula muy tóxica para los humanos. El espacio entre la membrana externa y la

membrana citoplásmica, el cual contiene la pared celular, se denomina espacio

periplásmico o periplasma. Las bacterias pueden clasificarse como grampositivas o

gramnegativas mediante una técnica denominada tinción de Gram, la cual colorea las

bacterias grampositivas de azul o púrpura y las bacterias gramnegativas de rosa. Con

frecuencia la tinción de Gram es el primer paso utilizado en el laboratorio de

microbiología para identificar una bacteria desconocida a partir de una muestra

clínica.

Como en las células humanas, la membrana citoplásmica evita que los iones

fluyan hacia dentro o fuera de la célula y mantiene el citoplasma y los componentes

12

bacterianos en un espacio definido. La pared celular es una capa dura que brinda a la

bacteria su forma característica y la protege del estrés tanto osmótico como mecánico.

En las bacterias gramnegativas la membrana externa actúa como una barrera

protectora adicional y evita que numerosas sustancias penetren a la bacteria. Sin

embargo, esta capa contiene canales denominados porinas, que permiten que ciertos

compuestos como las moléculas utilizadas en el metabolismo bacteriano la

atraviesen.

Figura 1-1. Estructura de la envoltura celular bacteriana. A. Grampositiva. B. Gramnegativa.

Debido a que las células humanas no poseen pared celular, esta estructura es un

objetivo ideal para los agentes antimicrobianos. Para apreciar cómo funcionan estos

medicamentos, primero se debe entender la estructura de la pared celular. Este

complejo ensamblaje está compuesto por una sustancia llamada peptidoglucano, que

consiste en polímeros largos de azúcares. Los polímeros son repeticiones de dos

azúcares: N-acetilglucosamina y ácido N-acetilmurámico (Fig. 1-2). Si la pared

celular estuviese compuesta sólo por estos polímeros sería bastante débil. No

obstante, las cadenas peptídicas laterales se extienden desde los azúcares en los

polímeros y forman enlaces cruzados entre péptidos. Estos enlaces cruzados

fortalecen la pared celular en gran medida, del mismo modo que el entrelazamiento

de los aros metálicos reforzaban la armadura de cota de malla utilizada por los

caballeros medievales.

Los enlaces cruzados del peptidoglucano están mediados por enzimas bacteria-nas

denominadas proteínas de unión a penicilina (PBP). (La razón para esta

13

nomenclatura se hará evidente en los capítulos siguientes.) Estas enzimas reconocen

los dos aminoácidos terminales de las cadenas peptídicas laterales que, por lo regular,

son D-alanina–D-alanina, y forman enlaces cruzados directos entre ellas y una

segunda cadena peptídica lateral o indirectos al formar un puente de residuos de

glicina entre las dos cadenas peptídicas laterales.

La formación de una pared celular fuerte mediante enlaces cruzados permite que la

bacteria mantenga una forma característica; por ejemplo, algunas bacterias tienen

forma de bastones y se denominan bacilos. Los cocos son de forma esférica. Los

cocobacilos tienen una morfología intermedia entre los bacilos y los cocos. Por

último, las espiroquetas tienen una forma de sacacorchos.

Figura 1-2. Estructura de un peptidoglucano. La síntesis del peptidoglucano requiere la formación de enlaces

cruzados entre polímeros disacáridos mediante proteínas de unión a penicilina (PBP). NAMA, ácido Nacetilmurámico; NAGA, N-acetilglucosamina; GGG, puente de glicina.

14

PREGUNTAS (Las respuestas a las preguntas se encuentran en el Apéndice

9.)

1. La pared celular bacteriana está compuesta por __________.

2. Las __________ son enzimas que forman enlaces cruzados de polímeros de

peptidoglucanos.

3. Los __________ son bacterias con forma de bastón.

15

“Saquear al país fértil para suministrar provisiones copiosas al

ejército.”

—El arte de la guerra, Sun Tzu

Del mismo modo que los ejércitos invasores, las bacterias que causan infección

necesitan reabastecerse. Requieren los recursos adecuados para permitir el reemplazo

de las partes desgastadas y formar bacterias nuevas. Las bacterias adquieren estos

recursos del “país” que invaden, el cuerpo humano. Entre las partes de reemplazo

sintetizadas más abundantes se encuentran las proteínas. La síntesis de estas proteínas

se lleva a cabo mediante los mismos procesos generales utilizados por las células

humanas (Fig. 2-1). En primer lugar, varias materias primas o bloques de

construcción, como ARN, aminoácidos y nucleósido trifosfatos que contienen

energía, deben adquirirse y estar disponibles dentro de la bacteria. Si esta condición

se satisface, el patrón de genes bacterianos se transcribe en ARN gracias a enzimas

bacterianas especiales. El ARN se traduce en proteína. Debido a que algunos de los

componentes bacterianos esenciales para estos procesos difieren de manera

significativa de sus contrapartes en la célula humana, la producción de proteínas en

las bacterias puede inhibirse a través de los antibióticos.

MATERIAS PRIMAS

El proceso de síntesis de proteínas nuevas requiere cantidades abundantes de bloques

de construcción, así como energía. Por ejemplo, se estima que se requiere la energía

proveniente de tres o cuatro nucleósido trifosfatos (p. ej., adenosín trifosfato [ATP] o

guanosín trifosfato [GTP]) para añadir un solo aminoácido a una proteína en

crecimiento. La bacteria genera estas materias primas y energía al captar las fuentes

de energía como glucosa del entorno y procesarlas a través de vías metabólicas que

aprovechan su energía y generan compuestos intermedios.

16

Estas vías metabólicas son bastante complejas y difieren en gran medida entre

bacterias y células humanas. Se pueden utilizar con eficacia para dividir las bacterias

en dos categorías: aerobias y anaerobias. Las bacterias aerobias utilizan oxígeno del

entorno en el proceso metabólico, mientras que las bacterias anaerobias no lo

emplean. De hecho, los anaerobios estrictos mueren por el oxígeno debido a que

carecen de las enzimas que desintoxican algunos de los subproductos dañinos del

oxígeno, como el peróxido de hidrógeno y los radicales superóxido. Mycobacterium

tuberculosis es un ejemplo de una bacteria aerobia estricta; las bacterias anaerobias

estrictas incluyen Clostridium dif icile y Bacteroides fragilis. Numerosas bacterias

cuentan con vías metabólicas que les permiten utilizar oxígeno cuando lo hay, pero

funcionan como anaerobias cuando éste no se encuentra. Estas bacterias se conocen

como facultativas respecto al uso de oxígeno, y es obvio que sobreviven en presencia

o ausencia del mismo. Algunos ejemplos de bacterias facultativas incluyen

Escherichia coli y Staphylococcus aureus. Otras bacterias crecen mejor en presencia

de pequeñas cantidades de oxígeno, menores a las encontradas en el aire. Estas

bacterias se conocen como microaerófilas. Campylobacter jejuni es un ejemplo de

bacteria microaerófila.

Figura 2-1. Resumen del proceso mediante el cual se producen proteínas dentro de las bacterias.

La energía disponible en el combustible consumido por las bacterias se aprovecha

y almacena en forma de nucleósido trifosfatos y, en algunos casos, en la generación

de un gradiente de protones entre el interior y el exterior de la célula. La energía

potencial almacenada en este gradiente se conoce como fuerza motriz protónica. A

medida que los protones fluyen a través de este gradiente (desde el exterior de la

bacteria hacia dentro de ella), y a través de la membrana citoplásmica, esta energía se

utiliza para impulsar procesos importantes, como el transporte activo de nutrientes

hacia la célula y la generación de ATP.

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TRANSCRIPCIÓN

La transcripción es el proceso mediante el cual la información en el ADN de un gen

bacteriano se utiliza para sintetizar una molécula de ARN conocida como ARN

mensajero (ARNm). Al igual que en las células humanas, el complejo enzimático

ARN polimerasa es utilizado por las bacterias para llevarla a cabo. La ARN

polimerasa se une al ADN y emplea esta plantilla para añadir ácidos ribonucleicos de

manera secuencial a una molécula correspondiente de ARNm. Este proceso es muy

eficiente; bajo condiciones ideales, la ARN polimerasa bacteriana puede formar

ARNm a una velocidad de 55 nucleótidos por segundo.

Pese a que ambas moléculas realizan funciones similares, la ARN polimerasa

bacteriana es bastante distinta de la ARN polimerasa eucariótica. (Las eucariotas, a

diferencia de las bacterias, son organismos que contienen núcleos y otros organelos

unidos a membrana dentro de sus células. Algunos ejemplos incluyen animales,

plantas, hongos y protozoarios.) De manera estructural, la ARN polimerasa

bacteriana consiste en cinco subunidades y sus dimensiones generales se aproximan a

los 90 × 90 × 160 angstroms, mientras que la ARN polimerasa de la levadura tiene

muchas más subunidades y sus dimensiones son de 140 × 136 × 110 angstroms.

También existen diferencias funcionales. Por ejemplo, mientras que la ARN

polimerasa bacteriana es suficiente por sí sola para iniciar la transcripción, la ARN

polimerasa eucariótica requiere la ayuda de factores de transcripción adicionales. La

importancia de la transcripción para la salud de la bacteria y las diferencias entre las

ARN polimerasas bacterianas y eucarióticas hacen de este complejo enzimático un

objetivo ideal para los compuestos antimicrobianos.

TRADUCCIÓN

Tanto en las eucariotas como en las bacterias, ciertas estructuras macromoleculares

denominadas ribosomas tienen la función de sintetizar proteínas a partir de la

información presente en el ARNm, un proceso llamado traducción. Tales complejos

grandes están compuestos por ARN ribosomal (ARNr) y proteínas. Sin embargo, los

ribosomas bacterianos difieren de manera significativa de sus contrapartes

eucarióticos. El ribosoma bacteriano 70S está formado por una subunidad 50S y

una subunidad 30S (Fig. 2-2). (“S” significa unidades Svedberg, una medida de la

velocidad de sedimentación en un ultracentrifugado. De este modo, las unidades

Svedberg reflejan el tamaño de un complejo, pero no son aditivas.) Estas subunidades

en sí mismas son estructuras complejas. Por ejemplo, la subunidad 50S está formada

por dos moléculas de ARNr y 34 proteínas, mientras que la subunidad 30S consta de

una molécula de ARNr y 21 proteínas. En contraste, el ribosoma eucariótico tiene un

tamaño de 80S y consiste en una subunidad 60S y una subunidad 40S; a su vez, cada

una de ellas está compuesta por múltiples moléculas de ARNr y proteínas.

El ribosoma completo funciona junto con otro tipo de ARN, el ARN de

transferencia (ARNt), para fabricar proteínas nuevas. El ribosoma se une a la

plantilla de ARNm y la lee para incorporar de manera adecuada los aminoácidos

proporcionados por el ARNt a la proteína naciente según la información en dicha

18

plantilla. La importancia de la traducción está indicada por el hecho de que la mitad

de toda la síntesis de ARN en bacterias de crecimiento rápido está dedicada al ARNr

y al ARNt. La función esencial de la síntesis proteica en el crecimiento bacteriano y

las diferencias entre el ribosoma bacteriano y el ribosoma humano hacen que el

primero sea un objetivo antibiótico atractivo. De hecho, numerosas clases de

antimicrobianos actúan al unirse al ribosoma bacteriano e inhibirlo.

Figura 2-2. Estructura del ribosoma bacteriano.

PREGUNTAS

1. Las bacterias __________ son aquellas que crecen en ausencia de oxígeno.

2. __________ es un complejo enzimático que forma ARNm a partir de una plantilla

de ADN.

3. El ribosoma bacteriano 70S consiste en las subunidades __________ y

__________, las cuales constan de __________ y __________.

19

“Con esto creemos haberle asignado a la superioridad numérica su

debida importancia; debe ser considerada como la idea

fundamental, así como buscada siempre antes que cualquier otra

cosa y en la medida de lo posible.”

—De la guerra, Carl von Clausewitz

En la batalla entre las bacterias y la respuesta inmunitaria humana, los números son

clave. Las bacterias se multiplican de forma continua en un intento por superar la

capacidad defensora del huésped, y los factores inmunitarios intentan de manera

constante erradicar a los invasores. Este equilibrio se inclina con frecuencia a favor

de la respuesta inmunitaria humana gracias a los antibióticos.

Un ejemplo ilustrativo de la importancia de la multiplicación bacteriana en la

infección es la shigelosis. Esta forma de diarrea infecciosa se produce por la bacteria

Shigella y puede ocurrir tras la ingesta de por lo menos 200 microorganismos. Aun

así, durante un breve periodo, estos 200 organismos provocan diarrea en la cual miles

de millones de bacterias se expulsan cada día en las heces. Es obvio que la

multiplicación bacteriana rápida es esencial para esta enfermedad.

La multiplicación bacteriana ocurre por fisión binaria, proceso mediante el cual

una bacteria progenitora se divide para formar dos células hijas idénticas. Esto

requiere la síntesis de numerosas biomoléculas esenciales para la construcción de las

células hijas. Casi todas las bacterias tienen un cromosoma circular único, y la

replicación del mismo es una parte integral de la división celular. La replicación

ocurre cuando las enzimas bacterianas utilizan el cromosoma existente como plantilla

para la síntesis de un segundo cromosoma idéntico. Para lograrlo debe disponerse de

un suministro suficiente de desoxinucleótidos para su incorporación a la molécula de

ADN naciente. Este proceso es más complicado de lo que podría sospecharse y es

necesaria otra enzima para regular la conformación del ADN a fin de permitir la

replicación óptima del cromosoma. Estos procesos complejos brindan varias

20

oportunidades a los antimicrobianos para inhibir el crecimiento bacteriano.

SÍNTESIS DE DESOXINUCLEÓTIDOS

Un suministro abundante de desoxiadenosín trifosfato (dATP), desoxiguanosín

trifosfato (dGTP), desoxicitidín trifosfato (dCTP) y desoxitimidín trifosfato (dTTP)

es esencial para la producción de moléculas de ADN durante la replicación del ADN.

Las bacterias emplean varias vías sintéticas para fabricar estos bloques de

construcción de ADN. El tetrahidrofolato (THF) es un cofactor esencial para varias

de estas rutas y se sintetiza como sigue (Fig. 3-1): la enzima dihidropteroato sintasa

usa dihidropterín pirofosfato y para-aminobenzoato (PABA) para generar

dihidropteroato, que se convierte en dihidrofolato. El dihidrofolato reductasa

convierte dihidrofolato en THF. El THF es necesario para la síntesis de varios

nucleótidos. Aunque los humanos absorben con facilidad el folato —un precursor de

THF— a partir de la dieta, la mayoría de las bacterias no es capaz de hacerlo y debe

sintetizar este cofactor. Por ello esta ruta sintética es un objetivo atractivo para los

compuestos antimicrobianos.

ENZIMAS SINTÉTICAS DE ADN

La enzima ADN polimerasa es responsable de replicar el cromosoma bacteriano,

pero otras enzimas también son necesarias para este proceso. Un ejemplo son las

topoisomerasas que regulan el superenrollamiento o la torsión del ADN. Para

comprender el superenrollamiento deben apreciarse las consecuencias de contar con

un cromosoma compuesto por ADN helicoidal. La estructura de doble hélice del

ADN dicta que, en un estado relajado, contiene 10 pares de nucleótidos por cada giro

helicoidal. Sin embargo, al girar un extremo del ADN mientras se sostiene fijo el otro

extremo puede aumentarse o disminuirse la cantidad de pares de nucleótidos por giro

helicoidal, a tal vez 11 o 9 (Fig. 3-2). Esto provoca tensión adicional sobre la

molécula de ADN, la cual se ajusta mediante la formación de superespirales. Cuando

hay un aumento de la cantidad de pares de nucleótidos por giro helicoidal, el

superenrollamiento se considera positivo. Cuando hay una disminución, el

superenrollamiento se considera negativo. En las bacterias ocurre un proceso análogo.

Puesto que las partes del cromosoma están “fijas” debido a su interacción con

complejos proteicos grandes, los giros que ocurren en una porción no pueden

disiparse con libertad, sino que se acumulan y forman superespirales. ¿De dónde

proviene la torsión? La ARN polimerasa es una molécula grande incapaz de girar con

libertad mientras se mueve a lo largo del cromosoma bacteriano durante la

transcripción. De este modo, a medida que la ARN polimerasa forja su camino a lo

largo del cromosoma, al separar las hebras de ADN en su andar, ocurre

superenrollamiento positivo por delante de la enzima, mientras que se acumulan

superespirales negativas detrás de la misma. En teoría, el superenrollamiento

excesivo podría ser una barrera para la replicación y transcripción del ADN.

21

Figura 3-1. Síntesis bacteriana de tetrahidrofolato.

Figura 3-2. Superenrollamiento de la estructura de doble hélice del ADN. A. La torsión del ADN provoca la

formación de superespirales. B. Durante la transcripción, el movimiento de la ARN polimerasa a lo largo del

cromosoma provoca la acumulación de superespirales positivas por delante de la enzima y superespirales

negativas detrás de ella. (Adaptada de Molecular Biology of the Cell, fourth edition by Bruce Alberts, et al.

Copyright © 2002 by Bruce Alberts, Alexander Johnson, Julian Lewis, Martin Raff, Keith Roberts, and Peter

Walter. Copyright © 1983, 1989, 1994 by Bruce Alberts, Dennis Bray, Julian Lewis, Martin Raff, Keith

Roberts, and James D. Watson. Used by permission of W.W. Norton & Company, Inc.)

Para visualizar el superenrollamiento sostenga el cable en espiral de un teléfono

con su mano izquierda a unos 30 cm del aparato. Ahora, con la mano derecha, sujete

el cable en el mismo punto y “tense” el cable a través de los dedos moviendo la mano

hacia el aparato. En este ejemplo, el cable es el ADN cromosómico helicoidal y la

mano derecha es la ARN polimerasa que se mueve a lo largo del cromosoma. Nótese

cómo las superespirales se acumulan en el cable por delante de la mano. Ahora deje

22

que el aparato cuelgue en el aire. El peso del mismo elimina las superespirales del

cable y lo forza a tomar una forma en exceso torcida. No obstante, el aparato ya no

está fijo, por lo que puede girar con libertad para aliviar la torsión.

Una segunda consecuencia de la naturaleza circular del cromosoma bacteriano es

que, tras terminar la replicación, los dos cromosomas generados se interconectarán

con frecuencia (Fig. 3-3). Es obvio que esto representa un obstáculo para dividir la

bacteria mientras se intenta separar cada cromosoma de las células hijas.

Las bacterias superan estos problemas al producir topoisomerasas, enzimas que

eliminan o agregan superespirales al ADN. Esto se logra al unirse al ADN, cortar una

o ambas hebras del ADN, pasar una o dos de ellas a través de la rotura y luego

realinear el ADN. El paso de una o dos hebras de ADN a través de la rotura en

esencia elimina o agrega una o dos superespirales al cromosoma. También puede

separar dos cromosomas enganchados después de la replicación. De este modo las

bacterias son capaces de regular el grado de superenrollamiento en sus cromosomas y

permitir la separación de cromosomas después de la replicación del ADN.

Figura 3-3. Replicación del cromosoma bacteriano. Una consecuencia de la naturaleza circular del

cromosoma bacteriano es que los cromosomas replicados se interconectan, lo cual requiere una topoisomerasa

para la separación adecuada.

23

PREGUNTAS

1. El tetrahidrofolato es necesario para varias vías que implican la síntesis de

__________.

2. Los cromosomas de la mayoría de las bacterias son __________.

3. Las __________ son enzimas que regulan el superenrollamiento de ADN.

24

“La mejor forma de defensa es el ataque.”

— De la guerra, Carl von Clausewitz

Ya se han explicado los tres procesos de las bacterias esenciales para su

supervivencia y sus diferencias con los procesos correspondientes en las células

humanas: la generación de la envoltura celular, la producción de proteínas bacterianas

y la replicación del cromosoma bacteriano. Cada uno de estos procesos brinda

múltiples objetivos para que los antibióticos inhiban las bacterias. Los antibióticos

pueden dividirse en dos clases: los que matan bacterias se conocen como

bactericidas, y aquellos que sólo suprimen el crecimiento bacteriano se denominan

bacteriostáticos. Los antibióticos bacteriostáticos dependen del sistema inmunitario

para erradicar del paciente las bacterias que no se multiplican.

La susceptibilidad de un aislado bacteriano a un antibiótico dado se cuantifica

mediante la concentración inhibitoria mínima (CIM) y la concentración

bactericida mínima (CBM). Como su nombre lo implica, la CIM mide la

concentración mínima de antibiótico que aún es capaz de suprimir el crecimiento del

aislado bacteriano. Del mismo modo, la CBM es la concentración mínima de

antibiótico que provoca la muerte del aislado bacteriano.

En la práctica se han desarrollado varios ensayos para medir si un aislado

bacteriano dado es susceptible o resistente a un antibiótico particular. En el método

de Kirby-Bauer se colocan obleas impregnadas con antibiótico dentro de placas con

agar y cultivos de bacterias. Los antibióticos difunden desde las obleas y establecen

un gradiente a menores concentraciones más allá de la oblea. El crecimiento

bacteriano se suprimirá en una zona que rodea a la oblea y la medición del diámetro

de la zona puede utilizarse para determinar si la cepa bacteriana es susceptible o

resistente al antibiótico. Las Etests (pruebas E) operan con base en un principio

similar, excepto que se utiliza una tira alargada en vez de una oblea. La tira se

25

impregna con un gradiente decreciente de concentraciones antibióticas en su longitud.

Cuando se deja caer en una placa con agar que se ha sembrado con bacterias, éstas

crecerán hasta el borde de la tira donde se encuentre poco antibiótico, pero serán

incapaces de crecer cerca del extremo de la tira que contiene grandes concentraciones

de antibiótico. La mancha donde el cultivo bacteriano toca primero la tira se utiliza

para estimar la CIM, un proceso facilitado por denominaciones CIM marcadas en la

tira. Los métodos de dilución del medio de cultivo operan bajo un principio similar,

excepto que se crean diluciones antibióticas en pozos con medio líquido en vez de

agar. En estos ensayos, el pozo con la mayor dilución de antibiótico que aún es

incapaz de limitar el crecimiento de la bacteria identifica la CIM. En la actualidad los

laboratorios de microbiología de la mayoría de los hospitales grandes dependen de

máquinas que utilizan estos principios para evaluar de modo automático cientos de

aislados bacterianos.

PERL A

El sistema inmunitario parece ser un tanto ineficaz en la erradicación de bacterias

que provocan ciertos tipos de infecciones, como meningitis y endocarditis, en las

cuales deben utilizarse antibióticos bactericidas en vez de antibióticos

bacteriostáticos.

En la siguiente sección se explica cada antibiótico que se une a objetivos

bacterianos esenciales, así como los mecanismos protectores que han evolucionado

dentro de las bacterias para impedir su acción.

PREGUNTAS

1. Los antibióticos __________ matan en vez de inhibir el crecimiento de las

bacterias.

2. El método __________ para medir la susceptibilidad antibiótica utiliza obleas

impregnadas con antibiótico colocadas en una placa con agar sembrado con

bacterias.

3. El método __________ para medir la susceptibilidad antibiótica utiliza diluciones

seriadas de antibióticos en un medio líquido.

26

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